Silence • Yoonmin

31

Génesis 2: 22 - 25

"Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre.

Y dijo Adán: Esta es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.

Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se allegará a su mujer, y serán una sola carne.

Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban."

¿Por qué me duele tanto el cuerpo?

Abro poco a poco mis ojos, maldigo mentalmente, el dolor de mi cadera es insoportable y ni que decir de mi dolor de trasero. Trato de levantarme de la cama, pero vuelvo al colchón por no tener fuerzas. Mierda, ¿qué pasó ayer?

Inhalo y exhalo volviendo a mi realidad. Todo vuelve de golpe a mi mente y me cuesta respirar. Un poco de luz entra por la ventana, ya es de mañana, el día de mi juicio ya ha pasado, más no es el final.

Rápidamente tomo lo que llevaba ayer y lo cuelgo en el perchero, mi mamá me matará si no ve el traje bien colgado.

Busco un pijama abrigador y me la pongo, hubiera seguido mi camino por delante si no hubiera escuchado un pequeño ronquido resonar suavemente por toda la habitación.

Al parecer Yoongi hizo pasar a Holly antes de irse, sonrío, es curioso que se seguía preocupando por nosotros a pesar de haberse ido para siempre.

Voy al baño, veo mi rostro que está aún peor que ayer.

— Estoy hecho mierda.

Lavo mi cara al igual que mis dientes, paso mis dedos mojados por mi cabello, frustrado.

«Hubiera sido mejor haberme muerto durmiendo»

Tomo mi celular y vuelvo a tirarme a mi cama.

Ruedo mis ojos mientras pongo mala cara al ver algunos mensajes que me ha mandado Taehyung.

«Que intenso»

No quiero abrirlos, aún.
Paso mis dedos por la pantalla buscando si había algún mensaje de Yoongi que no fuera visto con facilidad, pero no había nada.

Ni un solo rastro de él, había cumplido su palabra.

«Yo soy el único tonto que sigue creyendo que merezco que me escriba»

Tiro el teléfono en algún lugar de la cama y rasco mi rostro con fuerza, haciéndome daño.

Qué más da, no puedo estar más dañado.

Me doy una vuelta en mi cama y me levanto para abrir la ventana para poder llenar mi alma de un poco de él, pero... La tiene cerrada.

Exhalo con pesar y cierro mis persianas otra vez.

«Pensar que por esta ventana me vio con bóxer blancos»

No puedo creer que este extrañando ese bizarro momento con ternura. Sí que me estaba haciendo falta.

Y mucha.

Pero tengo que superar todo como siempre, aun así, fuera fingido como la mayoría de cosas que trato de olvidar.

Pero hoy no. Hoy tenía permitido estar deprimido.

Aunque Holly no me lo permite, mi pequeña está mordiendo la vasta de mi pijama con sus pequeños colmillos, moviendo su cuerpito de aquí por haya.