29. Fuimos los dos.

2.1K 119 5
                                    

Kelsey.

Todo mi mundo se paralizó por un instante, haciendo cada pequeña acción en cámara lenta, sin darme tiempo a reaccionar. Todo mi cuerpo vibró en aquel beso inesperado. Mis manos fueron hacia su pecho, intentando liberarme de él. Sus labios suaves intentaban vagar por mi boca pero sólo encontraba de ellos el rechazo. Esto era totalmente incorrecto. Y mientras más intentaba alejarme sus manos hacían presión sobre mis brazos.

Pensé por un segundo en las emociones, las escuché. Y todo me traía recuerdos. Finalmente desistí, deje de luchar por el insoportable pinchazo en mi corazón. Causé un efecto totalmente contrario en él al darme cuenta de que sus labios estaban moviéndose con menos fervor y sus manos se suavizaban más en mi piel. 

Por fin sentí una bonita sensación, como si no me faltara nada más en el mundo, como si ya era suficiente para hacerme olvidar todo el daño que me causó. Mi corazón latía fuertemente y mi cabeza se resistía a admitir algo que mi corazón ya había descubierto hace mucho tiempo.  

Las lágrimas se empezaron a formar en mis ojos, sentí como su mano acariciaba mi mejilla y después la pasaba por mi cuello, acercándome lento. 

"El amor puede doler, el amor puede doler a veces, pero es la única cosa que conozco" 

Me pego más a su cuerpo mientras acariciaba mi mejilla lentamente, sentí que mi cabeza hizo un ¡Click! y me di cuenta de lo que esto significaba, no podía estar bien, me estaba humillando delante de él, de ninguna manera iba a seguir.

Me separé bruscamente haciendo que abriera los ojos totalmente sorprendido por mi repentino arrebato.

-¿Crees que puedes venir y hacer como si nada pasara? ¿Piensas que puedes venir a mi vida como si nada a lastimarme de nuevo? ¿Crees que es divertido romper el corazón de una persona que de verdad te quiere? Dime, ¿a que juegas? -Solté ahora enojada. -¿Crees que vas a ser el héroe y que puedes venir y salvar el día? 

Me di la vuelta dispuesta a irme. 

¡A la mierda con esto!

Apenas di un paso sentí una mano agarrando mi brazo izquierdo. Me di la vuelta y  solté el aire que estaba reteniendo y tire mi brazo lejos de sus garras. Bien. Bien. Mierda. Me estaba mirando atentamente, mire a mí alrededor tratando de no conectar con sus ojos, no había casi nadie de gente a mi alrededor. 

-Yo...

-No tengo ganas de oír nada que provenga de ti. –Le dije elevando un poco mi tono de voz, me estaba enojando. Maldito estúpido. –Esto es una mierda, Alex. Una completa mierda. –Se acerco a mi cuerpo y estábamos a solo unos centímetros, nuestros alientos se mezclaban. Sabía que tenía que alejarme de ahí, pero no podía moverme, todo mi cuerpo estaba paralizado. Note un moviendo extraño detrás de él y mire por su hombro. 

¡Maldita sea! 

Me aleje de Alex lo más rápido que pude, lo empuje de mi lado y él me miro con cara extraña frunciéndome el ceño. No aguanté más y me aleje de el casi corriendo rogando con que no me siguiera. 

Mierda, sabía que este día se iba a ir a la mierda. Lo sabía, y aun así salí. ¿Porque saben qué? Soy una idiota y las idiotas hacemos eso, idioteces. 

Un cuerpo se paró enfrente de mí impidiéndome el paso. ¿Es que hoy era el día de romperle las bolas a Kelsey? El pecho de aquella persona subía y baja lentamente ¿Porque no simplemente pasaba por al lado? Cuando levanté la mirada me encontré con un par de ojos puestos en mí junto a una sonrisa realmente blanca. Conocía esa mirada en alguna parte la había visto... 

Era el chico del aeropuerto. 

-¡Hola! bella durmiente, pensé que no ibas a despertar nunca.

Miré por sobre mi hombro para ver a un Alex trotando hacía mí con el ceño claramente fruncido por el chico que estaba delante de mí.

-Necesitas ayudarme. -Solté de repente con la respiración agitada.

-¿Qué? -Me preguntó confundido.

-Ese chico que viene ahí no quiere dejarme tranquila. -Comencé a entrar en pánico cuando lo veía cada vez más cerca. -Por favor, tienes que ayudarme.

Su ceño fruncido aún permanecían ahí tratando de comprender lo que había dicho. No tenía tiempo para que lo procesara por lo que caminé dos pasos intentando alejarme para no toparme con Alex pero su brazo me detuvo.  

-Está bien, te ayudaré.

Solté todo el aire que contenían mis pulmones. -Gracias. 

Segundos después Alex ya estaba parado delante de nosotros, el chico del aeropuerto aún me sostenía del brazo mientras examinaba mi rostro por alguna extraña razón. Un gruñido hizo que el chico mirara en la dirección del sonido que había provocado el mismisimo Alex.

-¿Se te perdió algo amigo? -Lo retó.

La mandíbula de Alex no podía estar más apretada mientras que sus ojos no podían despegarse de mi brazo donde aún tenía la mano del chico. -¿Quién eres tú?

-Debería preguntarte lo mismo. -Soltó.

Alex desvió los ojos hasta posarlos en los de él. -Soy su novio.

¿Qué? maldito hijo de la gran ...

-Querrás decir ex-novio. -Sus labios se curvaron formando una sonrisa.

Las manos de Alex cada vez se apretaban más dejándome ver sus blancos nudillos, dio un paso hacía nosotros desafiándole. -¿Qué mierda pintas tu aquí?

La sonrisa del chico no podía ser más grande. -Eso pregúntaselo a ella.

Por primera vez los ojos de Alex se posaron en los míos incitándome a responderle pero el problema es que no se me ocurría ninguna mentira creíble. -No puedes querer a alguien en tan poco tiempo.

-Si se puede. -Respondí  

Me miró con los ojos entrecerrados. -Es imposible, demasiado rápido. -Apretó la mandíbula. -¿Lo amas?   

-Lo siento, eso no te incumbe.  

-Está claro que aún la quieres.  Pero tranquilo, ahora está en las mejores manos. -Dijo rodeándome con sus brazos, su colonia varonil me invadió en cuestión de segundos. - Debes apartarte, no importa cuánto la amaste si ella decidió alejarse, debes respetar su decisión y seguir tu camino. 

Forcé una maldita sonrisa. -Tan solo vete, aléjate de mi y se feliz por ti, busca nuevos horizontes, nuevos amores que te correspondan, sigue tu camino lejos de mi que  yo ya encontré el mío. Prometí que mi último error sería contigo, ahora tengo prohibido equivocarme de nuevo... 

Y me despedí sabiendo que no quería irme.

Por primera vez lo vi tan vulnerable, mientras fingía una sonrisa y trataba de demostrar que ya no dolía, cuando la verdad, el corazón y el alma se me estaba partiendo en miles de pedazos... 

Esto solo me pasaba por estúpida... Perdón corazón te mentí cuando dije que ya no habría mas problemas.

-Ten cuidado con lo que dices siempre debes tener un filtro en tu boca. -Me susurró el chico del aeropuerto.

-No te preocupes, vete tranquila que al final todos siempre se alejan de mi, mis amigos, mi familia, y ahora tu la persona que mas quería en él mundo...

-Fuiste tú el que me alejó. -Le corregí.

Negó y soltó una sonrisa sin gracia mientras sus ojos fríos como el hielo perforaban los míos, tan profundo que miles de escalofríos me recorrían el cuerpo. -Fuimos los dos.

Y se fue dejándome completamente rota.

No me olvides (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora