Sola

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La noche fue larga y no hubo tiempo siquiera para soñar. Me levante temprano a estudiar largamente para llegar a los examenes de hoy preparada.
Lorde se habia acurrucado en una silla a mi lado mientras yo desayunaba. Me daba lastima despertarlo, e incluso me imaginaba que podia pensar un gato hogareño como este, que-segun sabia- solo salia a estirar las patas al balcon.
El departamento se sentia vacio sin la presencia de mi esposo, le veia por aqui, por alla, caminando por el pasillo como un fantasma. Pensaba en el a cada momento, esperaba que pronto regresara.
Iba camino a la universidad cuando una llamada entrante hizo sonar mi telefono.
-André... ¿como estas?
-Bien, trabajando mucho. ¿Y tu amor?
-Algo cansada, los examenes no me han dejado dormir.
Nos desenvolvimos en una conversacion simple, hasta que su voz me dio a entender que algo no estaba del todo bien.
-¿Sucede algo?
-No... bueno, si. El viaje se ha alargado, no regresare hasta la otra semana...
Algo se quebro en mi, no queria quedarme tanto tiempo sola, pero tampoco planeaba ir a esconderme en las faldas de mis padres. Era la hora de pasar tiempo de calidad con el pequeño felino que me esperaba en el departamento.
La parte buena de tanto.tiempo sola era que podia acomodarme al departamento con toda tranquilidad, acoplarme a sus colores y olores que hacian de este espacio unico en su clase. La cocina olia a los limpiadores, al igual que el baño, la habitacion tenia ese aroma al aromatizando que se disparaba automaticamente desde un dispositivo que estaba en un lado del techo. Los aromas siempre fueron mi debilidad, me encantaba entrar en la habitacion y sentir esos aromas, era tambien parte del encanto de André siempre ir perfumado, debilitando mis defensas ya de por si inutiles ante el.
Lorde me acompaño durante la semana, levantandose temprano para desayunar acurrucado en mis piernas, aguantandose el sueño o durmiendose a mi lado para no dejarme sola. Pareciera que André le hubiera encomendado resguardarme.
André me llamo varias veces durante los dias que paso fuera pero eso no disminuia la soledad que sentia, la aumentaba a cada momento, lo extrañaba, lo extrañaba demasiado y tenia mas que claro que debia mantenerme ocupada para evitar pensar en la soledad que pasaba.
Los examenes se terminaron el viernes en la tarde, una vez que esto sucedio me levante del asiento y sali del salon, me iba a encontrar con Jane para que conociera el departamento, pero fui detenida por una mano que sujeto mi hombro.

-Alice...
Era uno de mis compañeros de clase. Lo reconoci como un chico amable e inteligente que habia quitado unas sillas de mi camino y que respondia continuamente a las preguntas que el profesor lanzaba durante la clase.
-¿Si?
-Hola- Comenzo a decir con timidez- Los chicos de la carrera haran una fiesta esta noche para celebrar el termino de los examenes.
Logre divisar un atisbo de rubor en sus mejillas, quise sonreir ante su gesto, rascaba su nuca con cierto temblor en la voz.
-Lo siento, mañana tengo entrenamiento.
Me encogi de hombros e intente seguir caminando.
-¿Sera para otra?
-No lo se, puede ser.
Avance rapidamente hacia la salida de la universidad donde iba a encontrarme con Jane, debo admitir que senti cierta lastima por la verguenza que el chico sentia, no queria decirle que no, pero a la sabes sabia que no podia comprometerme a ir.
Me encontre con Jane y pasamos al supermercado para abastecernos de algunas cosas para pasar la tarde y-porsupuesto- algo especial para Lorde.
André me habia llamado la noche anterior, lo mas posible era que sun estuviera unos cinco dias mas en Nueva York, me explico la situacion de las sedes de la joyeria en esa ciudad, empeñandose en hacerme entender lo urgente que era. Lo cierto era que André habia propuesto la visita de Jane y me hizo muy feliz que asi lo hiciera, incluso propuso que se quedara esta noche a dormir. El entendia lo dificil que era para mi quedarme sola y cuanta falta me hacia mi amiga. Aun era una adolescente y lo sentia en cada impulso de volver a casa, salir a bailar, hacer una pijamada...

