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— Diablos. ¿Para esto me llamaste? — Bufo y ruedo los ojos.

Yoongi ha estado lanzando cosas de su sótano quién sabe por cuánto tiempo.

Estaba lanzando maldiciones por todo lo alto, y me estaba preocupando hasta que sus vecinos escucharán todas sus groserías.

Sigo sentado, cruzado de piernas esperando a que se le acabara su rabieta.

No podía negar que verlo todo sudado me ponía las hormonas revoloteadas, pero tenerlo tan molesto y furioso me daba miedo también.

— Te puedes largar si quieres, ya hicimos lo que querías. ¿No es así?

— Joder Yoongi, ambos queríamos coger. — Alzo mis manos en el aire, aguantándome las ganas de renegar. — Pero después de eso quedamos en ver una película y, ¡está vez me tocaba a mí escoger! Y quería ver La bella Durmiente... Ah, Disney me encanta. — Miro a cualquier parte de la habitación, tapándome la boca con una de mis manos, un poco sonrojado.

Yoongi ríe por lo bajo lo cual me hace sentirme un poco incómodo.

— Hasta la puta protagonista es rubia joder. — Dice con su risa falsa para después seguir rompiendo todo lo que queda.

Mientras que a mí se me prende el foco.

La bilis se me sube hasta la garganta, tan amarga como lo que siento ahorita.

— Maldición, no me digas que estás así por la perra de Jimin. — Digo sin pensar, lleno de molestia y frustración, porque sí, estoy harto de estar entre esos dos.

El pelinegro se detiene y voltea de forma rápida a verme, al instante paso saliva nervioso de cómo se lo pudo haber tomado.

— Jimin no es una perra, y ambos los sabemos muy bien, Jung.

Todo su cuerpo está rígido, amenazante, listo para atacar y defender al estúpido rubio.

«Pero, ¿sabes qué? Hoy no me quedaré callado»

— ¿Así? Entonces. ¿Cómo se les llama a las personas que están con más de un chico? — Voceo y espero impaciente su respuesta.

— Estás entrando en terreno peligroso, Jung Hoseok — Me advierte. — Deja está rabieta absurda contra él.

Me levanto de mi asiento, furioso de que siempre trate de defenderlo.

— ¡¿Por qué tienes que defenderlo siempre?! Desde que llegaste aquí estás pendiente de él. — Grito y le señalo. — ¿Qué tiene él que no tengan los demás chicos? Joder Yoongi, tanto tú como yo hemos pasado por la cama de muchos chicos, ¿qué lo hace tan especial? Es insignificante.

Me queda viendo por un par de segundos, con su respiración fuerte de arriba abajo.

Se acerca lentamente a mí, hasta estar unos centímetros de mí.

— No lo entenderías Hoseok.

— ¿Así? Lo que yo entiendo es que él es muy feliz con Taehyung, eso todos lo sabemos. Y es muy probable que ya estén juntos.

Me toma de la muñeca, apretando sus dedos fuertemente en esta, haciéndome jadear del dolor.

— Si sigues mencionando a ese par de imbéciles, te irá mal, y ya sabes a lo que me refiero Hoseok. No acabes con mi paciencia.

Muevo bruscamente mi muñeca, soltándome de su agarre.

— Tú también no estés agotando la mía — Gruño y le doy un leve empujón. — ¿Por qué te duele tanto que hable de ellos? — Lo desafío con la mirada. Lo miro incrédulo y vuelvo llevar una mano a mi mejilla, dándome pequeños golpecitos. — Oh Dios, no me digas, el niñato de Park. ¿Te gusta? Joder, esto es increíble.

Silence • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora