Sin parar de besarnos caminamos hacia la cama de Enzo, a esa en la que todavía siguen las sábanas del Rey León. Pero no importa, nada importa. Solo nosotros.
- ¿Estás segura de esto?-. Me pregunta haciéndome sentir mal por Daniel, pero con ganas de continuar con esto hasta el final.
Empiezo a quitarle la camiseta, él me quita el vestido que me había puesto esta mañana y ambos sabemos lo que viene a continuación. Caemos a la cama y nos dejamos llevar por el momento y por la pasión que ambos sentimos.
Nuestros cuerpos desnudos se funden en uno solo. Ambos sabemos que esto no es correcto, pero no importa. Oírle gemir en mi oído se siente como tocar el cielo. Sus caricias y sus labios recorren cada rincón de mi cuerpo, sin dejar un solo rincón. Sentirle de esta forma era algo con lo que soñaba desde hace años y ahora se ha hecho realidad.
-Irina...- mi nombre sale de su boca cuando llega al clímax.
Yo también lo hago. No me imaginaba que el sexo fuese tan placentero con Enzo y hoy me he dado cuenta de lo que me he perdido todos estos años, aunque haya estado con Daniel en muchas más ocasiones en este aspecto.
Nos miramos, ambos sabemos que quizás esto no vuelva a pasar nunca, o al menos que no debería pasar por el bien de mi estabilidad y de mi relación. Enzo me acaricia la mejilla, como si quisiera protegerme ante cualquier mal del mundo. Y yo sonrío sintiendo algo en mi pecho que solo él me hace sentir.
-Te amo- confieso por fin.
Durante mucho tiempo he fantaseado con decirle estas dos palabras, a pesar de lo que conllevase el hacerlo. Desde que lo vi en la boda he pensado en él a cada momento. Cuando ocurrió lo de Lucía quise contárselo y superarlo juntos. Y es por eso, que entiendo perfectamente que Enzo y yo siempre seremos uno.
Nos dormimos, abrazados. Tan juntos como si incluso pudiésemos compartir los sueños. Siento que estoy en casa, y aunque parezca la misma sensación que siento con Daniel, es bastante diferente. Enzo ha sido el refugio al cual siempre he querido acudir y Daniel ha sido siempre quien me ha abierto las puertas sin importar el motivo. Uno ha sido el que he querido y el otro, al que he podido.
Es injusto, sé que lo es porque Daniel no merece que piense así de nuestra relación, pero quizás todos estos años he intentado engañarme a mi misma porque sabía que era lo correcto. Y no dudo en que le quiera, e incluso le ame, pero jamás podré comparar ese amor con el de Enzo. Quiero a los dos y sé que Daniel me ama por encima de todas las cosas, pero Enzo ha sido y será siempre, el amor de mi vida. A pesar de que Daniel sea el amor para mi vida.
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La Saga Destino: Perderme.
RomanceSegundo libro de la saga destino. Cinco años han pasado desde que Irina tomó una de las decisiones más difíciles de su vida, abandonar a Enzo. Dicen que dejar ir a quien amas es una forma cobarde de amar, pero ella sabía que debía dejarle ir para q...