Persiguiendo a Justin Bieber (Hot)

Capítulo 4.Tentación hecha hombre.

Me miré buscando alguna imperfección visible pero no la haye, retoque un poco mis labios con mi brillo sabor a fresas y sonreí. Salí de mi habitación y saludé a mi hermano abrazandolo como todos los días.
-¿A dónde vas tan guapa? Joder que casi no te reconozco.
-¿Pero tu de qué vas? ¿Ahora eres buen hermano?
-No, sigo siendo malo. Sólo digo que te vez guapa.-Dijo riendo y le pegué en la cabeza.
-Saldré con April.
-¿April?-Lo sentí tensarce y sonreí, yo sabía que le gustaba.
-Ajá, si quieres vas con nosotras.
-N...no, tengo que...¡Estudiar! Si estudiar.
-Como digas...-Dije riendo.
Miré por todos lados y el auto de mi amiga llamó mi atención, me acerqué a el y me subí.
-Pero que guapa Karma.-Dijo abrazandome, le sonreí y respondí a su abrazo.
-Pero mira quien lo dice, tu estas hermosa.
-Gracias, espero conseguir a alguien hoy y ojalá tu igual.-Comenzó a conducir como siempre, a todo lo que puede.
-No gracias, sola estoy bien.
-¿Sola o acompañada cada que Mike se le ocurra?
-Ya April...
-Es verdad, hoy si o si.-Hizo una pausa metiendo algo en mi gran escote.-Tienes sexo.
Saqué lo habia metido y me sonroje un poco al ver que era un condón.
-No te vayas con un capullo.-Se bajo del auto y yo también, acomode el condón en mi bra y suspire, alce mi vista y pude vel el Antro más famoso de L.A., la música se sentía desde acá y la gran fila de gente que esperaban para entrar me hizo preocupar pero cuando los guardias nos abrieron la puerta y le sonrieron a April me tranquilice.
Tomé su mano ya que había mucha gente caminamos por entré todas esas personas que bailaban como si no hubiera mañana. Nos sentamos en una mesa y rápidamente un mesero tomó nuestro pedido.
-Hay muchos candidatos a ser tu sexo rápido.-Solté una carcajada y negué con la cabeza.
-No he visto a ninguno aun.
Le sonreí al mesero que me entregó mi trago y rápidamente lo bebí todo, sintiendo ese líquido que quemaba mi garganta y bajaba hasta mi estómago.
Sentí la mano de April tirando de mi hacía la pista de baile, comencé un poco tímida pero luego me solté y baile como me gustaba hacerlo, sensual. Podía sentir las miradas de los hombres y eso me hacía sentir bien, me daba más confianza de lo que hacía.
Unas grandes manos se posaron en mis caderas y me giré dispuesta a reclamarle a su dueño de que las quitará pero tuve que sonreír al ver que era el mismísimo Justin Bieber el que lo hacía.
-No pensaba verte tan pronto, pero me alegra, te vez guapísima.
Me límite a responder con un gracias y una sonrisa amable. Justin llevo su mano a mi diminuta cintura y me apego a su cuerpo, comenzamos a movernos lentamente, podía sentir como su masculino aroma llenaba mis fosas nasales y no niego que me gustaba, su olor era tan peculiar y...Único.
-¿En que tanto piensas?
Alce mi vista y sonreí al ver sus hermosos ojos mieles, Dios con razón tantas adolecentes lo amaban.
-En ti.-Dije sincera, el me miró con una ceja arqueada y esbozó una sonrisa dejándome ver esos hermosos dientes blancos.
-¿En mi?
-Ajá, pensaba en lo afortunado que eres.-Mentí.
-¿Por qué lo soy?
-Porque puedes tener a la mujer que quieras, tienes muchas fans que darían lo que fuera por ti, eso debe ser muy gratificante.
-Lo es, pero al mismo tiempo no. ¿Sabes? Algunas veces desearía ser normal, como otro chico cualquiera, con problemas, rabias, alegrías y todas las cosas que implica ser normal.-Traté de memorizar todo y guardarlo en mi mente, después de todo era mi trabajo.
-Vamos por un trago, chico normal.-Dije riendo, quería quitar la tensión del ambiente.
Nos acercamos a la barra y pedimos unos tragos, Justin pidió una cerveza y yo un jugo, no queria embriagarme y que se me saliera algo.
-¿Quieres?-Dijo ofreciéndome de su cerveza.
-No gracias, no me gusta la cerveza.-Y era cierto, no me gustaba para nada la cerveza, tenia un sabor muy asqueroso para mi paladar, me gustaban los sabores dulces.
-Vamos, porque no ¿No bebes?
-Si lo hago, es solo que no me gustan las cervezas, saben muy mal.
-Haré que te gusten.
-¿Y cómo?
-Ya lo verás.
Llevábamos un tiempo conversando y Justin se había pasado de tragos, yo, por otra parte, seguía con mis 5 sentidos alertas.
-Es mejor que nos vayamos, vienes con alguien?
-No...Siempre ando solo.
Hice una mueca y le quiete de las manos su cerveza número 21 que habia bebido, si, se las conté.
-Te llevaré a tu casa, dame tus llaves.
-Puedo irme solo, pero si quieres pasar la noche conmigo no tengo ningún problema.-Trató de sonreír seductor pero no le salió,negué con la cabeza y revise sus bolsillos encontrando sus llaves.
-Subete rápido antes de que te deje aquí tirado.
-Si, mamá.
Me subí al asiento del copiloto, nunca había conducido un auto tan lujoso como este, lo encendí y comencé a conducir.
-Dobla a la derecha, me quedo en el Hotel de la esquina.
-¿Y viniste en auto por dos calles?
-Soy famoso Jess, no puedo caminar diez pasos sin que me saquen una foto o me persigan las fans.
Suspire sabiendo que era verdad y enstacione el auto frente al gran y lujoso hotel. Me bajé rápidamente y ayude a Justin a que se bajará sin caerce, por suerte no había ningún paparazzi.
Entramos al hotel y al ascensor.
-¿Cuál es tu piso?
-La Suite privada, el último piso.-Marqué el botón con el número 43 en ella y suspire afirmando a Justin, luego de 2 minutos de incómodo silencio, las puertas del asensor se abrieron y mi boca se abrió completamente al ver lo lujoso que era todo, era mi departamento completo caía 4 veces en este. Entramos y caminamos hasta que encontré una puerta grande y negra que suspuse que era la del cuarto de Justin ya que era la habitación principal, lo deje en la gran cama matrimonial y me dispuse a salir pero su brazo me lo impidió.
-Quédate conmigo esta noche, Jessica.
Y como me podría negar a la tentación hecha hombre.