Guerra México-Francia (8)
Albin Roussin, quien supervisaba la fundación de la Academia Naval Francesa en el puerto de Brest, la École Navale, estaba destinado a convertirse en el Ministro de la Marina. Sin embargo, ante la cambiante situación, fue nombrado almirante de la flota expedicionaria.
"Debemos aceptar que la tecnología de construcción naval de México ya ha superado a la de Francia."
Con esa introducción calmada, el almirante Roussin inició la conversación, pero uno de sus capitanes no estuvo de acuerdo.
"¿Superado? Si quisiéramos, podríamos construir esos 'buques de torreta giratoria'. Blindar los barcos con hierro solo es una cuestión de dinero, y aunque su capacidad de las máquinas de vapor parece ligeramente superior, podemos construir lo mismo. Las torretas giratorias y los cañones de gran calibre podrían ser replicados por nuestros ingenieros con unos pocos meses de ensayo y error."
"Si cuentas esos meses de ensayo y error, más el tiempo de construcción, pasarán tres años. México ya pasó por ese proceso. Esa es la diferencia tecnológica, ¿no crees?"
"…Tiene razón. Mis disculpas."
"No hay problema. Asumamos esta realidad y sigamos adelante."
El almirante Roussin había revisado detalladamente los informes de la primera batalla. Tras analizarlo todo, llegó a la conclusión de que la tecnología naval de México había superado a la de Francia y que, incluso con su vasta flota, podrían perder.
Él fue quien insistió en reunir todos los acorazados disponibles en Francia. Aceptó el puesto de comandante de la expedición bajo la condición de que se movilizara toda la flota, no solo una parte de ella. A diferencia de su predecesor, no cometería el error de subestimar al enemigo.
Daré todo lo que tengo.
"Los buques de torreta giratoria causarán un daño inimaginable a nuestros acorazados. Para contrarrestarlos, debemos usar bien nuestras fragatas y bergantines, especialmente los bergantines."
"¿Es posible detener a los buques de torreta giratoria con bergantines?"
Un comandante a sus órdenes preguntó con escepticismo.
"En esta operación tenemos superioridad numérica en acorazados, pero nuestra verdadera ventaja está en el gran número de barcos medianos y pequeños. He oído que los buques de torreta giratoria mexicanos tienen un francobordo muy bajo, lo que significa que si los bergantines se acercan lo suficiente, no podrán ignorarlos y deberán atacarlos primero. Si logran acercarse lo suficiente e incluso embestirlos, podrían volcarlos."
El almirante Roussin creía que la derrota en la primera batalla se debió más a los buques de torreta giratoria que a las fragatas blindadas. Sabía que la gran debilidad de esos buques era su bajo francobordo, lo que los hacía vulnerables en aguas abiertas.
Uno de los subordinados reflexionó un momento y expresó una objeción:
"Es cierto, pero los buques de torreta giratoria son barcos de vapor. Los bergantines no podrán seguirles el ritmo. Mientras retroceden, girarán sus torretas y nos cazarán."
El comandante señalaba la superioridad de velocidad de los buques de torreta giratoria. Roussin respondió inmediatamente:
"Déjenlos cazar."
"¿Quiere decir que usaremos los bergantines como carnada?"
"Exactamente. Los buques de torreta giratoria tienen otra debilidad: sus cañones de gran calibre tardan mucho en recargarse. México solo tiene cuatro de esos barcos. Aunque hayan construido más, si desplegamos nuestras 60 fragatas y bergantines por todos lados, no podrán neutralizarnos fácilmente. Mientras tanto, podemos destruir sus acorazados."
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Me convertí en el príncipe heredero del Imperio Mexicano
Ficção HistóricaMe convertí en el príncipe heredero. "Si hubiera sabido esto, habría ido a Inglaterra o a Estados Unidos." Ah- Suspiré profundamente. Era un joven común al que le gustaban los juegos de historia. En los juegos de historia aparecen muchos países, per...