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«¿Por qué no me siento feliz si debería estarlo?»

Ha pasado un mes desde el beso que tuve con Taehyung.

Nuestras citas tapadas como "salidas de amigos" se volvieron constantes. Mi mente era feliz y me repetía que esto está bien, debía abrir mi corazón, pero este no me dejaba, quería a Min Yoongi.

«Hasta mis sentimientos no se logran decidir»

¿Min Yoongi? Este hombre no se había ni siquiera dignado a hablarme en estas semanas, ¡ni una sola palabra! En las clases que teníamos juntos ya no se sentaba conmigo, cada vez que tenía una pequeña esperanza de que se diera cuenta que existo se volvía una cruel desilusión, lo único que hacía era ir con Hoseok.

«¿Desde cuándo eran tan amigos ellos dos?»

Mis celos estaban empezando a creer alrededor de ese par, nunca había visto tan afanoso a Hoseok, digo él es el chico feliz de toda la escuela, pero ¿no podía dejar de irradiar esa felicidad alrededor de Yoongi?

Me mordía la lengua al verlos reír tan felices, darse algunos empujoncitos y hasta a veces ver a Yoongi esperarlo para irse juntos, ¿acaso no cree que es muy notorio?

Sólo podía ser mimado cariñosamente cuando estaba con Taehyung, el rubio me buscaba con la mirada cada vez que entraba al salón, y si yo llegaba tarde él me guardaba el asiento. ¿No es adorable? Claro que lo es.

Siempre pendiente a alguno de mis movimientos, preguntando si tenía hambre en nuestras citas para que comiera un poco más si quería.

Endulzando mi cerebro cada vez que podía, haciéndome sentir ha querido en manera que siempre anhele.

Pero hasta el callado de Min Yoongi tenía el poder de hacer saltar mi corazón y enfadar a mi cerebro.

Mi madre lo había invitado un par de veces a la casa en este mes, poniéndome nervioso cada vez que estaba a punto de ser la hora para que toque la puerta.

 Hola Yoongi.

Musité apenas pude mordiéndome el labio inferior por el nerviosismo que tenía.

Sin decir nada solo dio un paso para entrar dejándome como un idiota esperando una respuesta.

Lo único que hizo en toda esa velada fue hablar con mi madre y a ella no le incomodaba en absoluto, ambos estaban tan metidos en su papel de hacerme sentir invisible que ya me lo estaba creyendo.

Conversaban tan amenamente mientras que yo solo me dedicaba a jugar con las pequeñas verduras del plato, tratando de buscarle alguna forma o algo parecido.

Ni una sola mirada, ni una sola hablada y joder, ni una sola grosería se le había escapado, todo lo que recibía era su frialdad, una frialdad que me hacía sentir tan pequeño.

 Espero que esta noche haya sido de tu agrado Yoongi, siempre serás bienvenido aquí.

 Gracias Jihyo, estuvo delicioso en serio, pero tengo que irme antes, tengo una cita y no puedo posponerla.

«¿Una cita?»

Todos mis sentidos se pusieron alertas ante lo último que dijo, la curiosidad y los celos empezando a invadir mis pensamientos.

 Oh vaya Yoongi, eres todo un joven bien portado verás que tendrías a las chicas que quieras detrás de ti, eres muy apuesto, culto y educado. ¿Qué más se puede pedir?  ¿Acaso estás enamorado de él mamá? Sus palabras hacia él me molestaban, lo dejaba tan bien parado cuando lo único que hacía era pisotear mis sentimientos.  Espero que tu cita te pueda ir bien hijo, recuerda no hacer cosas para mayores.

Silence • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora