Silence • Yoonmin

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Debo admitir que me había vuelto algo disciplinado al seguir una que otra meta que estaba en ese papel.

Nunca se me pasó por la cabeza haber llegado a lo que estaba haciendo por sentir algo de inspiración maldita por seguir lo que decía para el día miércoles.

— ¿Para qué querías verme Yoongi?

Día 4: ¿A qué compañero de la escuela o del trabajo conoces menos? Almuerza con alguien nuevo en la escuela o el trabajo.

— No nos conocemos mucho. — Me excuso. — Y creo que sería un honor saber más de ti.

Jin me mira como un bicho raro por un par de segundos hasta que lleva un bocado de helado a su boca. Ese era el postre del día de hoy en el receso de la escuela.

Estábamos en el gran patio de comidas, ver como el helado se derrite en el vaso de Jin me recuerda lo que había pasado con Jimin el día que nos quedamos atrapados.

«Los buenos tiempos del pasado»

— Claro, déjame fingir que no me has buscado por saber más de Jin.

— Es uno de los puntos. — Me sincero frente a él, porque sí, yo no doy punzada sin hilo. — Pero también quiero que ambos nos conozcamos mejor, sé que no soy santo de tu devoción.

— Por qué será, ¿no? — Me dice irónico. — Me has dado suficientes motivos para saber que no eres alguien con quién debería estar Jimin.

Sus palabras me apuñalan.

— ¿Así? ¿Cuáles? — Extiendo la bandeja en la mesa ye cruzo de brazos mientras alzó mi barbilla por lo alto.

— Mis motivos tienen hasta nombre y apellido: Jung Hoseok. — Frunce el ceño y me apunta con su cucharita. — Él es uno de los motivos por los que no quiero que estés con Jimin.

— Por si no lo sabes, Hoseok está con Choi. — Ruedo los ojos.

— Sé todo lo que pasa en este colegio, querido. — Me sonríe con superioridad. — Pero lo de Choi es reciente, por lo que sé, él ha estado colado por ti por muchos años, eso no cambia de la noche a la mañana. Cierto, ¿Min?

Bufo porque no me cree, puede ser que sea muy lindo y gracioso, pero es muy terco al igual que su mejor amigo.

— Por mi parte no quiero nada con Hoseok. ¿Bien? Él y yo solo somos amigos y así será hasta al final de los tiempos. Y si lo que insinúas es que yo mis sentimientos por Jimin aún no cambian, en efecto, no cambian ni cambiarán.

Me mira de reojo, Jin extiende su bandeja hacia un lado y pone sus codos sobre la mesa apoyando su cara contra sus palmas, pareciendo una flor.

— Que feo tu caso Min, tú podrás ser el que aún conserve sus sentimientos por Jimin, pero el ya no siente nada por ti.

Me está provocando, lo está haciendo.

Lo que dice no es cierto, está dejando en claro que es fan de ese idiota y un hater de mi relación con Jimin.

— ¿Por qué estás tan seguro de eso? — Siseo. — ¿Acaso vives dentro de Jimin para saber lo que siente por mí?

— Soy su mejor amigo. — Se apunta con su dedo índice.

— Y yo soy el chico al que quiere, el único en su vida y por el que es un muerde almohadas. — Me apunto el pecho con mi dedo medio. — Sabes que lo que digo es verdad, porque sí eres su mejor amigo Jimin tiene que haberte contado.

Mira para otro lado volviendo a su posición pacífica.

— Claro que lo sé, por esa misma razón no quiero que te acerques a Jimin, estás mandando a la mierda su estabilidad emocional. Jimin ya tiene suficiente con todo el lío que le hace su madre, con su propio porvenir como para que también esté ahora estresado por tener que ver que hacer contigo.