3. ¡Pervertido!

3.3K 193 5
                                    

Kelsey.

David me había hecho algunos exámenes, me había colocado algunos parches con cables en mi cabeza, cuello, brazos y pecho.

Después de un par de horas de esperar resultados, David no me digirió la palabra en ningún momento y no era que me importara pero quería saber que tenía, quería saber porque no recordaba a ese chico y quería recordar del tan famoso "accidente" que me causo esto.

No volví a ver a Alex en días, algo dentro de mi se retorcía y no sabía con exactitud que era ese algo. Seguramente debería dolerme el estómago por algo de la comida, si se le podía llamar así a lo que sea que no contenga sal ni azúcar. De seguro debió de ser por eso, no tenía otra explicación.

David me dio de alta a la semana después, por supuesto me dio las fechas de los controles para recuperar la movilidad de mi pierna.

Abby me había visitado días antes de enterarse de lo que supuestamente me pasó, me contó algunas cosas de Alex, cosas de las que no me creí capaz de hacer y seguramente estaría mintiendo. No recordaba ninguna residencia, ni mucho menos tener que compartir cuarto y departamento con 5 personas incluido chicos.

De seguro mi padre no estaría contento con todo esto, no pude recordarla ultima vez que lo visité, odio esto, odio no recordar nada, odio no recordar caras y odio no recordar lo que me pasó.

El ruido del timbre del apartamento sonó alto. Trastornada, me habían tomado por la guardia baja, estaba recostada en el sillón pasando canales y dejándola en novelas americanas, que por cierto, mucha trama, de seguro ahora me encerraría sin perderme ningún capítulo de estas.

Me levanté como pude, pasando los dedos por mi cabello despeinado,haciendo un inútil intento de acomodarlos y verme presentable.

Al abrir la puerta mi cuerpo entero respondió al impacto de aquellos ojos viéndome. Me mordí el labio, en un claro acto de nerviosismo.¿Que se supone que le diga? ¿Hola como estas? ¿Tanto tiempo? No parecía tener un buen repertorio para él.

Ninguna palabra fue dicha. En cuestión de segundos sentí sus brazos entorno a mi cuerpo, me tambaleé hacia atrás, completamente sorprendida, mientras, sin pensarlo dos veces, mi cuerpo reaccionó por si solo, le devolví el abrazo. El masculino aroma me hizo cerrarlos ojos, mientras me acariciaba el cabello y me llevaba hacía adentro.

Kelsey...—Susurró, alejándose solamente lo suficiente para perderme en su mirada.

Como diablos podía el tener control sobre mi cuerpo.

Me sentía incómoda el solo hecho de pensar que estoy en brazos de un desconocido que decía ser mi novio.

Yo..o..

Me calló, presionando mi nuca de modo que mis labios se encontraran con los suyos. Cielos, que bien besaba.

Su suave boca se movió lentamente sobre la mía, mientras su mano estaba sobre mi cintura. Contorneo mis labios con la lengua, hasta que los entreabrí, permitiendole profundizar el beso.

Un gemido se rompió en mi garganta al sentir el calor de su lengua contra la mía. Me sujeté sobre sus hombros, en cualquier momento mis piernas me dejaban de funcionar.

Fue entonces que desperté del trance y lo aparté tocándome mis hinchados labios.

Mi cuerpo estaba temblando del deseo, pase mis manos por mi frente,mientras asimilaba todo lo que había pasado. Lentamente deje escapar un suspiro contenido en mi pecho.

Yo...lo siento, no debí... no debiste... no debimos....perdón. —Le digo.

Alex se limitaba a mirar mis labios hinchados mientras que mi corazón latía demasiado rápido. Ninguna palabra salió de su boca solo se limitaba a mirar mis ojos de una manera tan intensa que mis piernas casi perdían el control. Obviamente eso no podía ser del todo posible por este maldito yeso que me cubría la pierna completa.

¿Q..quieres humm... algo para hummm.... beber?

¡Pero que idiota! Ninguna palabra coherente salía de mis labios, este chico no debió de haber venido y debería de sacarlo de mi departamento, pero en vez de eso no lo hice.

¡Estúpida!

Negó con su cabeza. —No gracias.

Su voz salió demasiado ronca para como la había escuchado en el hospital.

Que situación más incómoda, se supone que debería decir algo pero nada salia de mi boca y el solo se limitaba a mirarme con deseo.

Será imbécil.

No sabes cuantas noches soñé con besarte así. —Me dijo.

Me mordí el labio en un acto para tratar de calmar mis nervios y evitar decir alguna estupidez de la que me arrepentiría.

Cerró los ojos por unos momentos. —No... deja de morderte el labio... No sabes lo que me provoca verte así.

¿Pero que...

bajé mi mirada a mi cuerpo y pude notar que se me veía el comienzo de mi sostén negro por sobre mi musculosa, rápidamente me arreglé y sentí mis mejillas acaloradas. Pude notar su sonrisa picarona cuando levanté la mirada hacia sus ojos.

¡Pervertido!—Aparté la mirada en cuanto pude.

Se encogió de hombros. —No me culpes por desearte tanto. —Se mordió el labio. —En estos momentos estoy pensando en las posibilidades que tengo de llevarte ahora mismo a la cama.

Fruncí el ceño. —¡No serás capaz!

Alzó una ceja. —¿Y estás segura?, no juegues conmigo, sabes que lo haré.

No lo harás, porque yo no quiero que lo hagas. —Le desafié.

Lo haría, pero... ¿Sabes cual es el problema?

Me lamí los labios. —¿Cuál?

Apartó su mirada de la mía. —Lo que sientes por mi...

Pero si yo no siento nada...

¿No lo sentía? ¿No lo hacia?

Ese es el problema...

Dio unos cuantos pasos hasta acortar la distancia que nos separaba y me besó la frente para mirarme directamente a los ojos.

Te quiero... ¡Maldita sea que lo hago!

Y se fue, dejando un vació extraño en mi cuerpo.

¿Que tenía este chico que me revolucionaba tanto?

No me olvides (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora