La semana se paso volando y nuevamente me vi patinando, de aqui a alla, en la suave textura del hielo...
Saltando, maniobrando, moviendome por doquier... estaba libre, libre de la presion del mundo, libre de la gente.
No es que fuera antisocial, tenia amigos... bueno una amiga y un prometido, y eso era lo unico que me hacia falta.
La musica sonaba entre las paredes, volando como mariposas de un lugar a otro, siguiendome, persiguiendome para crear la maravillosa danza en la que estaba envuelta.
Todo se detuvo cuando mis ojos fueron cubiertos por suaves manos.
-¿Quien es?-Dijo la voz de mi prometido.
-El hombre que ha de ser mi esposo...
Sonrei, mientras veia a mi prometido moverse por la pista, ya no era tan torpe como la primera vez, habiamos practicado mas veces y ya podia ver los progresos en el.
Nos quedamos aun un rato, patinando, el iba de un lado a otro, mientras yo saltaba y giraba sobre los -ya muy comodos- patines.
Nos fuimos cuando ya acaecia la tarde, coronada de claros rayos de sol. La primavera era mucho mas agradable que el invierno, las flores, los colores, la vida... todo parecia mas brillante de lo que jamas se habia visto.
Subimos al auto y, cuando este comenzaba a moverse senti la brisa... los pastos estaban mas verdes de lo que estaba acostumbrada, mis ojos estaban algo adoloridos por tanta vitalidad, pero no podia apartar la vista de lo hermoso que se veia todo.
El departamento de André estaba en un edificio no muy lejos de casa, cerca de un parque, en un octavo piso.
Tenia alli un sofa de color azul, piso flotante (de madera), alfombras por aqui y por alla, un televisor no demasiado gigante. Su gato salio a recibirlo y, sonrei al ver -por primera vez- un gato siames que destilaba elegancia.
Su cocina era espaciosa, con un comedor a juego, todo en blanco, negro y azul.
-Bienvenida a nuestro proximo hogar, a menos que desees una casa.
Sonrei, me gustaba la idea de un departamento en lugar de una casa. Asi me sentiria menos sola cuando André tuviera que pasar largas horas en el trabajo.
Me invito a tomar asiento en el sofa, lo hice sin queja, ya que realmente estaba agotada. Lord el gato de André reposo en mis piernas mientras lo acariciaba. Ronroneaba sonoramente, jamas habia sentido eso, pero era tan agradable.
Cuando André volvio de su habitacion, se sento a mi lado.
-Lord esta quitandome a mi chica.
Reimos mientras me acomodaba en su pecho.
-No quiero una casa... no aun.
-¿Te gusta este departamento?
-Claro que si, tiene espacio mas que suficiente y es tan lindo.
-Me halagas, tiendo a tenerlo abandonado.
No tenia a nadie que le cocinara ni le limpiara, le gustaba hacerlo el mismo. Me agradaba, sabia valerse por si mismo.
-Nuestro matrimonio sera en bueno, unos meses.
-Casi dos meses.
-¿Crees que sea pronto?
-Asi es nuestra vida, asi debe ser, mientras antes sea, nuestros padres estaran mas felices.
-Lo se, pero... me habria gustado hacerlo, mas... no lo se, largo.
-Pero ha sido tan intenso...
-Tiene su lado bueno. Pues mientras sea contigo, sere feliz.
El corazon me dio un vuelco inesperado entre las costillas, me estremecia cuanto habian crecido nuestros sentimientos en tan poco tiempo, quizas... era asi tal como debia ser... tal como estaba destinado a ser...
-Podras hacer los cambios que quieras, pero dormiras conmigo.
-Claro que lo hare, estaremos casados para ese entonces.
-Cierto.
Me perdi en sus brazos... hasta que sus labios encontraron los mios y solo nos dejamos llevar.
Eramos novios, de verdad, sin trucos, sin falsedad... solo dos personas que se amaban y que pronto estarian unidas para la eternidad.
Nos detuvimos en suaves besos sin dar pasos inseguros ni insinuar nada, estabamos bien, aun asi.
Nos mantuvimos viendo una pelicula de romance y comedia, y... besandonos un poco mas, compartiendo unos bombones cuyos sabores nos deteniamos a degustar con detenimiento.
Cuando comenzo a oscurecer, cenamos ensaladas que preparamos juntos, y comimos en el sofa, viendo mas peliculas y acariciando ocasionalmente a Lord.
Cuando fue a dejarme a casa, solo pensaba en lo hermoso que seria ya vivir con André alli.
Los dias pasaron y los preparativos para la boda iban progresando, la catedral estaba agendada, al igual que la hora del registro civil, convenientemente unas horas antes de la ceremonia religiosa.
Habian materias que me complicaban y André me las explicaba, ayudandome a estudiar.
Y yo seguia enseñandole poco a poco a patinar con mas complejidad.
Nos complementabamos mas que bien, aunque soliamos ser opuestos en algunos casos, como agua y fuego...
A el le gustaba la seguridad de estar en casa, y a mi la emocion de explorar nuevos lugares. Le encantaba el calor y a mi el frio cristalizado. A mi me gustaban los colores y a el solo el blanco, el negro y-porsupuesto- el azul.
Eramos una mezcla prometedora... interesante, ya queria ver en que desembocaria nuestra union.
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Huellas en el hielo
Teen FictionEl patinaje siempre ha sido mi vida... me encanta, me relaja, me... en fin, enserio adoro patinar. Mis padres siempre me dicen que soy una loca por no sociabilizar en la escuela, pero eso no es lo realmente importante...¡Solo quieren que me case ya...