Conversaciones & Castigos.

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Estaba caminando por los pasillos, ahora tenía ganas de ir al recreo, de caminar, de sentarme en el pasto, relajarme un rato. Pero en eso, alguien me empuja y me hace regresar mis pasos, de pronto, estoy de nuevo en mi habitación. Esa persona cierra la puerta, y puedo ver a Ross, sonriendo.

—¿Ahora qué quieres? —pregunté bastante molesta —. No puedes estar aquí, porque nos vas a meter en problemas.

—Lo sé, pero necesito hablar contigo de algo sumamente importante —responde él enseguida, de modo rápido.

—¿Y no podías decirme en el patio? —pregunté cruzándome de brazos, su lógica me irritaba.

—Las chicas de éste colegio son muy chismosas, si nos ven juntos, armarían un drama enseguida.

Ross se sentó en mi cama.

—¿No se supone qué debemos actuar como novios? Porque en mi opinión, que empiecen a crear rumores, es algo positivo de acuerdo a nuestro "plan" —dije haciendo comillas con los dedos, y sentándome en la cama de Vanessa.

—Esa es la situación. Pensé bien las cosas, y creo que no es una buena idea que empecemos a actuar como novios enseguida.

—Ah... —respondí con una sonrisa —, ¿Eso quiere decir que te diste cuenta de que no soy para ti?

—No me refiero a eso —respondió rodando los ojos —. Lo que pasa es que si hacemos eso, vamos a llamar mucho la atención.

—Maia ya sabe que supuestamente somos novios —le recuerdo. Borra la sonrisa de su rostro, y yo me rió levemente —. Dime, ¿Qué es lo que propones? —preguntó de modo serio. ¿Para qué estar con rodeos?

—Es que si Maia te molesta, yo te puedo defender, eso sigue estando en pie.

—¿Qué tiene que ver eso con todo esto de ser novios? —preguntó rodando los ojos, por alguna razón, siento que quiere cambiar de tema.

—Es que yo soy tú héroe —responde sonriendo de oreja a oreja.

—Los héroes utilizan capas —le recuerdo.

—Pueden existir héroes sin capa —responde enseguida, a la defensiva.

—Más que nada, los héroes son parte de la ficción. O sea que no son reales —respondo, porque me gusta verlo enojado, su cara ya está roja de la rabia.

—¡Si yo digo que son reales, lo son! —responde gritando enseguida.

—Pero tú no eres un héroe.

—¡Sí lo soy!

Seguimos discutiendo por un largo rato. Hasta que al final, Ross se aburrió del tema, tomó la almohada de Vanessa, me empujó con ella, provocando que caiga al suelo, y se fue corriendo como Flash.

—¡Idiota! —grité, aunque sabía que no me escucharía.

Es un chico un poco bipolar, ya que primero quiere que seamos novios de mentira, y ahora, dice que es una mala idea. ¿Con qué clase de persona me metí? Porque ya me estoy arrepintiendo de toda está locura.

—...—

Después de esa discusión que tuve con Laura, me fui corriendo a clases. Ahora me tocaba clase de Matemáticas, estábamos realizando ecuaciones de segundo grado, donde cada vez hay más letras y números y uno no entiende ni un carajo. Realmente, ¡Odio las ecuaciones! Aunque realmente, no estaba prestando atención.

Sólo podía pensar en Laura, y en el plan que tenemos, de "ser novios de mentiras". La verdad es que le mentí, no me retracté del plan sólo porque los chismes vuelan rápido, bueno, en parte sí. Lo que pasa, es que como estamos en un Internado de Monjas, hay que aceptar que las monjas son muy jodidas, tienen un montón de reglas, y también tienen reglas para los novios. ¡Es una tontería! Pero es cierto.

Un amor de ensueño.Where stories live. Discover now