Jame lucia mas radiante de lo normal, su novio era muy atento y dulce con ella, lo que no hacia mas que incrementar a cada momento sus sentimientos, lo que me sorprendia ya que Jane siempre habia sido dificil de complacer.
Cuando pagabamos se desato una tormenta que nos sorprendio de la peor manera, corrimos para tomar el bus. Teniamos la ropa goteando y el frio calaba a traves de las telas mojadas. La verdad era curiosa una tormenta como esta a fines del verano, pero de alguna manera tenia el encanto de revolucionar el clima, de ser una sorpresa.
Cuando entramos al departamento le acerque una toalla a Jane para que se secara un poco.
En lugar de vestirnos, decidimos ponernos los pijamas. Pusimos la ropa a secar mientras poniamos comida chatarra en bowls y poniamos una pelicula en la television. Rosa jamas se enteraria de un desarreglo minimo como este... pero si ya no se iba a enterar, bien podia ser un gran desarreglo.
Hacia mucho tiempo que no probaba comida chatarra, tambien mucho tiempo que no me sentia cono una adolescente, completa, libre, sencilla como una tarde con amigas.
Estuvimos largo tiempo actualizandonos, Jane estaba encantada con su nuevo novio, pasarian el domingo juntos y planeaban ir a un parque de por aqui cerca, de aquellas reservas naturales donde las parejas hacian picnics y pasaban las tardes hasta ver el ocaso.

Mientras veiamos orgullo y prejuicio Jane pregunto sobre la luna de miel. Sonrei pensando en todo lo que habia visto y vivido, cuando llegamos André revelo nuestras fotos de los viajes que hicimos y las habia guardado en un gran sobre blanco. Mientras Jane las miraba sus ojos comenzaron a brillar de forma extraordinaria.
-Espectacular, fuiste a Italia y Francia.
-Si, fue un viaje hermoso.
Fui indicandole donde y que estabamos haciendo, su fascinacion no se detenia y yo... estaba contenta de mostrarle cada fotografia con suma felicidad.
Lorde se gano rapidamente a Jane paseandose entre sus piernas de forma coqueta. Estaba contento porque le habiamos traido costosas delicias para gatos y una pelota con cascabel que ya habia conocido toda la casa entre las gatas juguetonas del felino.
El departamento estaba lleno de nuevo, risas, locuras y un gato que se cruzaba frente a la television para llamar la atencion.
La noche se acorto entre peliculas y comida chatarra, en la mañana volveria a la dieta, estaba segura... o casi segura, Jane habia traido unos pastelillos que se veian apetitosos.
La risa se detuvo cuando el cansancio peso en nuestros parpados, tanto asi que no soportamos mas y nos dormimos aobre el sofá.
Cuando mi alarma sonó, me levante con cuidado para no mover a mi amiga y me duche rapidamente para verla despierta acariciando a Lorde.
-¿A donde vas?-Murmuro con voz ronca.
-Debo entrenar.
-Te acompaño.
No tuve tiempo de protestar y lo cierto era que tampoco queria hacerlo, me gustaba la compañia de vez en cuando.
Puse la mesa y ella los pastelillos.
-¿Quieres té?-Dije tomando un infusor y una bolsa de te en hoja.
-Si, ¿de que es?
-Es algo exotico, es te verde con pimienta, anis, canela y muchas otras cosas.
Rei ante la expresion de curiosidad e incluso miedo que puso mi amiga, antes de que siquiera pudiera hablar le servi un poco, se que es una combinacion algo extraña pero era deliciosa.
Di un sorbo al te sintiendo cada especia, el sabor intenso, todo... hacia de este té algo excepcional. Comimos entre risas y nos arreglamos para salir.

Huellas en el hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora