El príncipe problemático Novela

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"Esa emoción"

La estación central de Kassen estaba llena de gente, todos eran víctimas del tren descarrilado, familiares de las víctimas o voluntarios agotados. Los andenes eran un caos y desorganizado de heridos y equipaje, era un lío confuso.

Bjorn bajó del tren de Schuber, con el rostro sin emoción. El ruido y la feroz ráfaga de aire frío llenaban sus oídos. Ignorándolo todo, Bjorn se abrió paso entre la multitud. Su sirviente lo siguió, tratando desesperadamente de no perder a Bjorn entre la multitud.

A pesar de que su esposa estuvo involucrada en un grave accidente, Bjorn no parecía ser alguien preocupado por la salud de un ser querido. Simplemente se abrió paso entre la multitud, buscando al jefe de estación, una vez encontrado, Bjorn escuchó atentamente su informe.

El accidente tuvo lugar cuando un muro de terraplén se rompió y provocó que un deslizamiento de tierra chocara con el tren. Algunos de los carruajes quedaron enterrados, por lo que es muy probable que haya víctimas. Desafortunadamente, la operación de rescate se vio obstaculizada por la nieve y la densa niebla.

"¿Todavía podemos usar la línea de salida?" —preguntó Bjorn, después de escuchar el informe de los jefes de estación.

"Sí, hay un tren programado para salir pronto, pero..."

Antes de que el jefe de estación pudiera decir algo más, Bjorn se dio la vuelta y se apresuró a buscar el tren que partía. Bjorn aceleró entre la multitud hasta donde esperaba el tren. Hizo todo lo posible para evitar atropellar a la gente, pero era inevitable y a su paso llegaron los gritos de protesta.

—Príncipe, príncipe —le gritaba el criado de Bjorn—. "Por favor, espera, le diré a Kassen de tu presencia, busca su ayuda".

—No —gritó Bjorn por encima del hombro al encontrar el tren que se dirigía hacia el sur—. "No tenemos tiempo para eso".

El tren estaba siendo cargado con suministros para ser llevados a las labores de socorro. Sin dudarlo, Bjorn se acercó a la locomotora.

"Señor, ¿puedo sentarme con usted?" —preguntó Bjorn cortésmente, de pie en los escalones que conducían al compartimento del conductor. El hombre que estuvo a punto de saltar se le escapó de la piel.

"Oye, joven, si necesitas pasaje, ve a la plaza, ¿sabes qué diablos está pasando..."

"Por supuesto que sí, necesito que me lleves al lugar del accidente, vas allí, ¿no? Mi esposa... Mi esposa estaba en ese tren". Sus ojos, una vez tranquilos, ahora suplicaban y suplicaban al hombre que lo dejara entrar.

El maquinista del tren se rascó la nuca y pareció avergonzado. Los vagones estaban completamente cargados y listos para partir, uno de los controladores hacía señas para llamar la atención de los conductores.

"Está bien, pero va a ser un viaje incómodo, súbete".

Sin pensarlo dos veces, Bjorn abordó rápidamente el vagón que albergaba el botiquín de primeros auxilios. Sus desconcertados asistentes rápidamente lo siguieron. Una vez cerrada la puerta, el vagón partió hacia el lugar del accidente, sin perder tiempo en su viaje.

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La voz del alcalde de Kassen resonó a través del cuartel, donde se encontraba el centro de mando de las labores de socorro. Sorprendido por la noticia de que el Príncipe de Lechen estaba en el lugar del accidente y, lo que es más, exigía la lista de los supervivientes.

El alcalde salió de la carpa y pudo ver a un equipo de voluntarios bloqueando el camino de un joven muy alto y de cabello platinado, que físicamente intentaba abrirse paso entre todos.