No me olvides (#2)

14. De los errores se aprende.

Kelsey.

Necesito un minuto. Sólo sesenta malditos segundos para aclarar a base de palabras todo lo que mi corazón palpita. Necesito, al menos por esta vez, ser más fuerte que el miedo. Tengo poco tiempo para todo lo que quiero pensar. Necesito que no escape, no aún, necesito que comprenda que realmente le necesito para recordar.
Estoy tratando de ser valiente, estoy tratando de alguna manera —que todavía no he llegado a encontrar—, aliviarme de todo el dolor que me va consumiendo. Siempre he odiado decir adiós, y más cuando se trata de alguien a quien realmente quiero tener en mi vida —o se supone que quiero hacerlo—, pero no puedo quedarme viendo como se me desgarra el corazón con el paso de los días, como se desgarra cada vez mas cuando veo su mirada, cuando intenta hacerme recordar pero no puede. No puedo ser tan valiente para quedarme, fingir cuatro sonrisas absurdas e ignorar que hay algo que no funciona realmente. No puedo seguir caminando por un camino que me lleva directamente a un abismo sin salida. No puedo hacerme la fuerte cuando estoy llena de debilidades. Soy yo la que no tiene nada claro en esta vida. Ni con él, ni si él. Tengo un lío en la cabeza que me va a costar salir mucho tiempo, y no quiero perder, pero tampoco quiero hacerle esperar por algo que quizás no pase del todo. No quiero que sufra por mi. Que si alguien tiene que sufrir, ese alguien soy yo, por ser como soy y no como los demás quieren que sea. Que se que soy una chica complicada y difícil de entender pero mierda, yo no puedo hacer nada para evitarlo. No puedo quedarme quieta y sentada viendo mi vida pasar. No quiero sentarme a esperar cada recuerdo olvidado. No quiero depender de la opinión de los demás. Quiero ser esa oveja negra entre todo el rebaño blanco. Quiero despreocuparme de todo de una vez por todas.
Espera, quince segundos más. Quizás suene egoísta si le pido que no me olvide, que grabe en su memoria cada recuerdo. Quizás no tengo el derecho a pedirle que me mantenga en su vida aunque sea de esa forma tan simple. Pero debía intentarlo. Por una única vez quería ser yo la valiente de la historia.

Es triste saber que hoy pudo ser un día tan especial, en el que el y yo hubiésemos sido los únicos protagonistas de todo... es triste porque aquello que hace muchos meses no unió, hoy nos separa, siento como si todo esto se hubiese convertido en una batalla campal sobre quien resiste más, por eso hoy quiero despedirme, ya no quiero lastimar más, con cada palabra, con cada gesto, o una simple mirada... No mas a sus dulces besos y tiernas caricias, ni a sus mimos y a esa tranquilad que sentía al estar a su lado.

Quizás el pasado era mejor que el presente. 

-No quiero.

 A veces, el mayor acto de amor hacia una persona, consiste en desaparecer de su vida.  

Me miro confundido. -¿Que quieres decir?

Apreté el pecho.

Cielos.

Dolía, dolía mucho.

Necesitaba respirar. 

Me faltaba el aire.

Aire, por favor.

-No quiero arriesgarme y perder, no ahora.

 Lo siento. En verdad lo siento.

-¿Tienes un motivo para terminar con esto?

Se me apretó el corazón.

Maldito corazón.

-Quizás no, pero tampoco lo tengo para seguir contigo.

cerré los ojos fuertemente, incapaz de ver los suyos penetrando cada poro de mi cuerpo. Mis manos temblaron ligeramente, y en todo este tiempo me quede con la chaqueta aferrada a mis dedos. Cuando me di cuenta, lo solté y callo inerte a mis costados.

-Jamás pensé que te resultaría tan fácil, ¿no te cuesta nada arrojar tantos recuerdos por la borda?

Lo mire a los ojos. ¿Me había insultado? ¿Que quiso decir con eso?

-Eso es un tema delicado y lo sabes.

-Me advirtieron que esto te sucedería, debí prestarle atención a las advertencias. 

-De los errores se aprende

Mi pecho dolió aun mas con aquellas palabras.

-Ya veo... entonces el error fui yo.. jugaste conmigo todo este tiempo.  

-Te equivocas, yo ni siquiera estaba jugando.  

Apretó la mandíbula y comenzó a cerrar sus puños.

-Ya no tengo nada mas que pensar, todo esta muy claro. Solo prométeme una cosa.

Lo mire sin emitir palabra alguna.

-Olvida el día que nos conocimos; olvida el primer momento en que me hablaste. Olvida todas esas cosas que me hacían reír, olvida aquel día que estaba triste y tú me consolaste. Olvida mis celos y mi orgullo. Olvida la primera vez que me dijiste que me querías, y por supuesto olvida también cuando te lo dije yo. Olvida todo aquellos mensajes. Olvida cuando te sacaba de quicio y lo mucho que me gustaba hacerlo. Olvida aquellas madrugadas que pasábamos hablando. Olvida lo mucho que te echaba de menos cuando no estabas. Olvida aquel momento que empezamos a cambiar... Olvida aquella despedida tan fría y dolorosa. Olvida que alguna vez formé parte de tu vida. Olvidame. Olvídalo todo ¿Si? Si te lo pido es porque sé que no te costara hacerlo. Olvídalo porque yo, sinceramente , no puedo. Lo siento.

-Pero... ¿Podemos seguir siendo amigos? 

Intente calmar los latidos acelerados de mi corazón. 

-Sí, pero de otras personas.