Conversaciones e Ideas.

521 52 22
                                    

Ambos jóvenes se separaron del beso y luego se quedaron mirando con expresiones contrariadas. Los dos se sentían completamente confundidos, los dos estaban completamente nerviosos.

—Creo que lo mejor será volver al Internado —dijo Laura, levantándose de aquél columpio. Ross se limitó a observarla y suspirar. ¿Por qué las cosas debían ser tan difíciles?

—De acuerdo, volvamos —respondió siguiéndola, a pasos lentos. Detuvieron a un taxi. Subieron tomados de la mano, Ross fue quien tomó la iniciativa y eso sorprendió un montón a Laura, más no quitó su mano. El recorrido fue realmente largo e incómodo. Estaban sumidos en un completo silencio y eso era algo que no podían soportar, ninguno de los dos.

Al llegar al Internado, entraron en silencio. Se quedaron parados antes de tener que separarse (ya que chicos y chicas tenían distintas zonas, tristemente).

—Supongo que eso fue todo... —suspiró Ross, mirando a su amiga de modo triste —, Gracias por ayudarme con esto.

—No digas nada, no fue nada. Lo hice con mucho cariño. De hecho... —corrió un mechón de cabello de su rostro —, Me divertí.

—También me divertí. Me divertí mucho —Ross sonrió, Laura también. Ninguno de los dos entendían bien lo que sucedía, pero estaban seguros de que lo habían pasado realmente bien.

—Supongo que es un "Hasta luego" —dijo nerviosa la castaña, mientras se acercaba al Rubio. Ross tomó la iniciativa nuevamente y abrazó fuertemente a la castaña, Laura correspondió al abrazo, con cariño. Entonces vino lo difícil, ninguno se quería separar. Más debieron hacerlo.

—Adiós, Laura... —Ross se retiró a la zona de chicos. Laura lo vio alejarse, no quería dejar de verlo tan pronto. Ahora que habían visto a Stormie, era como una forma de terminar con el trato, ¿O no? Puede que no, aún tenían a la pesadilla viviente de Maia, así que habría que seguir fingiendo, eso la alegraba más de lo que algún día admitiría.

Laura subió a su habitación y ahí se encontró con Vanessa, que tarareaba una tonada muy conocida para ella. En cuanto notó la presencia de Laura, se detuvo enseguida. Pero no podía dejar de sonreír, tenía una sonrisa pintada en el rostro, eso llamó la atención de la castaña.

—¿Qué pasó? —preguntó mientras se sentaba en la cama y se quitaba los zapatos, sus pies ya no aguantaban más.

—¡Cosas maravillosas! —respondió Vanessa dando una vuelta con los brazos abiertos. Laura enarcó una de sus cejas. Vanessa siempre se comportaba de un modo tímido, siempre era tan nerviosa y ahora... Ahora parecía otra persona, eso era extraño, pero agradable.

—¿Cómo qué? ¿Qué fue tan maravilloso? —preguntó mirándola fijamente. Vanessa rió de un modo torpe. Definitivamente: ¡Esa no era su amiga! Los aliens la habían cambiado, no había otra explicación.

—¡Oh, Laura! —tomó una de las almohadas de la cama. Ahora sí que Laura no la reconocía —. ¡Vi un mundo maravilloso! —exclamó suspirando torpemente.

—¡Todo eso es de la canción de Aladdín! —exclamó Laura. Con razón la canción que Vanessa tarareaba se le hacía tan conocida, era "Un mundo ideal"... una hermosa canción, aunque un poco antigua. Aunque eso era lo de menos, ahora lo importante era comprender el comportamiento de su amiga —. ¿Me dirás qué te pasa? Porque pareces otra persona y eso me aterra, aunque me encanta.

—¡Lo siento! —rápidamente dejó la almohada en su lugar y se sentó en su cama, con las piernas cruzadas de un modo educado. Miró fijamente a su amiga, volviendo a ser la chica sería que siempre había sido —. Me estoy comportando como una boba, mientras tú vienes llegando de una cita. ¿Cómo estuvo todo?

Un amor de ensueño.Where stories live. Discover now