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— ¿Una fiesta?

— Sí, creo que lo organizarán algunos del equipo de fútbol.

Me quedo pensando en por qué Taehyung no me lo dijo, pero lo más probable es que se le haya pasado por la visita de su abuela.

Yoongi no se ve tan emocionado al decírmelo más bien parece algo molesto.

Estamos en su casa, pero esta vez haciendo el trabajo.

Llevo el lapicero a mis labios para golpearlo un poco con este.

— Oh.

— Al parecer tu Ken coreano no te dijo nada. — Se mofa de Tae mientras que yo le muestro mala cara. No me gusta que le diga así a Taehyung, él no le ha hecho nada. — No querrá que su equipo te vea, ¿te imaginas que dirían? Nuestro capitán maricón está junto su maricón de clóset.

A primera instancia me hubiera puesto a llorar, gritarle; pero después de la pelea con mi madre es como si me hubiera puesto un poco más duro.

— ¿Acaso no vives la puta realidad? Ja, no solo Tae y yo estamos dentro del término "maricón" tú también estás dentro idiota. ¿O no te enteras? — Mi cara hierve de la rabia al igual que la de él, arruga algunos de los papeles de colores con su mano, haciéndolo bolita, pero no me da miedo. — ¿No te has besado conmigo todo este tiempo? No utilices "maricón" como ofensa cuando tú también lo eres, Yoongi.

Lo miro fijo, puedo decir que lo estoy matando de miles de maneras posibles.

«¿Qué se cree este imbécil?»

Nuestro alrededor se ha vuelto pesado como si de una invitación de guerra se tratara.

— Mira Park Jimin, yo puedo referirme como quiera del puto de Taehyung, y no me jodas con lo de "maricón" que aquellos besos que hemos tenido solo pueden ser una experimentación.

Mi boca se seca, mi sangre baja a mis pies y el silencio instalándose en la habitación.

Aún no proceso lo que dice, quiero tomarlo como una excusa que está usando para defenderse, pero verlo tan firme a lo que ha dicho hace que dude un poco de mi teoría.

— ¿Qué mierda estás diciendo Yoongi?

— Lo que acabas de escuchar Jimin, puede ser que esto solo haya estado probando lo que siente jugar al doble filo.

Su sonrisa burlona me llena de coraje, ¿Qué tiene en su puta cabeza? Después de decir aquello sigue el trabajo como si nada, como si no estuviéramos teniendo un maldito conflicto en este momento.

Mi cara debe estar descojonada, miro hacia los lados y río con amargura.

Tomo mis pertenencias que están sobre la mesa y las meto a toda velocidad a mi mochila.

— ¿Qué mierda estás haciendo Jimin? — Se levanta bruscamente de su asiento, tomando mis manos entre las suyas con fuerza.

Sus ojos me traspasan como láser, su agarre se vuelve cada vez más duro, muevo mis ojos inquietos soltándome de un tirón de su agarre.

— ¿Es que no te enteras? Me voy. — Coloco todo en mi mochila, disgustado de que mis papeles de colores al igual que otros materiales sean aplastados y arrugados.

Tomo mi mochila, camino a paso rápido hacia la puerta y él me jalonea.

— Estamos haciendo un trabajo imbécil, no puedes irte.

Estoy a punto de contestarle cuando mi teléfono empieza a emitir el sonido de notificación.

Él ve directamente a mi bolsillo de mi casaca logrando quitármelo antes de que lo tome.

Silence • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora