(Capítulo narrado por Enzo)
La había dejado ir, sabía que tenía que hacerlo, no podía retenerla a pesar de querer hacerlo.
Cinco años, habían pasado cinco horribles años en los que lo único que sabía de ella es que había triunfado y que era feliz al lado de ese tal Daniel, el hombre que consiguió ganar su corazón.
Siempre supe que ella no me amaba, que no era correspondido y que tarde o temprano se acabaría alejando de mí, por eso me dejó ir, porque ella no me quería a su lado y tuve que respetarlo. No me fui por cumplir mi sueño, no fue por aquella película que me trajo fama y dinero a mi vida, no, por supuesto que no fue por eso, todo eso son cosas materiales, me fui por sentir de más, por querer a alguien que solo me veía como su apoyo y nada más, me fui por olvidarla y jamás conseguí hacerlo.
Al principio, los ensayos fueron horribles, no era capaz de concentrarme en el guion y por ello casi pierdo el papel, no me sacaba de la cabeza esa sonrisa y ese mal humor de Irina, por lo que tuve que centrarme en mi carrera y entender que ella y yo, éramos un amor imposible, a pesar de lo que hubiese luchado por ser una gran historia juntos.
Cada vez que salía de los rodajes volvía a esa gran casa que me ofrecieron lo que durase el tiempo de rodaje, me tumbaba en la cama y miraba hacia el techo mientras todos mis recuerdos juntos invadían mi espacio, mi mente y mi corazón.
Poco a poco Mike me ayudaba con grandes charlas psicológicas haciéndome ver que tenía que olvidarla o luchar por ella, por lo que con el paso del tiempo acabó siendo el hermano que nunca tuve, Aby también ayudó con el proceso y a pesar de fracasar en ello, jamás se rindieron conmigo. Fue por ello que accedieron a que la boda se celebrase en Madrid, por ayudarme a dar el paso de volver a verla.
"Tendría que ir a buscarla" me repetía constantemente a pesar de saber que no valdría para nada. Sabía que ella tenía una buena vida y no quería que por mi culpa su estabilidad se viese afectada, fue así como comprendí que a pesar de querer a alguien hay veces que es mejor dejarle escapar, dejarle ir, por eso la deje marchar físicamente, porque sabía que en mi mente y en mi corazón viviría eternamente.
Quizás me odie, quizás para ella ya no significo nada y solo soy un recuerdo de lo que fuimos hace años, dos jóvenes felices que se ayudaron mutuamente. Ella cambió mi vida, Irina me hizo sentir y vivir, ella lleno de luz de vida y me salvó de todas las formas en las que una persona puede ser salvada. Estoy en deuda de por vida con ella.
Está preciosa, siempre lo ha sido, pero ahora es toda una mujer que ha pasado de tener el mundo encima, a tenerlo bajo sus pies, a ser dueña de su vida y de todo aquello que quiere. Es un orgullo ver que se ha convertido en todo aquello con lo que antes soñaba, aunque ahora no esté a mi lado. Eso es el amor, querer la felicidad del otro a pesar de que eso conlleve tu pena.
-Amigo, ¿vas a venir a cenar con nosotros?
-Mike, prefiero quedarme en casa, no tardaré en irme de aquí otra vez y creo que estaré mejor aquí.
-¿Has decidido volver? Pensaba que venías para quedarte, en fin... Tienes un casting en dos semanas para una buena película, ¿lo has pensado bien?
-Creo que es una decisión tomada, aquí ya no tengo nada...
-Siempre nos tendrás a nosotros Enzo, lo sabes. Deberías buscar tu felicidad y quedarte aquí, no pierdas oportunidades-dice Aby sentándose a mi lado.
Parecen hermanos. Físicamente son iguales, ambos morenos de piel y pelo, ojos claros, altos y de cuerpo delgado. Sobre todo, dos bellezas increíbles.
-Piénsalo bien, todavía tienes tiempo-dice Mike mientras salen de la casa.
Me gustaría ver al padre de Irina, saber que ha sido de él este tiempo atrás y darle las gracias por haberme formado como actor y conseguir estas oportunidades, porque todo ha sido gracias a él. Hace tiempo que tengo dudas sobre si debería seguir dedicándome a esto o simplemente irme a vivir lejos a una casa solitaria y pasar allí mis últimos años de vida, relajado y sin ninguna presión, quizás debería dedicarme a escribir un libro sobre mi vida, o a cuidar niños. Siempre me han gustado los niños, tener uno o dos hijos ha sido un sueño que me hubiese gustado cumplir, pero ya no, conocí a quien quería que fuese la madre de mis hijos y ahora no quiere saber nada de mí.
-Pasará, todo pasa tarde o temprano-me digo a mí mismo en voz alta mientras miro fotos de la boda en las que salgo bailando con Irina.
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La Saga Destino: Perderme.
RomanceSegundo libro de la saga destino. Cinco años han pasado desde que Irina tomó una de las decisiones más difíciles de su vida, abandonar a Enzo. Dicen que dejar ir a quien amas es una forma cobarde de amar, pero ella sabía que debía dejarle ir para q...