Tortura de compromiso

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Luego de un tiempo nuestros padres decidieron que lo mejor seria anjnciar nuestro compromiso, aunque la verdad creo que lo hicieron por la necesidad de hacer uso del orgullo de una fiesta de compromiso.
Ya lo habiamos hablado, sabiamos que eso sucederia en algun momento.
A los dos meses de nuestro compromiso. Mis padres y los señores Accault planearon la anunciacion de nuestro compromiso. Seria el sabado de esta semana.
No me esforce en ayudarles pues ya estaba suficientemente ocupada luego de crear mi rutina que era algo mas desafiante y las nuevas asignaturas para las que tenia que estudiar.
Nisiquiera sabia que usaria ni que se suponia que debia hacer.
Cuando el viernes llego, mamá y Nana fueron por mi a la universidad. A pesar se encontrarme estudiando, me llamaron y tuve que correr a encontrarme con ellas.
Me hicieron recorrer cada rincon de la ciudad buscando algo que lucir en la fiesta.
Estaba bastante agotada y dentro de dos horas debia estar en la pista practicando, por lo que decidi que en la proxima tienda tenia que encontrar el vestido.
Entre y.....
Nada
Me encogi de hombros, frustrada.
Entramos a otras tiendas, hasta que un vestido me quito la respiracion... un vestido azul, que combinaba con los ojos de mi prometido, con corpiño de encaje, y capas que se alargaban desde el frente a la espalda, llegando a mi pantorrilla.
Me lo puse con cierto, detenimiento, disfrutando el roce de la suave tela. Me vi al espejo y realmente me gusto lo que vi...
Hubo un acuerdo instantaneo cuando vi las miradas de mis acompañantes. Los zaoatos no eran necesarios por lo que ya podiamos irnos a casa.
Cuando llegamos, tome mis cosas y corri a la pista, donde Rosa me esperaba. Ella aun no habia visto mi nueva rutina y pensaba sorprenderla.
Entre sin mucha ceremonia, conecte el equipo de musica, me puse los patines y comenzo la magia... el violin resonaba con dulzura y fuerza, creando movimientos que se combinaban con saltos, con las piruetas, los giros... estaba encantada ante lo que podia lograr... ante lo que tanto entrenamiento habia logrado.
Rosa estaba feliz de cuanto habia crecido como patinadora, de las maniobras que lograba hacer...
Luego de llegar a casa y ducharme, nos sentamos a cenar en el comedor.
-Mi pequeña, tendras lo mejor de lo mejor. Vendran todas nuestras amistades, sera en la casa de los Accault, con una orquesta maravillosa.
Mamá estaba mas que encantada con la fiesta, mientras papá la miraba con alegria, ambos estaban felices... y yo tambien.
Luego de la cena fui a mi habitacion, me recostaba en la cama cuando mi telefono comenzo a sonar. Lo tome y conteste con pereza.
-Amor...
Si, ahora le digo asi. Si voy a casarme con el debo intentar ser, al menos mas cariñosa.
-Cariño, ¿Contenta por mañana?
-Si, estoy emocionada ¿Y tu?
-Claro que si, ya quiero que sea mañana.
Nos mantuvimos hablando, mientras me acomodaba entre los suaves almohadones.
Cuando lo note, eran las tres de la madrugada ¡Me habia quedado dormida! Vi el telefono asustada...
"Mi pequeña, te quedaste dormida. Te dejare descansar. Buenas noches"
Sonrei ante lo comprensivo que era y me dispuse a contestar.
"Lo siento, me gano el cansancio"
Me envolvi en las mantas y me dormi...
Cuando desperte, corri a la pista... asi solia matar el nerviosismo,me tranquilizaba, siempre y cuando André no estuviera presente... el me daba tanta paz... aunque paz era lo que menos existia en la casa. Todo era un ir y venir desde temprano, bueno, no esperaba nada menos.
El hielo estaba perfecto... el placer me recorrio sintiendo la fluidez de mis movimientos, mis saltos...
Lo hice hasta quedar agotada, dispuesta a aparecerme en casa lo mas tarde posible... los nervios estaban acabando conmigo.

Comi una ensalada que habia traido se casa, para seguir practicando, descansando... suena curioso aun para mi decir que me hace descansar. Pero la sensacion del hielo es tan deliciosa... que es imposible evitar sentirse descansado, aunque tu cuerpo grite lo contrario.
Eran cerca de las seis cuando llegue a casa. Era tarde, mas que tarde,pero no importaba. Era mi fiesta de cmpromiso no iban a hacerla sin mi.
Me duche aun con tranquilidad, no me gustaba apresurarme cuando me duchaba... me encantaba sentir con cierta delicia el agua caliente correr por mi cuerpo, sentir como me relajaba en cada uno de mis musculos...
Me seque el cabello con cuidado, ya que era tan delgado que tendia a enredarse demasiado.
Me vesti con tranquilidad mientras oia los gritos provenientes del pasillo, me hacia reir el como todos estaban preocupados por mi fiesta de compromiso... claro, menos yo.
El cabello no fue problema, ya que Nana habia entrado en la habitacion y peinado mi -gracias a Dios que no enmarañado- cabello. No le hizo mucho, solo lo sujeto con horquillas para lograr una caida lateral. Agradecia la delicadeza de Nana al peinar mi cabello, lo haciavtan suavemente... que a veces hasta olvidaba que me estaban peinando.
Salimos de la casa a las siete y media para dirigirnos a la de los Accault que nos esperaban, nerviosos.
André se veian tan feliz... me abrazo con fuerza para besarme instantes despues... lo amaba... realmente amaba a este principe de cuentos que habia abandonado a la cenicienta para venir a mi encuentro...
Los invitados comenzaron a llegar, lo tedioso era tener que presentarse ante todos y soportar lo que dijeran.
Tuve muchos comentarios que no pasaron desapercibidos, que era muy pronto, que yo no sabria manejar la compañia, que eramos muy jovenes para saber que hariamos con nuestras empresas...
Lo mas irritante era que nadie se atrevia a decirlo cara a cara, todos lo susurraban mientras caminabamos, como si no fueramos a oirles, como si no nos fuera a doler... fingiendo sonrisas ante nuestros ojos, comentando lo hermosos que nos veiamos juntos y lo "felices" que estaban por nuestra union.
En medio de la concurrencia, encontre a unos compañeros de carrera, que se nos acercaron con cierta emocion falsa.
Saludaron con desden... aun en el mundo en que me movia, era despreciada... al menos André estaba ahi conmigo, tomando mi mano, estabamos enfrentandolo juntos...
La cena fue mas agradable, hablamos de las cosas mas sencillas...
André tenia un departamento en el centro y me invito a conocerlo, el sabado siguiente. Estaba encantada con sentir que ya eramos parte el uno de la vida del otro...
La tortura habia terminado...

Huellas en el hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora