Capítulo 29.Nada ni nadie más.

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Chris me abrazó sin saber que más hacer, llore al menos 1 hora sin parar, se sentía bien liberarse, desahogarse.
Tomé mi celular y le marque a Justin y le pedí a Chris qué me dejara sola.
Aclare un poco la voz y escuche su respiración.
-También te qui..ero.-Mi voz se quebró pero evite ponerme a llorar aunque las lágrimas calleran incesantes por mis mejillas.
-Creí qué no me responderías.-Su voz sonaba débil y quebradiza, y eso logro romperme el corazón.
-Ya vez.-Dije sin saber que decir. El silencio se hizo presente y sabia que el no lo rompería.-Solo quiero estar unos días lejos de todo.
-¿De mi también?
-No, pero tu si y yo quiero que te sientas bien, no importa lo que digas, se que estas cansado y ya no quieres más problemas y estar tranquilo por un tiempo y eso harás. No me busques, no me llames, no pienses en mi. Cuando yo crea que es hora volveré y hablaremos pero por ahora no.-Sentí un sollozo salir de sus labios y una fuerte punzada en mi pecho logro hacerme dudar.-Recuerda cuanto te quiero.
-No, no quiero estar solo, por favor...-Cerré fuerte los ojos y deseé estar cerca de el para abrazarlo.
-Nos vemos, Justin.
Y colgué.
Soy la peor persona del mundo.
No sé lo que siento.
No sé lo que me pasa.
Simplemente no sé.

Chris trato de animarme con pizza, sushi y muchos alimentos que solían gustarme pero nada me convenció. Me sentía vacía pero en el fondo sabía que estaba haciendo algo bien, seria bueno si Justin se olvidara de mi, se buscará una prostitutas cualquiera y me engañara, suena feo pero sería perfecto, perfecto para Marian, inventaría mil cosas, me haría la víctima y a el un desgraciados cuando soy yo la culpable.
Los días pasaban y yo seguía igual, la pens y culpa me estaban consumiendo a tal punto de consumir drogas, eso me alejaba un poco de la realidad.
Ya habían pasado 8 días y tenia que volver, debía volver. Arregle todas mis cosas y me despedí de Chris me dio un abrazo y susurro un "Todo estará bien, confía en ti"
Conduje hasta mi apartamento y estacione el auto, fotógrafos me esperaban pero los ignore por completo, se que mi cara les dará mucho de que hablar pero me vale mierda. Entre y abrí la boca a más no poder, estaba todo lleno de flores y cosas lindas, saque una tarjeta que traía uno de los arreglos y comencé a llorar.
"preciosa, lamento haber sido un idiota contigo pero quiero reparar todos los daños, si aun sigues queriendome te esperaré en mi departamento hoy a las 6 y si no, lo entenderé.
Te quiere, Justin.
PD:Usa el vestido."
Busque por todas partes el vestido del que hablaba hasta que encontré una caja azul con una cinta sobre mi cama, la abrí y había un hermoso vestido azul algo suelto pero la parte de arriba era ajustada a mi cuerpo, tenia una especie de cinturón que delimitaba la diferencia de texturas y encaje en la zona superior.
Mire la hora en mi celular y eran las 5:30.
Imposible? No. Difícil? Tal vez. Posible? Todo el tiempo.
No tenia tiempo para bañarme pero lo había hecho antes de venirme. Me saque toda la ropa y busque la lencería más sexy que tenia, siempre preparada. Me puse una de encaje, que era negra y pequeñita. Me puse el vestido y unos tacones negros, me miré en el espejo y deje escapar un chillido. Creo que Justin no sabe muy bien cual es mi talla, me quedaba un poco grande.
Me saque rápido el vestido y saque uno de mi closet, era rojo pasión, muy sensual por cierto. Me maquille sencillo pero con unos fuertes labios rojos. Tome mis llaves y una abrigo para cubrirme y salí disparada. Vi la hora en mi celular y eran las 6:23.
Conduje lo más rápido que podía llegando justo a las 7.
Me baje y corrí, subí las escaleras ya que el ascensor no estaba y llegue casi con asma a su puerta. Arregle mis pechos y toque la puerta, 1, 2, 5, 3627 veces pero nadie me abrió. Rendida y cansada volví a mi auto y repose la cabeza en el volante. Debía encontrarlo y eso haré. Busque una página de beliebers donde siempre sabia donde estaba Justin y estaba en un antro no muy lejos de aquí. Condujeron rápido y al llegar lo busque por todas partes hasta encontrarlo en la zona bip parado en la barra del balcón mirando hacia la nada. Debía llamar su atención.
Aproveche mi ajustado y sensual vestido y comencé a bailar, lento, mirándolo fijamente hasta que sus me sintieron y se fijaron en mi, sabia que resaltaba y lo utilice muy bien.
Me miró, me miró sin expresión pero luego de unos segundos me sonrió. Bajo hasta donde estaba yo y caminó por entre la gente habiéndose paso a el. Establos a pocos centímetro, no nos tocábamos, solo nos mirábamos, como se mira algo inalcanzable, algo que quieres pero no te pertenece. Entonces rompí nuestro trance y nos uní en un beso lento pero apasionado. Llevó sus manos a mi cintura y me apretó contra su cuerpo, lo abrace por el cuello y dejo de importante todo, me valía mierda si nos tomaban fotografías y si hablaban mal de nosotros.
Eramos el, yo y la música. Nada ni nadie más.

Persiguiendo a Justin Bieber (Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora