15. "Te vas a arrepentir"

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Kelsey.

Me he visto al espejo y me he acordado de alguien a quien solía conocer. Ya sabes, la mayor de las putadas es olvidar lo que uno es u olvidar lo que uno fue. Y no darse cuenta de que va cambiando y al final mirarse de frente y no reconocerse.

Supongo que la vida está basada de muchas cosas que uno no acaba entendido al final del día, y toca que irse a la cama intentando apagar esas vagas ideas que se nos cruzan por la cabeza. A veces es más fácil no pensar en ello, pero el problema es que quien nos lo dice no nos ha dicho el secreto o la táctica para dejar de darle demasiadas vueltas al mundo. Porque estoy mareada y es una jodida pena que nadie se detenga siquiera a apreciar mi derrumbe. 

Hacía siglos que no me quedaba un fin de semana sola en casa. Para mi tener el piso libre es algo mágico. Los días en los que vivo sola son para mi una especie de tregua, de punto y aparte. Es entonces cuando puedo comer cuando me apetece, donde me apetece, puedo tirar la ropa por donde me dé la gana y puedo traer a casa a cualquiera, sin dar explicaciones a nadie.

Sin embargo esta vez estoy diferente. Como si el silencio cortase. Me gustaría tener aquí, ahora mismo, a Abby para contarle cómo me siento. Quisiera decirle que tengo miedo. Llevo varios días acordándome de una frase de mi poeta favorito. El decía que por ser demasiado sensible, había desperdiciado su vida. Otra cosa no, pero yo siempre he sido demasiado sensible. No sé si esto es un regalo o un castigo. Cuando estoy ante algo maravilloso, lo siento dentro de mi de forma mucho más intensa que todos las personas que me rodean. Pero me sucede justo lo contrario cuando estoy ante algo doloroso. Me cuesta demasiado recuperarme de los golpes que nos regala la vida. Todo me duele mucho más que a los demás y termino sufriendo por cosas que sé que nadie tiene en cuenta.

De pequeña me preguntaba el porqué no era como las demás chicas, que eran felices jugando con muñecas perfectas. 

Me encerré en mi habitación con llave, apague las luces, y me metí en mi cama cubriéndome toda con mis cobijas, tapando mi boca con una almohada para que mi llanto no se escuchara. Todo este tiempo no me hice mas daño, jure estar bien y la gente juro verme bien pero, vivía engañada por que se que hay algo dentro de mi no me deja en paz y me hace hacer cosas que no quiero del todo y que no son de mi.  

 Cuando cierro los ojos no se quien soy en realidad, ya no soy esa chica que reía de todo, tampoco soy esa que iba tranquila por la vida y menos soy esa niña. Quisiera explicarme las cosas que hago, cual es el motivo del por que hablo así, del por que soy de esa forma que a el mundo le incomoda pero a los hombres les gusta, por que intento meterme en sus pantalones, aun no lo entiendo, no se que trato de demostrar, todo esto en absoluto no me hace sentir mejor.  

Días, semanas, meses, no supe cuanto tiempo paso en ese andar, desde que dije aquellas palabras no le volví a ver mas, a partir de esa desaparición, fue como si todo lo que ocurriera a mi alrededor hubiera quedado en blanco, el clima, el cansancio, el tiempo, cosas que no tenían valor alguno para mi, ya nada tenía importancia.

Me dirijo al campus para estar sola... Sin embargo, algo llama mi atención; Un grupo de personas acopladas alrededor del pasto verde, pero eso no fue lo que llamo mi atención, sino que fue una chica sentada como a diez metros, tacones, bolso, tenia un libro verde muy oscuro a su lado y su rubio y largo cabello hace que no pueda ver su rostro, pero podría jurar que la había visto antes...
Y entonces lo veo, el humo se eleva hasta el cielo mezclándose con las nubes. El sopla con los ojos cerrados. .. ¡Joder! Fuma. No entiendo cómo alguien tan joven se mata de a pocos. Me miro directamente a los ojos y sonrió. Pero no fue una de esas sonrisas que suspiras con solo verla, sino mas bien fue una de esas que no llegó a sus ojos, de esas que no quisieras verle jamás. Algo se traía entre manos, lo podía ver desde nuestra distancia.

 Puso sus manos en el cuello de la chica, y sin apartar la mirada de mis ojos, sus manos bajaron a su cintura, y sus labios a la boca de la chica, tomo los labios de la chica con sus dientes y, bajo a su cuello, la chica que hasta ahora tenia la cabeza baja, subió y pude ver su cara... era Reachel, su pecho agitado se hacía cada vez más notorio, y ladeo su cabeza para darle mayor espacio. El la tomo desde la cintura para subirla a su cuerpo, y la sujeto desde los muslos que ahora envolvían su torso bien definido. Nuestras miradas seguían siendo una. Y sentí como algo se quebró en mi, me encantaría que hubiera sido un hueso, pero no, simplemente y sencillamente fue mi corazón.

Algo murió en mi, ese momento... No supe porque sólo ocurrió, lo peor de todo es que en mi cabeza resonaba una diminuta voz "Aparta la mirada", decía, "Te vas a arrepentir" ... Debí haberle hecho caso, pero bien dicen que la curiosidad mató al gato, o en mi caso, lastimó mi corazón...

No me olvides (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora