Kelsey.
Desperté, estaba tumbada en una cama muy cómoda del hospital y sobre mí había una bolsa de transfusión de sangre. Vi a Alex de pie junto a la puerta, con un cigarrillo, y parecía muy ansioso.
¿Siquiera se podía fumar aquí?
Estaba un poco más pálido, su cabello lo había dejado crecer un poco, seguía gustándome, igual a como lo tenía antes, y sus manos, seguían siendo las mismas que me habían agarraban fuerte cuando tenía miedo. Y no hablar de sus hoyuelos, mierda, esos pequeños agujeros al final de su sonrisa que me volvían completamente loca, y sus ojos color pasión que me miraban fijamente cuando nuestras narices rozaban una de otra, mierda.
-¿Q-uué pasó? -Me tomé la cabeza entre mis manos, el dolor era palpitante pero estaba dentro de lo soportable.
Sus ojos cristalizados se encontraron con los míos al momento en que había emitido un sonido, estaba estático en su sitio. -Has despertado. -Dijo sin aliento.
-¿Qué fue lo que pasó?
-Oh, estás aquí, estás conmigo. -Apagó el cigarrillo en un cenicero que había cerca de él y se acercó a pasos agigantados hasta estar a mi lado. -No me has dejado.
-No entiendo que hago aquí, no puedo recordar nada.
Me acarició el pelo lentamente. -Te levantaste una mañana y simplemente te desplomaste en el suelo como una pluma, no se que pasó o porque pero apenas cerraste los ojos supe que algo andaba mal contigo, te tomé en mis brazos y te traje hasta el hospital más cercano. Pensé que era por lo mucho que tomaste la noche anterior pero los exámenes arrojaron algo completamente diferente, algo andaba mal con tu cabeza y se fue desarrollando cada vez más, podías simplemente no despertar, no iba a permitir que te escapases de mis brazos ahora que podía tenerte junto a mí. Tu padre habló con doctores y enfermeras para saber si había alguna posibilidad de salvarte y así fue. Ahora estás conmigo. No te dejaré ir jamás.
Era mucha información que digerir y sabía muy bien que algo me había estado ocultando. No está en mi naturaleza ocultar nada. No puedo cerrar mis labios cuando he abierto mi corazón. Mi irritación golpea fuerte mis sentimientos. Tengo dos opciones, quedarme callada y mirándolo hasta que me diga que es lo que realmente sucede o preguntarle directamente y evitar toda esta mierda de una vez.
-¿Que más?
Parecía confundido sobre mi pregunta. -¿De qué hablas?
Cerré mis ojos. -Sé que hay algo más, dímelo por favor.
Hubo un silencio en la angosta habitación, sólo me quedaba observar y esperar a que simplemente me contara la verdad. Mantenía los ojos cerrados a la espera de que emitiera un sonido siquiera pero nada más que el silencio me abrazó en la fría y pálida habitación.
-Por favor. -Le supliqué.
Escuché un suspiro nervioso y unos pasos cada vez más lejos.
¿Se había ido? ¿Me había dejado?
-Esto me lo ha dejado tu padre, me pidió que te lo hiciera llegar solo a tus manos si despertabas. No sabía si llegarías a siquiera soportar la cirugía, pero lo hiciste. Diga lo que diga esto, no cambia el hecho de que ahora estas junto a mí, recuerda que jamás te dejaré.
Tuve que abrir los ojos para ver de que se trataba aquel suave y delgado objeto entre mis manos. Un sobre con mi nombre en él estaba entre mis dedos, algo definitivamente no andaba bien aquí. Desvié mi mirada hasta los ojos de Alex, preguntándome porque me había dejado un sobre y no podía entregármelo personalmente él.
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No me olvides (#2)
Random"Olvida el día que nos conocimos; olvida el primer momento en que me hablaste. Olvida todas esas cosas que me hacían reír, olvida aquel día que estaba triste y tú me consolaste. Olvida mis celos y mi orgullo. Olvida la primera vez que me dijiste que...