Vanessa había encontrado a Raini, y habían impreso la foto en la computadora de la Biblioteca, sólo que recortaron a la mayor de la fotografía, ahora sólo quedaba Laura. Eso funcionaría bien, quizás de ese modo podrían encontrarla más rápidamente, o eso anhelaba ella.
—Gracias por ayudarme con lo de la foto, Raini —Vanessa se sentía un poco más relajada ahora que por lo menos tenía una foto de su hermana, era una buena señal —. ¿Tienes alguna idea de dónde pueda estar?
Raini se tenso y no pudo evitar erguirse, eso era gracias a sus nervios. Ella no era una buena mentirosa.
—¡Yo no sé nada! —exclamó a la defensiva. Vanessa la miró extrañada, eso era bastante extraño. Raini quiso abofetearse debido a su actitud tan obvia —. Nos veremos después —ella se fue, dejando sola a Vanessa. Ella se extrañó, pero decidió no darle importancia a esa actitud. Ahora tenía que ir con los chicos.
Vanessa fue a la cueva de Riker y se sentó en la mesa junto a los demás, la foto la había guardado en su mochila, para no perderla tan rápido. Gracias a su desorden perdía todas sus pertenencias, lo único que mantenía más o menos ordenado era justamente su mochila.
—No conseguí sacar información con Maia. Ella sólo quería acercarse a mí, eso fue agobiante —Ross tocaba su cabello con desesperación.
—Las personas a las que les preguntaba, no me dijeron nada —Riker frunció su ceño —. Nadie quería hablar del tema, o siquiera hablar sobre ella —Ross suspiró, eso era una pésima noticia. Nada les ha salido bien hasta ahora.
—Los Profesores tampoco dieron alguna explicación por la ausencia de Laura —Ross sentía que era como si la Tierra se hubiese tragado a Laura, era como si nunca hubiera llegado al Internado. La estaban escondiendo por alguna razón —. Pero al menos tengo la foto —un rayo de esperanza lo iluminó por un instante, había llegado una buena noticia.
—¡Excelente! —Vanessa y Ross chocaron los cinco, fue como una pequeña celebración —. La foto será muy útil, qué bueno que al menos tengamos algo a nuestro favor.
—¿Quieren palomitas? —la mirada fulminante de Ross, hizo que Riker cerrará la boca de inmediato. No pensó que las palomitas alguna vez le jugarían en contra, se sentía raro.
—...—
Laura le comunicó al muchacho que tenía que tomar sus pastillas. Él apagó la televisión y se sentó. Laura le dio la pastilla, él la tomó con un poco de agua y luego se recosto cerrando los ojos. Laura comprendió que él ya quería dormir. Ella vio la hora y se dio cuenta de que ya era bastante tarde, por lo que también iría a dormir, ya su día había acabado.
Laura fue a su habitación y se sorprendió al percatarse de que aparentemente, una chica la esperaba en la salida de la habitación. Tenía el pelo castaño claro, ojos verdes y era bastante bajita.
—¡Hola, yo soy Luna! —se presentó de un modo muy alegre. Eso hizo sonreír a Laura, al fin llegaba alguien amable a su vida —. ¿Te dieron el caso de Simón Álvarez, verdad? —así se llamaba él chico que tenía cáncer.
—Sí, lo cierto es que es un poco difícil. Él no quiere cooperar mucho que digamos —respondió con sinceridad.
—¿Difícil? Vi lo que hiciste con Samantha, esa niña quedó sonriendo y diciendo que ella era Cenicienta y quería ver a un ratón. ¡Ella intentó salir de la habitación para buscar uno! —Laura sonrió al imaginar a esa pequeña buscando un ratón. Era la cosa más tierna que se le podría haber ocurrido a esa pequeña —. Con esa personalidad tan dulce que tienes, estoy muy segura de que podrás alegrar a ése chico.
—¿En serio piensas que podré con esto? —Laura se sentía sorprendida con todo eso, ya que nunca había hablado con esa chica y que la trate de ese modo tan amable era algo muy tierno.
—Neta. Estoy segurisima de que encontrarás la forma de ayudarlo.
—Muchas gracias por tus palabras de apoyo —ambas se sonrieron.
—...—
Ross habló con él Detective al que había encontrado gracias a una búsqueda en Internet. Según los comentarios, era muy bueno en su trabajo, todo un experto en el tema. Habló un poco con él, le pagó la mitad por adelantado y se llevó la foto.
Después de terminar con aquello, regresó a la cueva de Riker con los demás. Les contó un poco de lo que habló, y de que él Detective comenzaría la investigación hoy mismo.
—¿Y qué haremos con Maia? Estoy seguro de que será imposible hacerla hablar, es una chica muy astuta —comentó Ross. Ese era el principal de sus problemas en éstos momentos, su pesadilla personal.
Nadie dijo nada. Hasta que de un momento a otro, a Ross se le ocurrió algo. Después de todo, Riker amaba el tema de los "Espías Secretos", casi siempre molestaba con eso. Pues bien, ahora podrían ser espías de verdad.
—Creó que podríamos espiarlas —los demás lo miraron confundidos, sin entender del todo la idea —. Haremos nuestra propia investigación secreta, siguiéndola a escondidas. Nos vamos a turnar. Vane, tú puedes hacerlo en clase —ella asintió, sonaba bien y también fácil —. Ri, tú puedes hacerlo en el comedor —él abrió sus ojos sorprendido, no le agradaba la idea de estar cerca de ella a la hora del almuerzo, eso le quitaba las ganas de comer —. Y yo puedo esconderme en diversos lugares —finalizó.
—¿Y por qué deberíamos seguirla? —preguntó Riker. Ross rodó los ojos, ¿por qué le costaba tanto usar su cerebro?
—Maia puede hablar del tema en cualquier momento, sólo tenemos que estar alertas en todo momento —explicó. Los demás asintieron, eso tenía mucho sentido.
—...—
Laura apenas despertó y realizó su rutina de todos los días, fue a la oficina de la Directora del Hospital. Llevó el informe de Simón. Había anotado la medicación que le dio y el horario también. La directora lo revisó todo y dio su visto bueno.
—Antes de ir a ver a Simón, quisiera preguntar... ¿es posible sacar a mí paciente a dar una vuelta? Sería al patio que hay presente aquí mismo —Laura cruzaba los dedos para obtener el permiso, ella sabía que el aire libre ayudaba bastante para sentirte mejor.
—Claro que sí —la castaña sonrió ampliamente. Ahora sí que podría intentar ayudarlo de un modo mejor —. Sólo debes tener en cuenta que tendrás que manejar una silla de ruedas, él no puede hacer muchos esfuerzos —asintió. No era tan complicado.
—Gracias por otorgar el permiso, en serio tengo muchos planes para intentar ayudarlo —no pudo evitar sonreír.
—Me alegra que te tomes esto tan en serio —comentó la mayor. Laura asintió, ella siempre intentaba ayudar a los demás —. Tienes mucho carisma y una gran personalidad. Sobretodo, una buena voluntad. Tienes madera para ser enfermera.
—Muchas gracias.
Laura salió de la oficina dispuesta a buscar una silla de ruedas para pasear a Simón. Si él no quería hablar con ella durante el paseo, ella tenía un plan. Ya que él no hablaba, tendría que escuchar. Así quisiera o no. Ella le contaría la historia de su vida, para de ese modo intentar ganar su confianza. Ojalá que el plan de resultado.

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Un amor de ensueño.
FanfictionLaura es una adolescente que desde muy pequeña perdió a sus padres, por lo que se crió con su tía. Tristemente, nunca recibió amor, ella fue tratada como una sirvienta durante todo su crecimiento. Un día, la vida de Laura dará un giro radical...