Nana se levanto temprano esa mañana, ubicandose a mi lado mientras desayunaba.
-Nana, desayuna conmigo.
Asintio mirandome, como si hace mucho no lo hubiera hecho, detenidamente y con sumo detalle.
-Muestrame tu traje.
Sonrei ante su peticion y saque de mi bolso el vestido que usaria en la competencia de hoy. Era de un color oliva que se enredaba en mis brazos para dar una imagen mas elegante y terminaba sobre mis rodillas, con suaves brillantes que le daban la luminosidad que queria... acompañando mis ojos del mismo color... y mi cabello castaño, herencia de mi padre, que aun caia liso hasta mi cintura.
-Es precioso...
-Nana, ¿Puedes peinarme?
Nana era mi estilista profesional, me encantaba que ella me peinara para mis presentaciones, me daba buenas energias para enfrentarme a un publico espectante.
-Claro que si cariño.
Aun tenia tiempo, la competencia no empezaria hasta las once y aun eran un poco mas de las nueve, era la costumbre de levantarme temprano lo que me impulsaba a madrugar.
Nana me acerco a un taburete y comenzo a peinar mi cabello. Ni mamá ni papá podrian acompañarme hoy, cosa que era bastante usual, pero Nana jamas se perdia mis competencias y esta no seria la excepcion.
Trenzo mi cabello para darle una vuelta sobre si mismo y atarlo, jamas lo habia peinado asi, pero me encantaba. Acerco una paleta de sombras de ojos y pinto con cuidado mis parpados, encrespo mis pestañas y uso solo un poco de rimel, tal como me gustaba. Me vi al espejo, maravillada.
-Gracias Nana.
Tome una taza y le servi un poco de te saborizado con arandanos- mi ultima adquisicion-, para que se sentara a mi lado.
Desayunamos juntas, hasta que a las diez, me fui a la pista de patinaje-esta vez caminando- donde practicaba y, donde afortunadamente seria la competencia.
Me acerque al camerino donde Rosa me esperaba.
-¿Lista? Eres la ultima de la lista por ser la mas joven de las concursantes.
-Si, esta bien.
-Relajate, todo saldra perfecto, ya veras. Ahora vamos a orar antes de que vayas a cambiarte.
Otra cosa que me agradaba de Rosa era la Fe que mantenia, era agradable saber que Dios nos veia y que podria maravillarle con mis rutinas cada vez que se las dedicabamos al orar.
Luego del intimo momento de oracion que compartimos, me puse el vestido, comenzando a sentir la efervescencia de los nervios. Estire un poco, sacudiendome para relajarme y obviamente evitar una lesion.
Me sente a esperar mi turno, mascando chicle para evitar los nervios. Luego de terminar, puse un poco de brillo en mis labios, solo para hacer algo, para mantenerme ocupada.
Las patinadoras que se presentaron antes que yo eran bastante buenas, saltaban con habilidad... pero no veia expresion en sus ojos... no parecian disfrutarlo, al menos no tanto.
-Mi padre me matara si no gano esta competencia- Dijo una muchacha en el camerin.
Me sorprendio que hubieran chicas que patinaran aun sin desearlo, aun asi habian algunas que parecian disfrutarlo.
Cuando escuche mi nombre me acerque a la pista sonriendo, me puse en posicion y espere a que el cello comenzara a sonar...
De pronto la magia me comenzo a llevar, de aqui para alla con agilidad, saltando, moviendome, eso era yo... un todo que bailaba sobre el hielo como si nada mas importara ya.
La concurrencia se habia callado y eso de alguna manera me aterraba, no sabia si lo estaba haciendo bien o mal, pero ya no importaba...
Cuando termine la rutina al frente de los jueces, una sonrisa se habia extendido en mis labios y, algo se sacudia en mi, un cosquilleo que me decia que todo habia salido bien.
Los aplausos no se hicieron esperar y Rosa me recibio con un calido abrazo-su especialidad-. Nana se acerco y tambien me abrazo, juntas esperamos los resultados.
Fueron extremadamente buenos, mi corazon dio un brinco al escucharlas... estaba fascinada, amaba hacer lo que hacia.
Di las gracias y pronto llamaron a los tres primeros lugares.
3° Nicole Brook
2° Marie Allard
Temble cuando iban a nombrar el primer lugar...
1° Alice Collins
Abrace fuerte a Nana y a Rosa contenta por la noticia, rei, nerviosa y me levante para acercarme al podio, saludando al publico.
Me dieron una medalla dorada muy bonita y un ramo de rosas, que me entrego el alcalde.
Luego fui a cambiarme de ropa para ir a celebrar con Nana y Rosa, cuando un mensajero grito mi nombre.
-¿Señorita Alice Collins?
-Si.
