Confiscación.
Recuperamos los bienes de la gran hacienda de Don Sebastián y recorrimos otras haciendas en la región de Puebla para recuperar tantos bienes como fuera posible.
Los granos realmente se pudren de tantos que hay.
Nos tomó cinco días regresar a Ciudad de México porque no había suficientes caballos y los soldados tuvieron que arrastrar los carros a mano.
Los carros se rompian o dañaban constantemente, fue un desastre total.
Tuvimos que cortar árboles en el lugar para reparar o fabricar nuevos carros.
Pero al menos no hubo idiotas que intentaran asaltarnos, supongo que debería agradecer por eso.
Finalmente llegamos a Ciudad de México después de todas las penurias. A las afueras de la ciudad ya había cientos de carros que habían llegado. Estos bienes fueron traídos de las haciendas confiscadas en todo México.
-También están construyendo nuevos almacenes-.
-Sí, parece que necesitaremos mucho espacio, ya que no podemos vender los bienes para convertirlos en moneda-.
Antes de la independencia, México (Nueva España) usaba naturalmente la moneda española, el real (también llamado rial o riyal) y el dólar español de 8 reales.
Después, México emitiría su propio peso basado en el sistema decimal, pero justo después de la guerra de independencia, en este periodo de transición, la moneda no circulaba bien y, naturalmente, la economia era un desastre.
El coronel Fernando, tal como había dicho antes, despojó a los soldados de sus uniformes, incluso de sus botas, y mostró una meticulosidad impresionante al inspeccionar personalmente a los oficiales.
Después de descargar los bienes en los almacenes temporales, fui a informar a mi padre.
El coronel Fernando le informó a Agustín I sobre el conflicto con el general Javier en el almacén de Sebastián.
-¿Qué? ¿Hubo alguien que intentó desviar los bienes?-.
-Si, Su Majestad-.
Agustín I frunció el ceño.
-Entiendo que si enviaron un mensajero justo después de mi discurso, eso explicaria la rapidez, pero la cuestión es quién envió esa información. Coronel Fernando, asegúrese de investigarlo a fondo-.
-Si, Su Majestad. Me aseguraré de investigar de dónde vino esa información-.
Agustin I me miró y dijo:
-Te dije que te escondieras cuando empezara la batalla, pero, ¿mataste al comandante enemigo disparando un cañón?-.
-...No fui yo quien disparó. El teniente Manuel apuntó cuidadosamente y yo solo observé-.
-tú sugeriste que, como estaban lo suficientemente cerca, debían apuntar al comandante enemigo. ¿Es cierto?-.
-...Si, Su Majestad.-
-Según el informe, el teniente Manuel iba a disparar hacia los soldados enemigos, pero... -.
-Entonces tú también tienes mèrito. Si la batalla hubiera continuado, habria durado mucho más y habríamos tenido muchas más bajas. ¿No es así, coronel Fernando?-.
-Si, es cierto, Su Majestad. Si no hubiera sido por la decisión de Su Alteza, las bajas del enemigo habrían sido devastadoras, y nuestras propias pérdidas habrían sido tan graves que apenas habriamos tenido suficientes hombres para recuperar los bienes-.

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Me convertí en el príncipe heredero del Imperio Mexicano
Historical FictionMe convertí en el príncipe heredero. "Si hubiera sabido esto, habría ido a Inglaterra o a Estados Unidos." Ah- Suspiré profundamente. Era un joven común al que le gustaban los juegos de historia. En los juegos de historia aparecen muchos países, per...