Capítulo 8.

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-¡Cuéntame todos los detalles!

-Pídemelo por favor-dice Alexis.

-Venga, quiero cotillear y opinar sobre ese chico-le digo mientras doblo unas camisas.

-¡Ha sido increíble tía! Edi es maravilloso de verdad, se ha currado muchísimo estos dos días y he estado muy a gusto con él.

-Me alegro tanto-digo abrazándolo-Pero ahora lo importante... ¿Qué tal el sexo?

-¡Estaba deseando que lo preguntases!

Me cuenta todo con lujo de detalles, desde el primer encuentro hasta los veinte o treinta de después. Me alegra saber que mi mejor amigo ha tenido dos días cargados de sexo y amor con un chico que parece gustarle más de lo que creía. El famoso Edi creo que va a estar presente en nuestra vida a partir de ahora porque veo a Alexis bastante más ilusionado de lo normal cuando queda con alguien. Alexis es un romántico empedernido pero nunca nadie le gusta lo suficiente como para quedar más de un par de veces, pero esta vez creo que va a ser un poco más duradero y eso me alegra.

-Espero que me lo presentes pronto-digo.

-Podríamos quedar a cenar mañana los cuatro si quieres-me dice.

-Perfecto, hablaré con Daniel.

-¿Tú no tienes novedades?

-Me encontré con Lucía...-digo mientras veo cómo le cambia la cara y abre los ojos.

Le resumo la historia lo máximo posible ya que tengo mucho trabajo que hacer en el despacho.

-¿Y qué vas a hacer, vas a dejar que se quede en tu casa?

-No lo sé, Daniel dice que cree que debería hacerlo, pero yo no estoy segura.

-Yo no lo haría, sé que ella fue importante para ti, pero querida han pasado cinco años y no sabes qué tipo de persona es ahora mismo, pero por lo que me cuentas... No parece de fiar y lo siento por ella, pero se lo ha buscado sola.

-Lo sé amigo, pero Lucía y yo fuimos grandes amigas durante muchos años, ese cariño por ella no se me ha ido todavía.

-Hagas lo que hagas, tienes que estar muy segura de la decisión, además ella tiene una habitación, lo que necesita es un trabajo por lo que me cuentas. ¿Por qué no la ofreces que venga a limpiar un par de días a la tienda y la pagas algo?

Pensándolo bien esa opción no es tan mala como la de que venga a casa, pero esta tienda es todo mi trabajo y sacrificio durante mucho tiempo e incluso me da casi más miedo el que alguien que no sea yo o Alexis trabaje aquí, además de la mala imagen que daría tener a una persona como ella aquí. Pero luego lo pienso y en sus ojos la Lu que yo conocí estaba ahí o yo quería que así fuese, quería intentar reconocer a mi amiga a toda costa, quería que siguiese siendo ella...

-Lo pensaré, voy al despacho cualquier cosa me avisas.

-Vale, te quiero jefa-me dice.

-Y yo a ti-digo poniendo los ojos en blanco ante su mote hacia mi.

Cierro la puerta y me pongo mi lista de Spotify de música en inglés triste y relajante para trabajar mejor. Enciendo el ordenador y respondo correos electrónicos.

Apunto en un papel todo lo que tengo que hacer.

1. Responder correos.

2. Hacer pedido.

3. Mirar la cuenta del banco.

4. Llevar el dinero al banco.

El final de mes siempre es muy duro y ajetreado, casi siempre acabo con mucho trabajo acumulado porque me dedico a perder el tiempo charlando y cotilleando con Alexis, por eso los dos últimos días del mes acabo encerrándome en mi despacho sin salir en todo el día salvo a comer un sándwich con Alexis al bar de enfrente.

Este mes las ventas han superado a los dos anteriores. En verano se suelen vender muchos trajes porque aunque parezca que no, hay demasiadas bodas, lo cual hace que el dinero sea mayor. A parte de los accesorios y del resto de cosas que tengo en la tienda y que la gente suele llevarse.

Un mensaje de un local al cual pedí información aparece en el ordenador indicándome si pueden llamarme en un par de horas para hablar de condiciones.

-¡Si!-grito emocionada.

El local que más me gustaba acaba de responderme. Está en Rota, Cádiz. Mi idea con ese local sería especializarlo en ropa veraniega aunque sin perder la esencia de los trajes por supuesto, solo que al ser en la playa el local en vez de poner camisas de manga larga también pondría más variedad de manga corta, pantalones cortos...

Claro que para abrir una tienda allí necesitaría viajar constantemente y eso significaría no ver tanto a Daniel o tener que contratar a alguien de confianza para que me llevase la tienda, algo que es imposible porque en la única persona que confío es en Alexis y él quiere quedarse en Madrid.

La puerta del despacho se abre y veo a Alexis con una cara un tanto extraña, entre preocupación y miedo.

-Irina... Creo que deberías salir ahora mismo.

La Saga Destino: Perderme.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora