29

1.5K 112 301
                                    

— Jung, Min y Choi — Habla el profesor. — Ustedes serán el tercer grupo en presentar el trabajo. — Nos indica. — Dahyun les dirá las indicaciones del tema a tratar.

Desde mi asiento me quedo sumido en el eco de mi cabeza que ha sido producido por escuchar nuestros apellidos juntos.

Me golpeo mentalmente por tener que hacer equipo con el frustrado amor de mi vida y con el chico que había besado en la fiesta.

«¿Lo conocía? ¡Claro que lo conocía! ... Ese chico fue uno de mis enrollos de una noche... O bueno, par de noches»

Me retengo las ganas de voltear hacia atrás para ver a Yoongi. Había estado solo por estos cuatro días.

«Sin su pollo amarillo»

Se me hacía muy raro que tenga tantos días de faltas, eso solo sucedía cuando tenía alguna charla o festividad de su iglesia.

Esto era lo que había esperado desde que Yoongi llegó. Que ambos estuviéramos solos, pero no, Choi estaba ahora dentro del grupo y en cierta parte me disgustaba.

El chico me parecía muy interesante y era de mi gusto, pero estaba tan cegado por Yoongi que solo podía ofrecerle un par de noches de sexo y una ronda de besos obscenos.

Obviamente no le había sido completamente fiel a Yoongi. ¿Por qué tendría que serlo? Él nunca me había guardado una pizca de consideración.

Volteo un poco sobre mi hombro para ver sigilosamente a Yoongi.

Está concentrado en su móvil, dejando toda su atención en este como si nada a su alrededor existiera.

Y obvio que no existía.

«Nada existía para él si Jimin no estaba consigo»

Y aunque doliera lo tengo que aceptar, más no dejarlo pasar.

Esta es mi oportunidad de hacer un poco mierda la vida de Yoongi, así como el hizo mierda mis sentimientos. No estaba completamente de acuerdo con lo que abarca la venganza, pero era en lo único que pensaba.

No dije nada hasta el final de la clase, ni siquiera había entendido lo que dijo el profesor por estar tan sumido en lo que haría.

«Parecería una pendejada... Pero una pendejada que funciona»

Paso mi lengua por mis labios como si de un labial se tratara. Esta es la misión perfecta, pero para eso Jimin tenía que colaborarme con su necesaria y proclamada presencia.

No sabía dónde estaba, ni mucho menos cuando se dignaría a aparecer, pero, aunque salga mal o bien no había vuelta atrás.

— Min, Jung, Choi. Por favor, vengan. — Los tres alzamos nuestras cabezas al escuchar nuestros apellidos, yo parecía el más pálido de los tres. Me están dando una taquicardia cada vez que pronunciaban mi apellido.

Me paro con duda, Choi ya estaba junto a Dahyun mientras que Yoongi parecía guardar sus cosas con velocidad por una extraña razón.

Su mera presencia era algo demoníaco, si no disfrutara lo que me hizo algunas veces en la cama posiblemente pensaría que tiene uno que otro problema en su cabeza, pero no, era un fetichista y le encantaba el masoquismo.

Apostaría a que Jimin lloraría en la primera nalgada que le diera Yoongi.

Se apresura a acercarse a nosotros, me siento intimidado y avergonzado, y tenía por qué. Había hecho un desastre en su casa.

— Bien, este es su tema — Tomo un folder delante de nosotros, los tres parecíamos unos pavos temblando porque nadie quería tener la responsabilidad del grupo. — Joder, sí que le faltan huevos.

Silence • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora