-¿Estás diciendo que debería dejar que se quede aquí?
-Solo digo que esa chica estuvo a tu lado durante muchos años, fue tu mejor amiga y ahora necesita ayuda-dice Daniel.
-Daniel cariño, te admiro por el gran hombre que eres, pero ya no conozco a esa persona, no puedo meter en casa a alguien a quien no reconozco, tenemos cosas de valor y sé lo que alguien es capaz de hacer cuando tiene necesidad.
-Cariño, te apoyaré en la decisión que tomes, hagas lo que hagas me parecerá correcto, pero creo que quizás deberías darle una oportunidad, todo el mundo puede cambiar Irina, tú eres el gran ejemplo de ello, mírate.
-No me compares con una drogadicta embaraza y con un novio en la cárcel por favor. Yo era una persona aislada del mundo, no era como ella-digo enfadada.
-Irina no te comparo con nadie, solo quiero hacerte ver que todo el mundo con un motivo puede ser capaz de cambiar cariño, nada más-dice agarrando mi mano.
-Lo pensaré, necesito pensarlo. No quiero que nadie pueda alterar nuestra vida, nos ha costado mucho construir todo esto y estar donde estamos y tengo miedo-digo con los ojos llorosos.
-Está relación solo hay una persona que puede romperla o alterarla y eres tú, nadie más ni siquiera yo, tú tienes el poder de poner las barreras que quieras. Yo no voy a dejarte nunca Irina y no pienso dejar que nadie arruine lo nuestro, salvo que seas tú la que algún día decida dejarme.
-Te quiero más de lo que eres capaz de imaginar, ¿lo sabes, verdad?-digo apoyando mi cabeza en su pecho.
-Yo siempre más a ti-dice mientras me acaricia el pelo.
Nos metemos en la cama y nos ponemos una película mientras que cogemos el sueño para dormir. Daniel me abraza mientras y yo cierro los ojos sintiéndome en mi lugar seguro, en mi casa. Así es como siempre le llamo "hogar", Daniel es mi refugio, a donde siempre acudo cuando tengo un problema, donde acudo cuando hay una buena noticia y a donde siempre vuelvo con los brazos abiertos sabiendo que estoy protegida.
Nunca imaginé llegar a querer tanto a Daniel. Cuando le conocí aquel día en la calle jamás imaginé que se acabaría convirtiendo en mi pareja y mucho menos en la persona con la que estoy construyendo mi vida. Cada vez que le miro siento un amor en el pecho que no puedo explicar.
Enzo sin duda fue el amor de mi vida, no tengo duda de ello, pero Daniel es el amor para mi vida. La gran diferencia de ello es que el segundo es con el que decides compartir la vida y con quien sabes que es correcto estar, a quien al final del día sigues eligiendo a pesar de lo malo o lo bueno y con quien no dudas de que acabarás tu vida de su mano, en cambio el primero es aquel amor que no esperas que llegase y revolucionase tu vida, a quien amas incondicionalmente y tan profundo que hasta duele el corazón, es esa persona que sabes que siempre querrás de una forma u otra aunque eso no signifique que siempre estaréis juntos.
Esa referencia me la enseñó Daniel al principio de nuestra relación y desde entonces empecé a usarla mentalmente para diferenciar el amor que tuve por Enzo al que tengo ahora por Daniel. No podría decir a quien he querido más, porque el amor no puede medirse, amé a Enzo de la manera más real y dolorosa que he amado nunca y amo a Daniel de la manera más sincera y pura que mi corazón entiende, pero jamás podría decir quien es el ganador. Los sentimientos no deberían medirse, si no sentirse, es absurdo medir cuánto quieres a alguien, porque cuando amas debería ser con todo tu corazón y eso es demasiado grande como para calcular cuál es el valor del amor.
A veces pienso como hubiese sido mi vida si Enzo no hubiese cogido ese vuelo, cómo sería si estuviéramos juntos. Cómo sería si ahora quien estuviese abrazado a mí fuese Enzo en vez de Daniel. A veces incluso he llegado a preguntarme si Enzo también encontró al amor como lo hice yo.
Quizás mi vida no sería tan lujosa, no tendría tanto dinero y tampoco viviría en mi casa la cual me encanta, pero estoy segura de que tendría otras muchas cosas las cuales solo sería capaz de darme Enzo. Pero son imaginaciones mías, mi vida es esta, Daniel es el hombre al que quiero y el que me ama, mi casa es perfecta y adoro mi trabajo. Tengo una vida maravillosa y es lo único que importa.
ESTÁS LEYENDO
La Saga Destino: Perderme.
RomanceSegundo libro de la saga destino. Cinco años han pasado desde que Irina tomó una de las decisiones más difíciles de su vida, abandonar a Enzo. Dicen que dejar ir a quien amas es una forma cobarde de amar, pero ella sabía que debía dejarle ir para q...