Capitulo 171: Secularización (8)
“¡Escapemos por el flanco derecho! ¡Marcha rápida!”
Incluso ante la amenaza inminente, Santa Anna no se rindió. Demostró su habilidad táctica sobresaliente.
Sus tropas rebeldes comenzaron una marcha rápida para eludir a las fuerzas de represión que avanzaban desde el norte y el sur.
En la región montañosa, la caballería del ejército central no podía desplegar toda su fuerza.
‘Si logramos escapar una vez más...’
Mientras el enemigo tuviera el telégrafo y los ferrocarriles, el cerco continuaría. Sin embargo, si lograban seguir escapando, tal vez podrían cruzar la frontera.
¿Acaso la Confederación del sur, que estaba en plena guerra civil y necesitaba tropas y armas, los recibiría? Aunque Santa Anna sabía que era improbable que quisieran enfrentarse directamente al Imperio Mexicano, se aferraba a cualquier esperanza. Pero la preocupación creció al ver la expresión ansiosa del mensajero que se acercaba apresuradamente.
“¡General! Se están acercando otras dos divisiones por el frente.”
El ejército de represión parecía decidido a no dejarles escapar, rodeándolos desde todas las direcciones.
La situación era desesperante.
Los rostros de los oficiales se oscurecieron.
“No queda otra opción más que romper el cerco por un lado.”
El cerco no era completamente cerrado. Las tropas que avanzaban desde el norte, el sur y el este estaban a diferentes distancias, debido a la ubicación de las estaciones de tren que habían utilizado.
Eso significaba que aún quedaba un punto débil.
“Romperemos hacia el noreste.”
¡Boom!
Tras avanzar algunos kilómetros más, se escuchó el estruendo de la artillería.
La batalla había comenzado en serio.
“¡Solo necesitamos vencer a esta división frente a nosotros! ¡Somos 32,000 soldados!”
Los oficiales animaban a sus hombres.
Aunque querían escapar, al final tendrían que enfrentar al enemigo. El ejército imperial no era tonto y había reducido la distancia entre las divisiones para estrechar el cerco.
“El enemigo no tiene más de 20,000. ¡Rompamos rápido!”
Santa Anna dirigía personalmente en el campo de batalla, esforzándose por atravesar la división frente a ellos.
El enemigo, consciente de que intentarían pasar, había retrocedido ligeramente y tomado una posición ventajosa en las colinas, sin apresurarse a atacar.
El terreno se volvía tácticamente desfavorable, pero no había otra opción. Si se quedaban quietos, serían bombardeados, y el tiempo era escaso.
“¡Carguen! ¡Avancen cubriéndose con el terreno!”
¡Boom! ¡Boom! ¡Boom!
¡Shhhhh—!
¡Bang!
Los proyectiles de artillería barrían la pendiente, arrancando soldados mientras subían la colina.
“¡No se detengan! ¡Carguen!”
Incluso el propio Santa Anna avanzaba al frente. Si tardaban demasiado, las divisiones del flanco derecho se unirían.
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Me convertí en el príncipe heredero del Imperio Mexicano
Historical FictionMe convertí en el príncipe heredero. "Si hubiera sabido esto, habría ido a Inglaterra o a Estados Unidos." Ah- Suspiré profundamente. Era un joven común al que le gustaban los juegos de historia. En los juegos de historia aparecen muchos países, per...