-Esto es para usted.
Sonrei al recibir un arreglo de rosas, que supuse serian de parte de mis padres.
Abri la tarjeta que venia con las flores y me quede boquiabierta al ver de quien eran...
"Creo que acabo de descubrir su secreto, que bien patina señorita Collins
Atentamente
André Accault"
Sonrei sorprendida y oli las rosas con cierto detenimiento que me era dificil de explicar.
- ¿De quien son?-Quiso saber Nana.
-De... André Accault.
Temble un momento al ver la sonrisa que Nana y Rosa me dedicaban, y me apresure en salir de la pista de patinaje.
Tome mi bolso y sali, para encontrarme con un sol brillante que celebraba conmigo mi triunfo.
Me detuve al ver un auto estacionado y a un joven apoyado en el... al voltearse note que era André...
-Señor Accault...
No podia dar credito de lo que veia... estaba alli, tan guapo como siempre...
-Señorita Collins...
Camine hacia el con paso inseguro.
-Debo agradecerle por las flores.
- Agradezcamelo aceptando una invitacion a almorzar.
Me ruborice al ver a Nana y Rosa acercarse. Cuando ya estuvieron a mi lado, fui lo mas educada que pude en el momento y los presente.
-Señora Katherine ¿Me permite invitar a Alice a almorzar?
Nana rio y tomo a Rosa del brazo.
-Vamos Rosa, almorcemos nosotras y dejemos a la juventud seguir su curso.
Ambas asintieron y se fueron sin mas... entonces entre en panico, estaba sola con el...
Se acerco y abrio la puerta del copiloto haciendo un ademan para que entrara. Recordando mi bolso lo levante pensando en como lo haria caber alli. En menos de lo que crei, André lo puso en el portaequipaje.
Subi al auto temblando y mas que ruborizada. André hizo lo propio, y de un momento a otro comenzo a manejar...
- ¿Puedo tratarla de "tu"?
Rei ante la pregunta, asintiendo.
-Claro que si, siempre que me deje hacer lo mismo.
- Trato hecho.
Ambos reimos, aun nerviosos. Observe un momento el auto, no me sorprendio que fuera ultimo modelo, pero debo admitir que André tenia cierto estilo al manejar, algo que me agradaba bastante.
-He visto tu rutina... fue fascinante ¿como saltas asi? ¿ese era tu secreto? ¿como logras girar tan rapido?
Sonrei ante sus ansias de saber, parecia un niño mas que maravillado.
-Pues... requiere practica, creeme. Y si, a mis padres no les hace pues, muy felices.
-¿Por que?
-Creen que es una perdida de tiempo. Prefieren que aprenda a manejar la compañia, pero es lo que menos quiero...
- Entiendo...
Nos mantuvimos charlando de nuestras vidas, la verdad pasamos largo tiempo hablando, casi como si nos conocieramos hace un largo tiempo.
Llegamos a un restaurante elegante pero con un estilo campestre agradable.
Entramos y el olor golpeo mi nariz, accionando el hambre que habia mantenido en secreto, provocando ruiditos que solo provocaron la risa de André.
Agradeci que no fuera un lugar demasiado elegante ya que traia puesto unos jeans cualquiera con un abrigo cuya funcion principal era cubrirme del frio.
Nos acercamos a una mesa guiados por el garzon que nos acerco la carta para decidir que almorzar.
Revise con atencion la carta... habian cosas tan deliciosas que me apenaba tener que elegir uno solo.
-Debes tener hambre, vamos elije lo que quieras...
-Pero...
-Nada de peros, te lo mereces.
Sonrei.
-¿Aun si quiero un postre?
-Mmmm si pero primero debes comer un plato de fondo.
- Es un buen trato.
Rei revisando el menú, mmm lasaña, ravioles, hamburguesas, pollo, crepes...
Entonces se acerco el garzon para pedir nuestra orden.
-Yo quiero mm... ravioles de ave champiñon en salsa blanca...
-¿Y para el señor?
-Lo mismo, gracias.
Una sonrisa enfocada en mi de parte del mesero hizo que me estremeciera, de una manera algo... desagradable.
Y André parecio notarlo.
-Parece que le agradas...
-Pues, no es para nada mutuo.
El rio mientras yo observaba mi alrededor... cuando volvi a mirarle, su vista estaba enfocada en mi.
-Eres preciosa... no me sorprende que te mirara asi.
Me ruborice al instante.
-Gracias...
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Huellas en el hielo
Teen FictionEl patinaje siempre ha sido mi vida... me encanta, me relaja, me... en fin, enserio adoro patinar. Mis padres siempre me dicen que soy una loca por no sociabilizar en la escuela, pero eso no es lo realmente importante...¡Solo quieren que me case ya...