XXXII

11 2 1
                                    

HAYLEY

Acaricio la barbilla de Calum, sintiendo como sus labios se mueven lentamente sobre los míos. Me encuentro recostada sobre las mantas, que hemos subido para ver el espectáculo de fuegos artificiales, mientras Calum está acomodado sobre mí, con cuidado, impidiendo dejar caer todo su peso.

Todo el mundo alrededor desaparece cuando me pierdo en la suavidad del beso que estamos compartiendo. Siento la respiración de Calum mezclarse con la mía mientras la música continúa sonando, dándole a la situación un ambiente más romántico. Poco a poco, el cuerpo de Calum se pega más a mí, provocando que las mariposas en mi estómago comiencen a aletear.

Me doy la libertad de dirigir mi mano hacia su nuca, para pegarlo más a mí, haciéndolo sonreír mientras me acaricia la cintura con suavidad. Las palabras que salen de la bocina carecen de sentido conforme las caricias de Calum suben de intensidad, provocando que los latidos de mi corazón se aceleren. Estoy segura de que, si él decide hacer un movimiento en este momento, no tendré la voluntad necesaria para frenarlo.

—Siento que jamás voy a tener suficiente de ti, preciosa —dice Calum, separándose de mí y mirándome a los ojos—. Podría pasar el resto de mi vida besándote.

—Ahora ya tienes la libertad de hacerlo más seguido —le digo, observando como un hermoso brillo se instala en su mirada— y sin tener que escondernos.

—Irwin va a odiarnos demasiado —murmura Calum, recostándose a un lado mío, sin dejar de mirarme. Yo me río de su comentario mientras asiento con la cabeza—. Adoro el sonido de tu risa, Hayley.

—Me gusta cuando dices mi nombre —confieso.

—Hayley, Hayley, Hayley —repite haciéndome reír.

—Detente —le pido, intentando controlar mi risa.

En ese momento, una nueva canción comienza a sonar y observo como Calum se pone de pie con una sonrisa en el rostro, ofreciéndome su mano mientras me pregunta «¿quieres bailar, preciosa?» Tomo su mano, curiosa por descubrir lo que pasa por su mente, y cuando me pongo de pie, Calum me pega a él, comenzando a balancearse de un lado a todo, de manera lenta.

Dejo que mi cuerpo sea guiado por el ritmo de la canción mientras miro a Calum sonreír como si estuviera viviendo el mejor momento de su vida. Nuestros cuerpos se deslizan con gracia, acercándose y alejándose entre ellos, haciéndome querer congelar el momento y vivir eternamente en él con un sentimiento de ternura instalado en mi pecho.

El roce de su mano sobre mi cintura, sujetándome con firmeza, y nuestras manos entrelazadas crean una burbuja de intimidad que deseo no reventar pronto. Escucho a Calum comenzar a cantar el coro de la canción provocando que el momento se vuelva muchísimo más mágico. La débil iluminación de la azotea y la luna caen sobre nosotros mientras me permito perderme en los ojos de Calum.

And I don't know why —canta Calum— I can't keep my eyes off of you.

Su voz se siente como una caricia. Sonrío disfrutando del momento y, cuando la canción está terminando, Calum me hace dar un par de giros para luego atraerme hacia él. Me acomoda el cabello, dándose permiso de colocar su mano en mi nuca y se inclina hacia mí.

—Voy a besarte, Hayley —murmura y yo atino a asentir antes de que él pegue sus labios con los míos, provocando que mi corazón se emocione y todo mi ser se ponga a su disposición.

────────⊹⊱✫⊰⊹────────

Calum abre la puerta del departamento de Ashton, con su propia llave y se hace a un lado para dejarme pasar primero. Le agradezco con una sonrisa y frunzo el ceño al notar que todas las luces se encuentran apagadas. ¿Acaso Ashton se ha ido a otro lado sin avisarnos? Antes de que pueda hacer un comentario al respecto, Calum me toma de la mano y me dirige, a ciegas, hacia el pasillo que conduce a las habitaciones.

Entramos en la habitación que Ashton había decidido que sería para los invitados y Calum enciende la luz, permitiendo que pueda observar el lugar a detalle. Una sonrisa se dibuja en mi rostro cuando observo un pijama gris descansando al pie de la cama, hecho completamente bolas, y un perchero con algunas prendas de Calum colgando de él. Paseo mi mirada, capturando cada pequeño detalle. Una cajetilla de cigarrillos, unos audífonos enredados y una pequeña libreta roja, acompañada por un par de libros de partituras, descansan sobre la mesita de noche.

Justo a un lado de la mesita, puedo ver un bajo de color rojo, con las cuerdas algo desgastadas, reposando en su base. Sonrío cuando la imagen de Calum, sentado en la cama, tocando las cuerdas, completamente concentrado, mientras intenta seguir las notas de algún libro de partituras, aparece en mi mente.

—Creo que ya guardé todo —dice Calum, sacándome de mis pensamientos.

—Parece que has pasado bastante tiempo aquí —comento mientras me giro para mirarlo—. Todo este lugar grita tu nombre. Es lindo que Ashton te haya permitido tener tu propio espacio en su departamento.

—Bueno, no es como que me lo haya permitido —comienza a explicar Calum y puedo notar como su cuello se pinta de un ligero tono rojizo—. Más bien, digamos que yo decidí invadir la habitación hace algunas semanas.

—¿Has estado viviendo con Ashton? —pregunto con curiosidad. Calum asiente—. ¿Por qué?

—No estoy viviendo con él, realmente —dice intentando no mirarme—. Más bien me permitió quedarme aquí cuando tú y yo nos estábamos dando espacio —Dejo salir un pequeño «oh» que intenta expresar la sorpresa que la información me ha causado—. Pasaba las noches aquí cuando sentía que podía salir, a mitad de la noche, a buscarte.

Su confesión hace que mi corazón se acelere, provocando que me acerque a él. Me tomo la libertad de rodear su cuello con mis brazos mientras sonrío.

—Si lo hubieras hecho, ¿qué crees hubiera pasado? —le pregunto, en un susurro, mirándolo a los ojos.

—Tengo varias ideas, pero dudo que se hubieran hecho realidad —responde, haciéndome sonreír.

—Quizá esta noche estés de suerte —digo, cortando la distancia entre nosotros para poder besarlo.

Calum sube su mano hacia mi nuca, para pegarme más a él y poder profundizar más el beso. Mis pulmones luchan por conseguir algo de oxigeno mientras mi cerebro se desconecta, dejándome a merced de Calum y siento las yemas de mis dedos arder, deseosas de poder tocar más de él y, cuando estoy a punto empezar a empujarlo hacia la cama, se separa de mí, dejándome hecha un desastre.

—Deberíamos despedirnos de Ashton —me dice con la voz sofocada— y largarnos de aquí.

Asiento, con la razón nublada por el deseo, y sigo a Calum fuera de la habitación. Caminamos hacia la habitación en donde duerme nuestro amigo y, antes de que Calum pueda abrir la puerta, lo detengo. Escuchamos a Ashton soltar una carcajada y miro a Calum quién parece igual de sorprendido y confundido que yo. «Está hablando por teléfono» susurra mi novio, haciéndome asentir con la cabeza a modo de respuesta.

—Hubiera sido lindo que vinieras —escucho que dice Ashton y abro los ojos con sorpresa, retrocediendo unos pasos, alejándome de la puerta.

—Está ocupado —susurro—, no deberíamos molestarlo.

—No podemos sólo irnos, preciosa, sería grosero —responde Calum y yo me muerdo el labio inferior—. Si fuera Hemmings, no me importaría, pero es Ashton.

Suelto una pequeña risita ante su comentario.

—Podemos mandarle un mensaje de texto —sugiero— y que lo lea cuando se desocupe.

—Si es que cuelga el teléfono algún día —se burla Calum—. Sólo hay que irnos, preciosa. Irwin no va a extrañarnos.

Sonrío ante la necesidad que expresa Calum en sus palabras y asiento, tomándolo de la mano, caminando hacia la salida con mi corazón y la emoción haciendo de las suyas en mi interior. 

Lost in Reality//Calum Hood//Nueva VersiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora