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Este día de clases ha sido el peor.

Min Yoongi ha estado persiguiéndome por todo el colegio. Le he compartido mi lonchera, por ello lo estoy empezando a odiar un poquito más.

Estoy llegando a mi casa, casi casi, arrastrando mi cuerpo del cansancio.

Veo a lo lejos a mi madre, la cual ve cuantos pasos doy pacientemente. Debe estar juzgándome mentalmente por no venir con mi amigo nuevo "Yoongi".

Doy gracias a que se haya ido con el equipo de fútbol y por fin me deje en paz.

— Jimin. ¿Dónde está Yoongi? — Lo dice sin más, con un tono de molestia.

— Buenas tardes mamá, sí, mi día me fue muy bien, gracias. — Ruedo los ojos, su búsqueda de amigos que no cesaba y eso me desespera.

— Jimin te hice una pregunta, ¿dónde está Yoongi?

— Supongo que, con sus otros amigos, mamá.

Me abro camino al interior de mi casa.

«Huele delicioso, lasaña»

— ¡Mamá! ¡Hiciste lasaña! Gracias mami, eres la mejor. — La abrazo y la muevo un poco.

— Hijo mío, que cariñoso estas. — Ríe. — Y lo sé lo sé, soy la mejor, pero esperaremos a Yoongi para almorzar todos juntos. — Sonríe.

La suelto al instante y me pongo al frente de ella.

«¿Cómo dices qué dijiste?»

— ¿Qué?

— Si cariño, lo invite a almorzar. ¡¿No es maravilloso?! — Sonríe como una boba enamorada.

— ¡No mamá! ¡No lo es! — Chillo por todo lo alto mientras empiezo a subir las escaleras hacia mi habitación.

— ¡Jimin! ¡No me dejes con la palabra en la boca!

«Púdrete mamá»

«Dios, solo faltaba ese jodido chico»

Mi madre parece que estuviera enamorada de él y no sé qué más, pero me utiliza a mí como carnada y eso es enfermo.

«Ahora vamos a cenar juntos. ¡Qué maravilla

Ahora no solo tengo que soportar que me vea en ropa interior o aguantar sus comentarios vulgares, sino que también tengo que compartir mi deliciosa lasaña con él.

Me tiro sobre mi cama y pongo mis manos sobre mi cara.

Solo quiero relajarme, tal vez dormir un poco pero no podría por estar con el estómago vacío.

«Menudo Yoongi»

Para haber llegado hace unos meses nunca he visto a sus padres. Aunque todo lo que tenga que ver con él no me debería interesar, es un idiota.

Que mal que el televisor está en la sala, aunque no sea tan moderno que digamos.

De todas formas, casi nadie me escribe por teléfono, casi siempre es Jin y es para pedirme la tarea.

«Vaya vida insípida que tengo»

Me levanto para cambiarme y ponerme algo más cómodo.

Una camisa liviana, color amarillo; algunas pulseras en mi muñeca y mis suaves pantuflas.

Silence • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora