Esta semana había pasado volando, el día de el cumpleaños de Maia cada vez está más cerca. Y gracias a ello todas las empleadas y yo hemos tenido muchísimo trabajo. Hemos hecho muchas cosas. A mí me ha tocado barrer, trapear, limpias, cocinar.
Hoy, a tan sólo un día de tal evento estamos organizando la mesa, porque Jill quiere que sea una mesa gigante, para cientos de invitados. Y es que según ella viajarán muchas personas.
—Laura, no te distraigas tanto, el día aún no termina —me llama Maggie, la empleada más vieja.
—Lo siento Maggie, es sólo que estaba pensando en el cumpleaños número 18 de Maia. Nunca nos había tocado tanto trabajo —dije pensativa.
—Linda —Maggie dejó de acomodar los platos, se sentó y me miró por unos minutos —Lo que pasa es que como Maia es una señorita de sociedad, y ya llegó a la mayoría de edad, debe elegir con quien casarse. Entre las señoritas de sociedad, es bien visto que se casen jóvenes. En mis tiempos también era así —Maggie ya tenía más de setenta años, pero seguía trabajando. Para mí eso era realmente admirable.
—Ya veo... —dije sirviendo algunos cubiertos —Entonces Maia tendrá que elegir con quién casarse mañana. Por eso hay tanto movimiento.
—Tampoco es que el amor sea así de sencillo, pero ya sabes que entre las damas de sociedad se dan los matrimonios por contrato, por convivencia, por uniones, que dan aún más dinero a ambas familias —explicó Maggie.
—Pero señora Maggie, eso suena horrible —dije negando con la cabeza— Cuando yo me case quiero que sea por amor. Que él me ame, que me respete, que me cuide —dije mirando hacia el techo— No me importa que sea pobre, ni que sea lindo. Seré feliz con que me respete, no me olvide, y me dé lo que yo siempre he soñado: felicidad.
Maggie me abrazó y corrió un mechón de mi cabello para depositar un beso en mi frente, ella es lo más cercano que tengo a una madre.
—Algún día lo encontrarás —dijo sonriendo y nos separamos para seguir trabajando.
—¿Algún día? —la voz de Maia retumbo en el gran salón— Yo diría que serías afortunada si es que algún día llegarás a casarte. Mírate —dijo extendiendo su mano, de arriba a abajo —Eres fea, no tienes gracia, ni educación y para variar, no tienes dinero.
—Maia... —Maggie quería hablar, pero tape su boca y negue con la cabeza, no quería que se metiera en problemas.
—Y espero que mañana no me dejes en vergüenza delante de todas las personas. Tú sólo eres una mucama, debes servirme a mí y a nadie más. ¿Queda claro?
—Sí, Maia —dije bajando la cabeza, humillada —Lo tengo claro.
—Y tendrás que usar esto —se acercó a un mueble y sacó un uniforme de mucama —Con el cabello atado.
—Entiendo —suspiré y lo tomé.
—¡Y una cosa más! —gritó y yo me volví para verla fijamente— Me tendrás que responder siempre: "Sí, señorita Mitchell". No Maia. Porque suena informal.
—Entien...
—¡No! Dilo —exigió.
—Sí, señorita Mitchell.
Ella sonrió con malicia y me dejó retirarme.
***
—Ross, tienes que usar este smoking negro —ordenó Stormie —Recuerda que es importante que causes una buena impresión.
—Mamá, Maia tiene cara de cerdo —respondí mientras bufaba —Quizás tiene un porcentaje pequeño de belleza, pero no la conozco. No sé como es ella realmente —suspiré— Yo sé que soy un rebelde, que me has castigado muchas veces pero...
—Pero soy tú madre —respondió ella tajante— Y como hijo legítimo de Mark, debes ser la cabeza de la familia.
—Pero Riker...
—Sabes bien que Riker es hijo de otro hombre, no puedo hacer nada. Debes separar tus sentimientos y casarte con Maia Mitchell, nuestra fortuna será aún más grande.
—Pero...
—¡Pero nada Ross! ¡Irás mañana y es mi última palabra! —dijo saliendo de la habitación y cerrando la puerta.
Me saque ese estúpido traje y me quedé en calzoncillos. Mi mamá a veces me hartaba. Era algo estúpido. Uno si se casa se debe casar por amor. El dinero compra la felicidad, pero tenemos bastante. Con todo lo que tengo podría comprar el mundo.
—¡Estúpida Stormie! —grité pateando la cama— ¡Estúpida castaña! —grité pensando en esa estúpida chica —Si algún día te vuelvo a ver, ¡me pagarás tener que ir a un internado! —volví a patear la cama y luego me tiré a ella con fuerza. ¡Estaba harto! Estaba enojado por todo.
YOU ARE READING
Un amor de ensueño.
FanficLaura es una adolescente que desde muy pequeña perdió a sus padres, por lo que se crió con su tía. Tristemente, nunca recibió amor, ella fue tratada como una sirvienta durante todo su crecimiento. Un día, la vida de Laura dará un giro radical...