—¿Ya me puedes bajar? —pregunté cansada.
Había peleado y pataleado bastante. Pero de nada había servido, ya que Ross es mucho más fuerte que yo. Habían transcurrido algunas horas, no sé cuántas exactamente. Lo único que sé es que ya estábamos cerca de las personas, que nos miraban y se reían. Era algo realmente incómodo. Después de ver cómo me miraban, decidí dejar de pelear, porque era algo inútil, Ross no me soltaría, porque simplemente no se le daba la gana. Vi que había muchas tiendas, pasamos por unas tres o cuatro, también heladerías, tiendas de ropa, vendedores callejeros. Me encantaba sentir el viento sobre mi rostro, me gustaba ver la naturaleza, árboles, plantas, parques. Hasta ahora no me daba cuenta de lo mucho que extrañaba el exterior.
—Supongo que es una buena idea.
Ross me bajo. Después de bajarme se irguió y yo di un suspiro, ya no podía sentir mis piernas, se habían adormecido mucho ya que no las utilice por un largo rato.
—¿Sabes algo? No pesas tanto —dijo Ross mirándome, se rió un poco con ese comentario.
—Pude haber caminado perfectamente bien —dije sacándole la lengua —. Ya que dices que eres tan maduro, puedes divertirte solo.
Me iba a retirar, porque me enoje bastante con él, me hizo pasar rabia. Pero no pude alejarme, ya que me sujetó por el brazo, eso me molestó bastante.
—¿Qué quieres ahora? —pregunté enojada.
—No te cargue todo el camino para que ahora te vayas —dijo completamente furioso.
—Pero yo no quería ser cargada en primer lugar, tengo piernas para caminar —respondí suspirando.
—Dijiste que tenías hambre —dijo mirándome fijamente.
En ese momento pensé en todas las comidas deliciosas que me he perdido por estar en la cárcel. Pizza, helado, hamburguesas, completos, pasteles... Mi estómago hizo un fuerte sonido, debido a que sentí mucha hambre.
—¿Ves? Hasta tú estómago me apoya —dijo Ross entre risas.
—¿Dónde estamos? —pregunté enarcando una ceja.
Estábamos frente a un local enorme, las puertas eran de color café bastante claro, era algo parecido al amarillo. Vi que se podían ver algunas luces de distintos colores, se escuchaba algo de música y también se sentía un olor asqueroso, era realmente fuerte.
—Es un casino.
—¡¿Qué dices?! —pregunté alarmada. ¿Un casino? ¿No se supone que los casinos están en Las Vegas? O tal vez... ¿En lugares lejanos? Ahora sí que no entiendo nada.
—Estamos en Londres, un lugar culto, pero ya sabes cómo es la gente —respondió Ross levantando los hombros, despreocupado.
—Pero... ¿Cómo crees que vamos a entrar a un casino?
—No te piden identificación. Si te das cuenta, queda en el medio de la calla, aquí vienen personas de todas las edades —explicó de modo obvio —. Además, tienen muy buena comida.
—Cómo sé nota que no me conoces —dije cruzándome de brazos.
Si Ross pensaba que yo entraría a un casino, estaba realmente loco. Yo no entraría a un casino, ni por todo el oro del mundo, menos con él. Ese aire de arrogancia, esa mirada seductora. Él es un chico peligroso.
—¿No quieres entrar? —preguntó mirándome fijammente.
—No —respondí fría —. Además, no estoy vestida para la ocasión.
YOU ARE READING
Un amor de ensueño.
FanfictionLaura es una adolescente que desde muy pequeña perdió a sus padres, por lo que se crió con su tía. Tristemente, nunca recibió amor, ella fue tratada como una sirvienta durante todo su crecimiento. Un día, la vida de Laura dará un giro radical...