No me olvides (#2)

22. Mierda.

Kelsey.

Miro su espalda y me pregunto ¿Por qué, por qué hace esto? Sus fogosos besos se ven interrumpidos por mi presencia, Reachel me observa por sobre el hombro de Alex mientras este sostiene su cintura y respira de una manera muy rápida, como si hubiese corrido una maratón. 

Creo que al fin nota mi presencia porque gira su cara y me observa de reojo, puedo ver su perfil y su ceño fruncido a causa de mi sola presencia allí.

Pienso en dejar pasar el ascensor e ir por las escaleras, realmente pensé en hacer algo como eso pero Reachel besa por última vez los labios que tantas veces yo probé y sale del ascensor con una sonrisa de una zorra que le han pagado una gran suma de dinero.

Pensé que se la iba a dejar afuera pero simplemente se da vuelta apoyándose en una esquina del ascensor con los brazos y piernas cruzadas. 

Su mirada era fulminante sin necesidad de tocar un sólo milímetro de mi cuerpo; sólo fijando por unos momentos la mirada sobre mi, y ya. Puedo denotar la arrogancia de su mirada; esa que me hace sentir insignificante, pero desafiante. Un juego de miradas sin siquiera una palabra, quedaban diez largos segundos de silencio, diez largos segundos de incomodidad. Las puertas metálicas del ascensor se cerraron delante de nosotros, entonces comenzó a ascender. Se escuchó un ruido agudo, me asusté. Entonces una voz robotica se hizo presente desde los parlantes inundando cada rincón

"El ascensor se ha parado a causa de un fallo en la electricidad debido a la fuerte lluvia que azota las residencias, el oxigeno de emergencia está en marcha, lo arreglaremos lo antes posible."

No, no, no... Le miro de reojo, asustada, intranquila. No sé si es más delito para mi misma por seguir mirando o para el mundo por continuar desaprovechando los consejos que me dicen que me aleje. El caso es que sigo mirando de reojo, sin hacer ruido ni dejar rastro, pero bien atenta a sus movimientos.

-Mierda. -Le escucho susurrar.

 Se mantuvo en un rincón del ascensor, mirando hacia el techo y murmuraba estupideces. 

Me apegué mucho mas a un costado del ascensor y cerré los ojos, quizás así y solo así el tiempo pasaría mucho mas rápido el tiempo encerrada con este idiota. Mi celular vibro y agradecí enormemente aquel hecho porque el ambiente se estaba haciendo mucho mas incómodo de lo que esperaba, Alex estaba con los ojos cerrados con su cabeza apoyada a la pared del ascensor. Tome mi celular para ver aquel mensaje... Era Luke.

"¿Estás bien? se esta poniendo muy feo por aquí... ¿quieres un poco de compañía? ;)"

Sonreí al leer el mensaje, Luke cuando se lo proponía podía ser un chico bastante dulce. Comencé a escribirle una rápida respuesta cuando siento su mirada en mi sin siquiera haberme cerciorado de que lo hacia, simplemente lo sabía.

"Ni que me lo digas, estoy atrapada en el ascensor :(. "

-¿Nueva conquista? 

Desvié mi mirada del celular hacia sus ojos fijos en el aparato entre mis manos. Volví mi mirada al celular para colocarle enviar cuando unas manos fueron mucho mas rápidas que las mías y tomo mi celular para comenzar a leer nuestros mensajes privados.

-¡Hey! ¡Devuélvemelo! -Le dije enojada mientras intentaba quitarlo de sus manos pero era mucho mas alto que yo y era algo imposible de quitárselo de las manos. 

-¡Pero que tenemos aquí! que rápida eres.

-Eso es un tanto hipócrita de tu parte ¿no crees? -Negó sin devolverme aún el celular. -Lo dice el que después de un día esta revolcándose con otra.

-¿Celosa?

-Ni en sueños. -Guardo mi celular en su bolsillo mientras se cruzaba de brazos sobre su pecho. -Respondeme una cosa... ¿Cuanto has tomado estos últimos días sin mi? debieron ser difíciles.

 -Siento desilusionarte, pero seré honesto contigo, no voy ahogarme con una botella de tequila por ti. No vales la pena, ni el brindis. -Soltó de repente haciéndome sentir una presión en el pecho que crecía a medida que decía palabras hirientes.

Solté una carcajada sin gracia. -Cuéntame más mentiras, que quiero ver hasta dónde llegas.  

Sonrió mostrándome los dientes. -Ya quisieras que fuera una mentira. -Suspiro. -¿Lo han pasado bien?

Fruncí el ceñome estaba cabreando mucho. -Mira lo que me pase a mi a ti no te interesa ¡no te metas en mi vida! 

Continuó con sus hirientes comentarios. -No me sorprendería que ya hayan tenido sexo. No es un secreto que te abres de piernas en segundos.  - Dijo el, yo le pegué una cachetada mientras que su cara estaba hacia un lado y ya podía observar lo rojo que se estaba poniendo en segundos su colorada mejilla.

- No vuelvas a acercarte a mí, me das... asco. -Le escupí todo en la cara. -No puedo soportar tu presencia, eres tan inmaduro, tan infantil, tan egolatra, crees que eres lo mejor de este mundo y ¿sabes que es lo peor? ¡QUE YO TAMBIÉN LO CREÍA! Tanto, que llegue a pensar que, incluso, no te merecía. Así de dañada estaba, de ciega, ilusionada, y es que me das ASCO. Como ser humano, eres un arrogante, incrédulo, narcisista y quien sabe que mas.

-¡Jamás vuelvas a hacer eso, es lo más cobarde que se puedes hacer!

"Eres muy ilusa, te enamoras de la primera persona que muestra un poco de interés en ti. Eres realmente patética" me dije interiormente.

-¡Vamos dilo joder! ¡Grita que me odias por todo! ¡folla con otra y que se te escape mi nombre! ¡Mírala a los ojos y dile que nunca has querido a nadie como la quieres a ella, mientele vamos! ¡Cojela de la mano aunque vuestros dedos no encajen una puta Mierda! ¡Ríete cuando haga tonterías aunque no te haga ni puñetera gracia, porque sabes que mis tonterías eran las únicas que te hacían reír y que pusieras esa cara de tonto que tanto me gustaba! ¡Muérdele él labio y cierra los ojos e intenta pensar que soy yo, que me estas besando a mi! ¡Dale un beso en él cuello, que seguro que cuando te lo haga ella no se te pondrá la piel de gallina, por que no seré yo! ¡Cojela en brazos y dile que es preciosa aunque sabes que no es tanto como yo! ¡Dile que su sonrisa es la mas bonita pero sabes que no es como la mía es la que te hacia sonreír a ti cuando nos íbamos a dar un beso! ¿te acuerdas ¡Llévale al sitio donde me llevabas a mi, a nuestro sitio, aunque sabes que te gustaría que fuera yo la que estuviese allí, ódiame por hacerte sentir un cobarde inmaduro que sigue enamorado de mi! ¡Quiéreme en silencio, sin que ella sepa que me amas! ¡Ten ganas de matarme por saber que tengo toda la puta razón y ahora estas ahí sin saber que hacer, no puedes vivir sin mi, y lo sabes! ¡Habla mal de mi con ella y con sus amigos aunque se que te morirás de envidia cuando me veas con otros y no puedas tocarme ni con un dedo por que ya no somos nada! ¿no? ¡Se que estas con ella por que un día decidiste no estar conmigo, pero me echaras de menos! ¿a que si ? ¡¡Lo sabia!!

-¡¡¡CÁLLATE!!!

-¡ERES UN COBARDE DE MIERDA! 

-Si yo te hubiera hecho a ti lo que me has hecho tu...¿Me perdonarías? -¿Que quería decir? -Pues ya tienes la respuesta. Da lo mismo si yo te importo o no te importo. Da lo mismo ya si algo de esto te preocupa o te ha dejado de importar ¡Eres una cobarde, una mentirosa y además una traidora! ¡A diferencia de ti, yo siempre te he dicho la verdad!