45. Shh, me encargaré yo...

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Kelsey.

La música estaba fuerte, las luces bajas excepto por unas de colores que giraban dibujando las paredes, el olor al alcohol era tan intenso que mis fosas nasales llegaban a arder y el mareo no se quedaba atrás debido a los incontables vasos de alcohol que sin darme cuenta me había acabado. 

Me lleve una mano a la cabeza riendo del agradable mareo que tenía. Vi a Abby riendo mientras bebía un par de shots de Tequila y a Alex, que estaba sentado en un sofá individual exactamente frente a mi y me estaba mirando fijo. Se hallaba inclinado hacia adelante con los codos sobre las rodillas y ambas manos entrelazadas a la altura de la boca. 

Intente enfocar la imagen de Abby pero la vista se me nublaba y todo a su alrededor se veía borroso. Sin darme cuenta mi respiración estaba agitada y mis ojos fijos en los de Alex. Fruncí el ceño algo confundida pero intente dispersar mi mente tomando otro trago de mi vaso. Un largo y delicioso trago de vodka. Al terminar mi sorbo me relamí los labios e inconscientemente volví a fijarme en Alex mientras lo hacia. Aun me seguía observando en la misma posición, inmóvil. La única variante fue su ceja subiendo un poco cuando le mire al pasar mi lengua por mis labios. 

Volví la vista hacia Abby quien se reía de lo que le decía un chico con la cabeza echada hacia atrás y apenas podía respirar. Me reí de la sola imagen y lleve el vaso a mi boca una vez mas, pero al intentar sorber bebida, me halle con que ya estaba vació. Mierda. Me levante decidida a ir a buscar mas pero al hacerlo tan de pronto me entro un mareo muy fuerte. Estire un brazo hacia atrás para apoyarlo en la barra y así no terminar en el suelo. 

Oí una risa y supe que provenía de Alex. Le mire y sonreí de lado también, me di media vuelta y fui al baño botando a mi paso el vaso que ahora estaba vacío. Era extraño, pero casi podía sentir ojos fijos en mi espalda. Ignore el sentimiento y tomé la manilla de la puerta del baño de mujeres y con dificultad me adentré. 

-Creo que tu y yo estábamos en algo ¿Cierto? -Pregunto una voz que hacía que mi piel se erizara completamente.

Levante la mirada hacia el, y a su vez, se inclino hacia mi, quedando a escasos centímetros de mi cara. Estaba tan cerca que podía oler su aliento a alcohol, y debo admitir que se me había subido la temperatura en segundos. Me acerque unos centímetros deseando comerle la boca ahora. Sentí su mano en mi espalda, acariciándola despacio. Sus dedos subieron hasta mi nuca y allí hasta mi cabello entrelazándolos en el. 

Sin previo aviso sentí sus labios húmedos sobre los míos. Sin pensarlo demasiado le correspondí el apasionado beso, Dios santo, necesitaba mas. Mi corazón estaba palpitando desbocado sobre mi pecho.

Me estaba perdiendo entre su ser, me estaba hechizando entre sus besos, su cuerpo, su esencia y su aroma. ¿En qué momento comenzó todo esto? Mordió delicadamente mis labios, de manera sensual, los tiro un poco y bajó hasta mi cuello comenzando a besarlo y mordiéndolo suavemente. Mi respiración comenzó a agitarse más. Una vez más sus labios se posaron en los míos, y luego permanecía una sensación extraña, como si aquellos siguieran en mi boca, como si algo de él quedara ahí para siempre. Se separo un poco de mi y bajo sus manos a mis Jeans, para desabrocharlos, observándome como algo comestible, deseable para él, mordiendo mis labios.

En cualquier momento explotaría, y con la mirada imploraba que llegáramos luego al punto final de todo esto. Metí mis manos entre mi cuerpo y el de él, para desabrochar sus Jeans, y este escondió su cabeza entre mi pelo, fue cuando agarro de mi cintura nuevamente.

-L-laa puerta... -Susurré jadeante en su oído.

-Shhh, me encargaré yo... -Murmuro despacio y rozo su dedo índice en mis labios, mientras sus ojos impactaron directamente a los míos. Sus manos se desplazaron hacía mis muslos, para luego tomarlos y dejar espacio, bajo para meter las manos en la cinturilla de las bragas y retirarlas, sentía como mi sangre recorría rápido mi cuerpo. 

Cerré mis ojos y Alex desapareció dejando un gran espacio entre nosotros, sin abrir los ojos pude sentir el "Clac" de la puerta siendo trabada, y una corriente eléctrica se desplazo por mi cuerpo, provocando una extraña sensación en mi. Sentí sus labios recorrer los míos con pasión y lujuria, su mano se deslizo dentro de mi camiseta, directo a mi abdomen y llego hasta mi muslo, casi a mi feminidad, mi cuerpo se estremeció por completo al sentir como su mano encontró aquel punto palpitante. Mordí mi boca, desesperada. 

Sus ojos se posaron en los míos, encandilándome, y este intentaba comunicarse conmigo así. Me besó tiernamente en la frente, y luego me apretó contra su cuerpo.

No podía creer que lo íbamos a hacer en el baño de un bar. 

Santo Dios.

No me olvides (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora