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— ¡Jin! — Grito por todo lo alto.

Me siento enérgico por haberlo encontrado ya que no estaba en el receso.

Estuve buscándolo por todo el colegio hasta que lo encontré en el patio trasero.

El patio trasero era realmente grande, era lo más interesante de este colegio, pero no estaba siempre abierto.

Tenía una puerta con seguro que raramente dejaban abierto, pero estar adentro era como ingresar a otro mundo. Por el lado derecho había plantas, mucha vegetación. Muchas veces mi curiosidad me había ganado así que iba a averiguar lo que había al fondo de todas esas plantas, algunos cuadernos estaban votados amarillentos por el sol y la humedad, podías encontrar algunos lapiceros y cosas de los niños de inicial; no era algo común, pero era tan inusual como para gustarme.

Cuando llegué al final entre toda esa vegetación pude ver lo bonito que se ve estar solo en un lugar lleno de vida o eso creía... Hasta que un día recibí el regaño de mi vida por mi directora, por entrar sin supervisión.

Claro que había bichos e insectos, pero nada que fuera a matarme. ¿No? Además; yo soy más grandes que ellos, con un pisotón puedo matarlos.

Por el lado izquierdo estaba todo desolado, tenía un patio de loza, pero mayormente todo era tierra.

Había una fosa en la que podía asomarte y no lograbas ver el final por lo profundo que es.

"Allí dentro viven los caimanes"

"Dicen que un niño se cayó y nadie pudo encontrarlo"

"Si tiras una piedra nunca podrás escuchar que toque piso"

"Si acercas tu oreja escucharás que hablan"

Muchos rumores sobre la fosa eran soltados de boca en boca entre mis compañeros y entre todo el colegio, pero en si nadie sabía por qué se veía tan destrozado esa parte.

No era de extrañar que cada vez que íbamos a hacer educación física viéramos en el suelo alguno que otra prótesis de dientes de colores azules, nuestra directora era dentista también, pero era chistoso que no tuviera mejor lugar donde tirar sus muestras.

Algunos se asustaban, a algunos le daban ese toque de curiosidad llegó hasta tal grado de que algunos se persignaban para entrar.

«Tarados»

A mí siempre me gustó esa sensación de estar en el patio, era como estar en el paraíso por el lado derecho mientras que por el lado izquierdo tenía al infierno donde la mayoría tenía terror, pero a la vez curiosidad, tal vez de desafiar lo malo.

Ahora que lo veo así, yo estaba en medio de ambos mundos.

Pero a lo que venía, la puerta estaba entreabierta y al ver que no había ningún rastro de esos tortolitos era más que obvio que estaban allí.

Camino con mucho cuidado hacia la izquierda, y claro, como me iba a olvidar del gran hueco que hay donde "supuestamente" iba a ser la piscina.

Me quedo justo al borde, soltando una sonrisa traviesa cuando los veo bien a gusto besándose sin vergüenza alguna.

— Jimin, casi me matas de un susto, pensé que era la directora. ¿No ves que nos estamos besando? — Me regaña mientras se aparta un poco, Namjoon avergonzado mira hacia otro lado.

— Lo siento Jin, es que; ¡te extrañaba! Parece que les falta tiempo a ustedes. — Los señalo con mis dedos, para luego formar mis dedos en piquitos y tocarlos entre sí. — ¿Los besos los consumen o qué?

Silence • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora