El primer dia de administracion de empresas, estuve nerviosa, André iria a dejarme a la Universidad.
Me levante casi con ansiedad por patinar, necesitaba relajarme, tranquilizarme...
Fui casi corriendo a la pista de patinaje, saltando, volando por la pista... estremeciendome ante el encanto congelado que era el hielo.
Estaba exhorta en la magia... cuando el telefono sono, golpeandome con agua fria ante la realidad, comenzaba una nueva carrera y nisiquiera sabia si queria enfrentarme a ello aun.
Luego de una ducha, y una vuelta veloz en la que me vesti y tome mis cosas, corri a la puerta donde André me esperaba.
El camino no era largo, pero no podia mantenerme tranquila, me movia, sacudia los pies y las manos.
El lo noto con cierta simpatia, riendo mientras tomaba mi mano.
-Sabes que si no quieres, no estas obligada a ello.
-Lo se... es solo que estoy nerviosa.
-No me digas, no lo habia notado.
Ambos reimos, ya comenzaba a actuar sobre mi el efecto de ver a mi prometido, irradiaba la paz que tanta falta me hacia.
Bufe cuando note que ya debia bajarme.
-Entonces, creo que debo irme.
Me abrazo con fuerza, gesto que coreespondi, agrasecida. Luego de mirarle un poco, me detuve en sus labios para besarlos con ternura y corri al salon donde tendria mis clases.
Entre y me sente sin mirar a nadie en la primera fila, espere alli mientras abria mi cuaderno y sacaba un lapiz, lista para darlo todo.
Habian muchos varones segun la lista, solo cuatro mujeres y de pronto resono mi nombre en el salon, levante el brazo con rapidez.
-Presente.
Unos suspiros de sorpresa se hicieron escuchar en medio de murmullos, al parecer habian reconocido mi apellido... me encogi de hombros, cuando vi al profesor que fijaba su mirada en mi, con la sorpresa que todos mostraban.
Le mire con enojo para que el retomara la lista y poder iniciar las clases.
Fue sencillo entender y aplicar lo que se me enseñaba, las matematicas siempre se me habian dado, aunque muchas veces lo hube negado para librarme-o al menos intentarlo- del destino que me ataria al mundo corporativo.
Estuve contenta, desarrollando capacidades que nisiquiera sabia que tenia.
A la hora del almuerzo, pedi una ensalada en la cafeteria y me dirigi al rincon donde sabia que Jane estaria.
La vi a lo lejos... y a Thomas.
Regrese sobre mis pasos, para sentarme en una de las mesas vacias que daban a un jardin.
Comi en silencio cuando una voz me saco de mis pensamientos.
-Señorita Collins, que casualidad verla.
Era un muchacho que venia del brazo con otra muchacha de la clase. Ambos se sentaron a mi lado sin preguntar ni ser invitados.
Comenzaron a hablarme de lo magnificos que eran los edificios desde donde papá manejaba la compañia. De la gran reputacion, la elegancia, su importancia...
Mantuve respetuoso silencio, no queria ser grosera, pero tampoco queria estar ahi. Fui comiendo veloz, hasta terminar y levantandome, dije con voz pausada y jovial:
-Lamento tener que dejarles, debo retirarme.
Me miraron atonitos, pude ser mas discreta-no lo dudo- pero no soportaba el interes con el que me hablaban, como si fuera un objeto, como si yo como persona no valiera nada...
Me sente en el salon en que nos tocarian clases en unos minutos y me.perdi buscando una nueva cancion para mi rutina de las nacionales en tres meses.
Debia ser nueva, exigente, energica... pase poe musica clasica, pop, algo de electronica.. me encantaba lo que oia, pero no me veis aun en ello, queria experimentar con nueva musica, pero no podia hacerlo con una esencia marcada en esta etapa de mi carrera... aun no.
Una cancion nueva resono en mis oidos. Era un violin con pista electronica... sonaba bien, atrayente, fascinante... Crystallize de Lindsey Stirling.
Esa, esa era la melodia que queria presentar en las nacionales. Estaba mas que decidida a ello.
El resto de las clases fueron bastante tranquilas, creo que en gran parte influyo mi poca o mas bien nula sociabilizacion.
En cuanto llegue a casa corri a la pista de patinaje para liberarme un poco de esas miradas malintencionadas que solo buscaban fingir ser mis amigos. Pero nisiquiera de ello les dare el placer.
Tenia una llamada perdida de André, supuse que no habia llamado mas porque creyo que estaba aun en clases. Tome el telefono y le marque.
-Cariño, ¿Que tal las clases?
-Mmm bien, creo.
-¿Por que?
-Todos me miraban como a una presa, era cmo una oveja entre lobos.
El rio al otro lado de la linea.
-Todos conocian mi apellido... y eso realmente me incomodo.
-Te entiendo, me sucedio algo parecido.
Nos desplegamos en una conversacion sobre los profesores, por simple casualidad tenia los mismos que a el le habian tocado y me dio ciertos consejos para evitar un fracaso academico.
-Ya tengo la cancion que quiero para las nacionales-Dije en un rapido respiro.
-¿Si? ¿Cual?
-Crystallize.
-No la he escuchado.
-Debes oirla, realmente me entusiasma.
-Lo hare a penas vaya a casa.
-Crei que tu em... podrias ayudarme.
-¿Con que? Tus deseos son ordenes para mi.
Reimos largo rato y de muy buena gana, me agradaba la disposicion que tenia siempre para mi.
-Con la rutina, como vas a ser mi esposo, quiero que seas responsable de mis caidas.
Volvimos a reir.
-Claro que te ayudare, mañana ire a la pista y llevare mi libreta de rutinas.
-Crei que era de trabajo.
-Lo era, pero cuando te la preste estaba completamente nueva y vacia. Si que ahora es la libreta de las rutinas de mi hermosa prometida.
Temble por dentro, este hombre sabia hacer que me estremeciera aun a la distancia.Y sinceramente... queria verlo.
Practique las horas que me correspondian ni mas ni menos. Sabia que estaba en.plena condicion, podia sentirlo en cada parte de mi ser.
Llegue a casa y subi a mi habitacion.para estudiar luego de una relajante ducha. Si iba a estudiar esto, debia estar mas que preparada.
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Huellas en el hielo
Teen FictionEl patinaje siempre ha sido mi vida... me encanta, me relaja, me... en fin, enserio adoro patinar. Mis padres siempre me dicen que soy una loca por no sociabilizar en la escuela, pero eso no es lo realmente importante...¡Solo quieren que me case ya...