Mi nuevo colegio.

715 58 7
                                    

oss estaba apoyado en la mochila, mientras yo estaba maldiciendo por lo bajo. Ya sé que Ross y yo hemos pasado por buenos momentos, pero también hemos tenido momentos de odio increíbles, no sé... el hecho de que seamos compañeros no me gustó para nada, además... ¿por qué tiene que ser tan lindo? Sí, es lindo pero es un egocéntrico y eso arruina todo su encanto.

—Ha sido un gusto verte —dije mirándolo de lado, no le mostraría la cara —Pero creo que lo mejor será que me vaya al colegio.

Empecé a caminar, pero no pasaron ni cinco segundos y él volvía a tocar la bocina, no me dí vuelta en ningún momento. No teníamos nada más de que hablar, realmente quería llegar lo antes posible al colegio, para dormir unas cuántas horas.

—Laura, sube —dijo Ross, estando demasiado cerca de mí.

—¿Qué estás diciendo? —pregunté deteniéndome en seco.

—Vamos al mismo lugar, no podría dejarte caminar sola, no es algo digno —explicó, aunque se veía un poco irritado —Sube.

¿Estar a solas con Ross en un auto? ¡Claro que no! Si a solas él quiso besarme, ¿qué pasaría a solas dentro de un auto? No sé, y tampoco quería arriesgarme a descubrir lo qué pasaría.

—Prefiero caminar —respondí secamente, y seguí caminando.

Por lo menos Ross había dejado de molestar, pero eso no duró mucho. Cuando pensé que estaba todo en paz, sentí que unas manos sujetaban mi cintura, y después no sentí el suelo. Ross me había tomado en brazos. ¡No me soltaba! Y eso que le hice de todo, estaba haciendo un escándalo como si fuese una niña pequeña.

—¡Mi maleta! —grité furiosa.

—Claro.

Ross me colocó en su espalda, y con la otra mano sujetó mi maleta. Entonces me dí cuenta de que me llevaba con dirección hacia su auto. Abrió la puerta de atrás, y ahí tiró mi maleta. Después abrió la puerta del co-piloto y me sentó ahí, poniéndome el cinturón de seguridad.

—¡No soy un bebé! —reclamé sintiéndome furiosa.

—Te comportas como tal —respondió cerrando la puerta de un sólo portazo. Para después subir al asiento del conductor, y seguir con su camino.

Estábamos en completo silencio. Yo no hablaba porque estaba enojada con Ross, por su modo de actuar, y supongo que Ross también estaba irritado, pero también tenía que ir pendiente de todo el camino, porque si ocurría algún accidente, moriríamos los dos.

—¿Cómo conseguiste llegar a ese internado? —preguntó Ross de repente —Quiero decir... tú no tienes tanto dinero, y Jill jamás te prestaría dinero.

—Sólo fui suertuda —respondí cruzándome de brazos.

—Mm... ya veo —Ross suspiro —Así que decidiste escapar de esa casa, supongo que Maia ha de ser insoportable para tomar una decisión así.

Suspiré cansada. ¿Maia insoportable? Yo creo que Maia es la peor persona de todo el mundo, es manipuladora y una serpiente, puede envenenar a todo el mundo sólo con esa cara de niña bonita que tiene.

—Maia es odiosa, pero bueno... —lo miré fijamente —¿Qué hay de ti?

—Yo si tengo dinero para estudiar aquí —respondió con tono obvio.

—Sí, pero nunca pensé que tú te preocuparías por tú educación.

—La verdad es que estoy siendo obligado por mi madre.

—Eso tiene más sentido —comencé a reír. Ross parecía ser uno de esos chicos que son flojos, que odian estudiar y prefieren leer historietas de súper-héroes, ver televisión y hacer otro tipo de cosas en vez de estudiar.

Un amor de ensueño.Where stories live. Discover now