Capítulo 10.

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-¿Se puede saber qué acabas de hacer?-pregunto enfadada entrando al despacho donde Alexis está sentado en una silla.

-¿Y tú?

-¿Yo de qué?-pregunto.

-¿Vas a seguir fingiendo de una puta vez o vas a ser sincera con tus sentimientos? Llevas dos años intentando evitar el tema de Enzo, negándome que sigues enamorada de él y ahora el karma ha actuado por sí solo.

Me quedo mirando Alexis con los ojos llorosos y sin saber qué decir. lo que más me molesta es que no puedo quitarle la razón ni negarle sus palabras, porque en el fondo se que está siendo sincero y que sus palabras son ciertas por mucho que me cueste admitirlo. Es sin duda una de las mejores personas que me conocen en el mundo y a la cual siempre le he contado la verdad acerca de Enzo, por eso sé que es absurdo el mentirle.

-Yo... Yo...-digo evitando llorar.

Alexis se levanta para abrazarme y apoyo la cabeza en su pecho para finalmente llorar a lágrima tendida.

-Vamos a ir a esa boda y será la única forma que te des cuenta de que ese hombre ya no es el mismo que conociste y que tú tienes una vida increíble con alguien que te ama incondicionalmente-me dice mientras acaricia mi pelo.

Tiene razón. Quizás deba enfrentarme a ver cómo Enzo se casa con otra persona para terminar de pasar página y superar toda nuestra historia.

Asiento con la cabeza en forma de respuesta sin soltarme de los brazos de mi amigo.

-Todavía le quieres, ¿verdad?

-He pasado años pensando que ya solamente vivía en mis recuerdos y que lo único que sentía por él era cariño por todo lo que vivimos juntos, pero hoy...

-Hoy te has dado cuenta de que no le has olvidado y no pasa nada Irina, hay amores que permanecen siempre en el corazón y no puedes luchar contra ello. Lo único que debes tener claro es que él tiene una nueva vida y que tú llevas amando a un hombre perfecto cuatro años y no se merece que llores por un amor del pasado-dice calmándome.

-Soy una novia horrible Alexis... ¿Cómo puedo llorar por un hombre teniendo a Daniel en mi vida?

-Mira cariño, en los temas del corazón nadie manda y por mucho que lo intentemos los sentimientos no se pueden cambiar porque es algo incontrolable, es normal que ahora te sientas así después de llevar tantos años sin ver a Enzo, pero lo superarás y estarás bien, no pienso rendirme contigo Irina, hace cinco años te dije la misma frase y me esforcé para que salieses del pozo donde estabas y ahora vuelvo a decirte lo mismo-dice y después me da un beso en la frente.

-Eres el mejor amigo del mundo, ¿lo sabías, no?

-Sueles decírmelo, si-dice sonriendo-Y ahora vete a casa, yo me quedaré y me encargo de todo.

-¿De verdad?-le pregunto.

-Pues claro boba, ve con tu amado y pasa una tarde de amor.

Hago lo que me dice ya que tiene razón, necesito ir a casa y estar con Daniel. Necesito más que nunca ir a mi lugar seguro y abrazar a mi novio para sentir que todo está bien y que a su lado nada malo puede pasarme.

El camino se hace horrible, ya que no me quito de la cabeza, lo que he sentido al volver a ver a Enzo. Nuestros días en París, sus regalos de cumpleaños, nuestros bailes, la primera vez que nos conocimos, incluso nuestras discusiones por tonterías, se apoderan de mi mente y no me dejan pensar en otra cosa.

Aquellos días con Enzo fueron increíbles, sin duda, alguna de los más bonitos e importantes de mi vida, pero después llegó Daniel con ese amor incondicional y esa forma de solucionar todo e hizo que poco a poco esos recuerdos se fueran de mi mente, hasta hoy.

Amo a Daniel, jamás dudaría de ello, pero ver a Enzo me ha hecho cuestionarme todo. El hecho simplemente de dudar en si sigo enamorada de él hace que me replanteé si estos cuatro años con Daniel han sido reales o simplemente han sido una tirita para mi corazón. Quizás al principio Daniel para superar y olvidar a Enzo, pero todos estos años mi amor ha sido real, o al menos eso he querido creer.

Hemos construido una casa y una vida fascinante y no permitiría que eso se destruyese solo porque un hombre al que amé en el pasado haya decidido venir a mi tienda a comprar un traje para casarse con otra persona.

Tengo que mentalizarme de que Enzo ya no me ama y que rompió su promesa, mentalizarme de que ahora es otra mujer la que ocupa su vida y que al igual que él me olvidó a mí yo no debería dudar de mis sentimientos hacia él.

Hay algo que tengo claro es que no me permitiría perder a Daniel por nada en este mundo y mucho menos por un viejo fantasma del pasado, que ha venido hoy para atormentarme. Quizás si este reencuentro hubiese sido hace años, no hubiese dudado y hubiese ido corriendo hacia los brazos de Enzo, pero ya no, ahora camino hacia mi casa, donde mi gran amor me espera.

La Saga Destino: Perderme.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora