Capítulo 75

825 83 3
                                    

Banco Central y la Armada (2)




Noviembre de 1835, Kansas, Estados Unidos.

"¿Es realmente seguro que nos vendan estas armas de hierro?"

"¿Por qué? ¿Acaso planean volver a luchar contra nuestro Imperio Mexicano?"

El comerciante mexicano respondió con aire relajado.

"No, no es eso... Ahem, fue un buen trato."

"Entonces, nos veremos la próxima vez."

Aunque no hubo un contrato formal, solo una promesa verbal de no cruzar la frontera, el Imperio Mexicano cumplió su palabra.

La tribu comanche, que había resuelto su problema inmediato de escasez de alimentos, pronto se adaptó al entorno de Kansas, que era similar a su tierra natal.

Kansas, con vastas llanuras, algunas colinas bajas y un paisaje natural hermoso bajo un cielo inmenso, ofrecía un nuevo hogar.

Aunque tenían que competir con otras tribus nativas y colonos estadounidenses, también había grandes manadas de búfalos.

Pero no solo eso.

"Parece que fue una buena decisión venir al norte."

"Sí, estos tipos no están preparados para defenderse de los saqueos."

"Jejeje, nos viene perfecto. Si lo hubiéramos sabido, habríamos venido todos."

En Estados Unidos, existían otras tribus nómadas como los arapaho, pero ninguna tenía la magnitud o las habilidades de los comanches.

"Tenemos que hacer que nuestra tribu crezca."

"Así es. Pronto los estadounidenses se darán cuenta de nuestra presencia, y eventualmente tendremos que pelear con ellos."

La derrota a manos del Imperio Mexicano fue un duro golpe para los comanches. No obstante, siguieron cazando búfalos y saqueando, además de empezar a conquistar y absorber a otras tribus nativas. Esto pronto se convertiría en una pesadilla para los colonos de Kansas.

Estados Unidos, siempre atento a los movimientos de los nativos, no tardó en percatarse de la situación.

"…¿Estamos hablando de un grupo nómada de 17,000 personas? ¿De dónde han salido?"

"Parece que han cruzado desde México."

"¿Desde México? Acabamos de firmar un acuerdo sobre la reubicación de nativos, y ahora sucede esto."

No pasó mucho tiempo antes de que esta noticia, descubierta por las autoridades locales, llegara al gobierno central de Estados Unidos.

"Las colonias en Kansas están siendo arrasadas. ¿No deberíamos protestar ante México por esto?"

"¿De qué serviría protestar? México no controla a estos nativos."

Ante la sugerencia de su asesor, el presidente Jackson respondió con escepticismo.

"Pero al menos podríamos pedir más información."

"Eso es cierto. Está bien, protestemos ante México entonces."

"Sí, señor."

La protesta de Estados Unidos fue rápidamente transmitida al Imperio Mexicano, pero la respuesta mexicana fue evasiva.

"¿Deberíamos permitir que los indios sigan saqueando nuestro Imperio? Enviamos al ejército, y simplemente huyeron hacia el norte al verse superados."

"¿No podían haber evitado que cruzaran la frontera?"

"¿Cómo íbamos a detener a miles de jinetes escapando por la llanura?"

Me convertí en el príncipe heredero del Imperio MexicanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora