6. ¿Que dices?

2.8K 179 4
                                    

-Yo... Diablos no puedo. -Negó revolviéndose el cabello.

Estábamos sentados en el sillón, él tratando de ajustar las piezas del rompecabezas de una forma en la que yo pudiera comprender todo esto.

Mientras que yo me encontraba calmando mi agitada respiración y mi corazón que por alguna razón se encontraba revoloteando locamente sobre mi pecho como siempre pasaba cuando estaba frente a él.

-Yo...

Me mordí el labio esperando alguna respuesta que me facilitara entender todo esto.

-Todo iba bien entre nosotros o eso suponíamos... Siempre algo o alguien se colocaba entremedio de lo que teníamos y por supuesto esa vez no iba a ser la excepción. Pero fue culpa mía...

Fruncí el ceño.

-Caí en la mentira, el chantaje, jamás me perdonare lo que te he hecho; Siempre te decía que te alejaras de mi, que no era lo suficientemente bueno para ti o que no era lo que en realidad te merecías, pero nunca me hiciste caso, nunca me escuchaste y yo era un maldito egoísta que no podía dejarte ir y a causa de toda esa mierda míranos, mírate. Fui un jodido idiota, un jodido egoísta... si tan sólo te hubiese dejado ir... -Se mordió el labio y por primera vez me miro a los ojos. -Pero no pude, te metiste tan adentro de mi piel que no puedo dejarte ir, no me importa si no sientes nada por mi, lo entiendo, no sabes quien soy... pero escúchame bien porque no volveré a repetirlo. -Me miró seriamente. -Lucharé por ti, jamás algo en mi vida valió tanto la pena como lo eres tu, si tengo que enamorarte como la primera vez, lo voy a hacer mil veces cueste lo que cueste.

¿Que?

Negué. -Yo... no puedo.

Se acercó o más que pudo a mi cuerpo, me tomó de las manos y me hizo mirarle a la cara.

-Mi intención no es asustarte, ni lo creas. Te ayudaré a recordar, si pudiste recordar la noche de la fiesta, perfectamente puedes recordar el reto... Escúchame bien... Yo jamás te voy a dejar por segunda vez, ni lo pienses un segundo. Ya eres parte de mi y no podrás salirte tan fácilmente.

A pesar de que no recordaba a este chico, sabia de una extraña e inexplicable forma que decía la verdad, sus ojos eran un libro abierto... pero necesitaba más que eso, necesitaba saber que fue lo que pasó ese día.

-¿Qué fue lo que hiciste?

Alex se tensó y examinó sus manos como si ellas tuvieran la respuesta a mis preguntas.

-Ese día de la fiesta no esperé verte allí, me tomaste por sorpresa, completamente por la guardia baja... Estabas allí parada mirándome como si... como si fuera todo mi culpa. Ese día yo tomé una decisión, se suponía que ese día me alejaría de ti, quería que tuvieras todo lo que yo no podía entregarte y era lo que te merecías, no quería que todo tu esfuerzo que lograste por tu cuenta se esfumara por alguien como yo de la noche a la mañana, me prometí olvidarte, me prometí mantenerme a distancia de ti, conmigo lo único que puedes tener son problemas...

-¿Y eso fue lo mas fácil para ti?

Me maldije internamente, se suponía que no le conocía y era mejor así.

-En ese momento lo fue, me aleje sin decirte nada, sin mirarte a los ojos y pedirte disculpas por ello, me fui como siempre lo hago, Kelsey... a todas las personas que amo, las termino dañando de una forma u otra...

Me mordí el labio para no decir alguna estupidez.

-Fue la decisión más dura que tomé, ese día Reachel me habló sobre una fiesta, no encontré mejor solución que ahogarme en alcohol como siempre lo hacia cuando algo me molestaba o algo me tenía mal, me iba a emborrachar Kelsey, lo iba a hacer, pero ahí estabas, me enloqueciste como siempre lo haces y no pude quitar mis ojos de ti. Te veías... Dios... No puedo...

Se levantó del sillón de un tirón, como si se estuviese quemando. Pasó una de sus manos por su cabello, desordenándolo.

Dios... era tan..

"Cállate Kelsey, calma tus malditas hormonas".

-Cuando tomaste ese vaso rojo me sentí la peor persona del mundo, sabía que me habías visto con Reachel y sabía que te había roto el corazón cuando cruzaste la mirada conmigo. Jamás podré borrar esa imagen de mi cabeza, te cerraste como una almeja cuando te acercaste a mi, empezaste a tomar de tu vaso rojo, uno tras otro y fuiste valiente, yo no hubiese podido mirarte a la cara después de todo.

Se apoyó en la mesa de centro y me atravesó con su intensa mirada.

-Te quiero Kelsey, lo sabes... Jamás mi intención fue dañarte, quería lo mejor para ti, para ambos. Yo no puedo entregarte mucho, no hay mucho que entregar de mi. No puedo colmarte con dinero, no puedo llevarte a lugares costosos, ni mucho menos puedo poner un enorme anillo en tu dedo pero puedo entregarte mi mas puro corazón, tómalo y jamás tendrás que preocuparte por buscar uno, seré lo mejor para ti, solo si tu me lo permites.

"La hija que te pario..."

-Puedes seguir tu camino sola, tratar de recordar por tus medios... -Se acercó a mi. -O bien, hacerlo con ayuda de las personas que te aman, puedes recordar conmigo... ¿Que dices?

"A la mierda todo..."


No me olvides (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora