Un amor de ensueño.

Preparativos y Explicaciones.

Finalmente llegó el tan ansiado día de la cita, aquél Viernes que todos esperaban. Bueno, mejor dicho, que esperaban nuestros protagonistas.

Las hermanas se encontraban en clases, ya que obviamente debían cumplir con sus horarios aún. Aunque ninguna de las dos se podía concentrar, sus mentes divagaban entre un montón de ideas, aunque siempre llegaban al mismo tema: la cita que tendrían hoy. Cita doble.

Laura mordisqueaba la punta de su lápiz, inquieta. Vanessa se dio cuenta de aquello, ya que ella también estaba nerviosa, sólo que ella jugaba con una pulsera en su muñeca derecha. Pero como buena hermana mayor, decidió que lo mejor que podría hacer sería ayudar a su hermana pequeña, a pesar de también sentir nervios.

—No te preocupes, todo saldrá bien —le dijo Vanessa.

Laura la miró y le sonrió sin mostrar sus dientes, ojalá fue lo primero que pensó, no sólo por la cita, sino que también por ese problema por el que ahora tendría que irse. Ella definitivamente no se quería ir.

—Ojalá... —respondió dejando salir un suspiró de resignación, cansada.

—Estaremos juntas, con eso basta.

Juntas... esas palabras dolieron. Ya que ahora... no podrían estar juntas. Es como reencontrarse para volver a separarse, el destino puede ser tan cruel y eso sí que es algo injusto.

—Gracias por apoyarme —dijo con sinceridad.

—Para eso están las hermanas mayores —respondió Vanessa sonriendo ampliamente.

Como ambas se sentaban juntas, se acercaron un poco más —disimuladamente, ya que aún estaban en el salón de clases y lo que menos necesitaban ahora era un regaño por parte de la profesora— y se dieron un abrazo. Fue cálido, tierno. Laura se sintió segura, incluso sintió fuertes deseos de llorar, pero se contuvo, ya que no quería llamar la atención.

—Nunca te dejaré sola —dijo Vanessa al separarse de aquél abrazo. Eso dejó boquiabierta a Laura, ya que definitivamente no esperaba esas palabras, fueron como una bomba para ella. Iba a responder, pero en ese momento, la profesora se paró frente a su mesa.

—Vanessa y Laura, ¡dejen de parlotear! —les dijo la profesora. Ambas se enderezaron, aunque eso no tenía sentido en ese momento, ya que las estaban retando —. Tienen que prestar atención, sobretodo tú, Vanessa que tus notas son horribles —algunas alumnas se rieron ante ese comentario, Vanessa se sintió avergonzada pero no lo demostró. Después de aquello, la profesora volvió a su lugar frente a los demás.

—Sólo debemos concentrarnos y ésas cosas no volverán a suceder —susurró Laura.

—Deberíamos dejar de hablar en clases, así no nos retan de nuevo —estuvo de acuerdo Vanessa.

—¡¿Es que ustedes dos no entienden, Vanessa y Laura?! —las regañó la profesora desde su lugar. Las aludidas se separaron enseguida y sonrieron de modo falso, cruzando sus brazos en su mesa, dando a entender que estaban prestando completa atención a la clase, cosa que no era cierta.

—...—

Mientras las hermanas se encontraban en clases, el caso de los hermanos era completamente distinto. Ellos estaban muy nerviosos por la cita, ya que querían que todo saliera a la perfección y para eso, querían dar su máximo esfuerzo. Entonces, para poder realizar sus planes, decidieron faltar a clase.

Se encontraban buscando el atuendo perfecto, ya que sabían bien que para una chica, la ropa era algo muy importante, el atuendo podía decir muchísimo. Como en las películas, habían buscado por todas partes, e incluso habían arrojado ropa a la cama o al suelo, en síntesis, hicieron un completo desastre en su habitación. Pero consiguieron llegar a lo indicado, a lo que estaban buscando, llegaron a la perfección.