Nuevo amanecer

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Cuando desperte, André no estaba a mi lado, en su lugar habia una nota en perfecta caligrafia negra.
"Voy y vuelvo, fui por algo para desayunar.
Tu esposo
André"
Sonrei a pesar de las cicatrices que habian dejado los rencores de los dias anteriores. No quise levantarme, necesitaba tiempo para volver a apropiarme del departamento que habia sentido tan mio en otros dias.
Me envolvi en las sabanas buscando el placer de sentir la tela tibia sobre mi cuerpo. Lorde vino corriendo a mi, saltando a la cama para hacerse un ovillo a mi lado.
No quise pensar en lo pasado, lo importante era verme a mi misma avanzando, no retrocediendo. Las paredes de la habitacion me parecieron aun mas coloridas, al igual que la cama que se hacia blanda bajo mi cuerpo.

No pude levantarme, sentirme alli era tan placentero que no podia evitar ir cayendo poco a poco en el sueño.
Cuando desperte André estaba a.mi lado, acariciando mi cabello. Me miro y sonrio-rayos, su sonrisa me derretia-.
-¿Que tal durmio?
Sonrei estirando mis brazos haciendo uso de mis reflejos gatunos.
-Bien-Murmure.

Quise moverme pero estaba demasiado comoda.

-A desayunar-Dijo mientras se sentaba en la cama.
-No puedo moverme-Dije
-¿Por que?¿Te duele algo?
Quise reir por la preocupacion que lo habia alertado, pero me enternecio que aun tuviera ese cuidado conmigo. Aunque no me sorprendia. A pesar que aun faltaban dos dias para termnar el mes de prevencion, ya me sentia bien.
- No, no, no es eso-Dije riendo-Estoy muy comoda.
-Muy bien, mi pequeña. Entonces el desayuno tendra que venir a ti.
Me envolvi en la cama sintiendo como entraban los rayos del sol en la habitacion, si no me equivocaba eran cerca de las diez de la mañana.

André se sento en la cama con una bandeja entre las manos que puso sobre la mesita de noche. Le mire con cierta detencion, tenia una sonrisa galante marcada en los labios, al ver que yo me mantenia en silencio me observo con curiosidad.
-¿Sucede algo?
Ya no estaba molesta, al contrario, estaba ansiosa por volver a hacer mio todo lo que me pertenecia, el departamento, mi espacio alli... y por supuesto, eso incluia a André.
Balancee mi cabeza de un lado a otro negando, mientras sentia las mariposas que hacian su aparicion por primera vez despues de tanto tiempo. Las manos me hormigueaban y un calor inexplicable comenzo a desbordarme.
Me arrodille en la cama acercandome a mi esposo. Tome con manos temblorosas su rostro.
-No me hagas esto-Murmuro-no me tientes, estas recuperandote.
Sonrei, André temia extremadamente provocarme alguna recaida o malestar innecesario. Aun con la ternura de las palabras pude notar ese tono profundo que tomaba su voz, realmente lo deseaba.
-Esta bien, yo estoy bien.
Lo cierto era que clinicamente si estaba bien, el medico me habia dado una cuarentena que ya habia pasado y mis padres me habian impuesto unos dias mas para completar un mes de recuperacion. Los malestares que aun me quedarian serian por lo delicados que podrian haber quedado algunos organos.

-Quiero hacerlo-Susurre con voz ronca, comprobandole que todo estaba bien.

Algo se desato en el pude notar como el dominio en el que se mantenia se rompia para dar lugar a un André impetuoso que buscaba mis labios y llegaba a todo mi ser con una sola caricia.
Me entregue a las miles de sensaciones que comenzaban a invadirme, pra caer en sus brazos y volver a perderme en él.

Cuando volvi en mi, estaba abrazada a su pecho. Entonces mi estomago me delato gruñiendo, tenia hambre.
-Desayunemos, aunque ya casi es hora de almorzar.
Asenti energicamente, mientras André acercaba la bandeja con el desayuno. Me relami los labios mientras veia los pasteles que reposaban en sus respectivos platos y las tazas de té que los acompañaban.
Desayunamos con cierto placer secreto, mas que el placer de estar juntos era el de sabernos propios el uno del otro, saber que ya nos habiamos reciliado, encntrarnos en nuestra burbuja.
Nos quedamos en la cama aun un tiempo mas, abrazados hablando.
-No me dejes sola jamas-Murmure.
-No lo hare, si me voy te llevo conmigo.
La verdad, era algo asi lo que yo esperaba, esperaba que me invitara a ir con el, no queria mas que estar a su lado y, siendo su esposa, creo es lo mnimo que puedo exigir.
Le comente tambien del miedo que habia creado al hielo, al patinaje. Y del descanso impuesto que se me habia dado.
-No debes exigirte, si te obligas a algo que inicialmente te gustaba, lograras odiarlo.
No me lo habia planteado, si, quizas me hacia falta un verdadero descanso.
-Vamos a planear algo, nos iremos de viaje.
-¿Y tu trabajo?
-Hare uso de mis privilegios de hijo del dueño. Lo haremos en las vacaciones de navidad,nos faltan algo mas de dos meses recuerdalo.
Rei, para el todo era tan sencillo. Y lo cierto era que asi era, sencillo.
Cuando recobre la conciencia del tiempo note que era sabado y el lunes tenia un examen. No esta preocupada, la carrera era para mi mas facil de lo que creia, quizas eran los genes de mi padre los que me otorgaban tan curiosa capacidad.

Nos levantamos e hicimos algo de aseo al departamento, con la vana ayuda de Lorde que se metia en las sabanas y se cruzaba en el camino de la escoba.
Me abrigue de sobremanera al notar que el frio sol no lograba calentar mi cuerpo ni el aire que nos rodeaba.
El fin del otoño era marcado y esta noche halloween marcaba el calendario.
En el edificio habian muchos niños, y debiamos prepararnos para la avalancha que vendria a golpear nuestra puerta en busca de golosinas.
Jane me habia invitado a una fiesta de halloween en su casa, pero siendo tan reciente la reconciliacion con mi esposo no era mi intencion pasar la noche con otros en lugar de pasar una velada intima con el.
Un antojo incontrolable me hizo estremecer, la idea del descanso del patinaje me daba libertad alimenticia y eso me habia llevado a la suculenta imagen de una hamburguesa. Rei, no sabia si a André le gustaba la comida rapida.
-Amor-Murmure- ¿No te gusta la comida chatarra?
-Claro que me gusta-Dijo riendo.
Llamamos para pedir unas hamburguesas a domicilio mientras terminabamos el aseo.
Era agradable estar en casa, en mi hogar, una mañana mas con mi esposo.

Huellas en el hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora