Capítulo 65

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La universidad y la esclavitud (6)


Septiembre de 1834.

"Su Majestad, acaban de aprobarse los detalles del plan y el presupuesto para la creación de la universidad secular."

Diego me informó sobre el asunto en el que he estado más enfocado últimamente.

"Por fin comienza."

La ley para la creación de la universidad secular, junto con la construcción del puerto y los astilleros en Veracruz, finalmente fue aprobada, después de 18 meses solo para empezar con el diseño.

‘Al final, las cosas solo avanzaron cuando me involucré personalmente.’

Probablemente puse demasiada confianza en los republicanos desde el principio. Aun así, hubo algunos logros.

Los republicanos, que en su momento fueron una fuerza poderosa pero se habían mantenido en las sombras durante años, finalmente rompieron su caparazón y empezaron a enfrentarse a la Iglesia.

"Esta vez intervine como mediador, pero los republicanos y la Iglesia seguramente seguirán enfrentándose en el futuro, ¿no crees?"

Le pregunté a Diego.

"Eso parece inevitable, Su Majestad. La Iglesia, que teme el cambio social, y los republicanos, que lo anhelan por encima de todo, están destinados a chocar."

"Así es."

Diego, con su inteligencia innata y su capacidad para adaptarse, se ha vuelto cada vez más valioso. No es parte de la clase terrateniente, por lo que su mentalidad sigue siendo flexible.

"Entonces, ¿se aprobó todo según mi plan?"

"Sí, se aprobó tal como usted lo había propuesto."

Al final, logré persuadir al diputado Pedro para que aceptara todo lo que yo quería en el plan.

La universidad se construirá en Morelia.

A cambio de donar las tierras y fondos de la familia real, se llamará ‘Universidad Imperial de México’.

Originalmente solo planeaba donar tierras, pero al ver que el presupuesto que proponían no era suficiente para lo que tenía en mente, decidí aportar fondos también.

"¿Se adjudicaron las obras mediante licitación pública?"

"Sí, tal como usted ordenó, aunque dado el tamaño del proyecto, la única empresa con la capacidad demostrada para llevarlo a cabo es Ortega Construcciones, por lo que no fue difícil adjudicárselo."

En este caso, aunque la licitación pública fue más bien una formalidad, sugerí que se introdujera en los proyectos de construcción del gobierno para empezar a dejar que otras compañías tomaran proyectos más pequeños.

El presupuesto es de 500,000 pesos, que al valor actual equivaldría a unos 23 mil millones de wones.

Normalmente, las universidades de esta época empezaban con uno o dos edificios y se expandían conforme obtenían más fondos, pero en nuestro Imperio Mexicano no existía ninguna universidad integral de primer nivel, así que decidimos hacer una inversión significativa.

De esos 500,000 pesos, 150,000 provendrán de los fondos de la familia real. Mi padre aportará 50,000, y yo los otros 100,000.

‘Después de todo, las tierras son de mi padre, así que no debería quejarse.’

***

Antes de comenzar con el diseño formal, tomé el tren y me dirigí a inspeccionar las obras del puerto y los astilleros en Veracruz.

Me convertí en el príncipe heredero del Imperio MexicanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora