Felicidad y Planes.

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Ámbar no se encontraba en la habitación que le correspondía en el Hospital, ya que debía ir a buscar su horario de mañana. Dado que había olvidado ir a buscarlo más temprano, gracias a que había poco personal, tenía que esperar tranquilamente, lo que era muy molestó ya que le quitaba preciadas horas de sueño.

—Señorita, yo sólo quiero saber si Laura Marano trabaja aquí o no —al escuchar el nombre de su compañera, giró la vista para ver a un hombre vestido normal, nada en especial.

—Ya le dije que no puedo dar información sobre quién trabaja o no trabaja aquí, eso no corresponde —Gabriela (una de las chicas del turno nocturno) poseía un pésimo carácter —. Y sino se retira inmediatamente, le aseguró que llamaré a la Directora —amenazó.

Ámbar vio como aquél sujeto se alejaba. Sin que nadie se diera cuenta decidió seguirlo, lo detuvo. Él se giró para mirarla, no parecía ser una mala persona.

—Laura Marano sí trabaja aquí —le dijo. El rostro del hombre pareció iluminó por completo, Ámbar frunció el ceño, confundida —. Ella está cuidando a un paciente —informó. Él hombre sólo asintió.

—Gracias por la información otorgada, Señorita. Por favor, le pido sea discreta y no le comente a nadie que yo estuve por aquí.

Ámbar había considerado en informarle a Laura de lo ocurrido, pero al darse cuenta de que realmente no son amigas y de que aquél sujeto no se veía para nada peligroso... simplemente decidió guardar todo aquello. Observó al hombre salir del Hospital, y regresó a lo suyo.

—... —

Riker miraba con pena a su hermano, él tenía muy buenas intensiones, pero no eran para nada realistas. No podía vivir engañado, menos ahora que su madre era tan obsesiva y la madre de Maia también.

—Hermano, no pueden escapar —Ross lo miró realmente sorprendido, pensaba que él lo apoyaría de inmediato.

—Hermano, Vanessa y tú también pueden venir si eso es lo que te molesta —intentó hacer que su hermano razone, pero él no se inmutó, se veía realmente serio.

Riker colocó una de sus manos en el hombro de su hermano. —No te puedes ir, porque la realidad aquí es que mamá está obsesionada con el dinero y ella haría lo que sea con tal de encontrarte —soltó a su hermano, el cual suspiró tristemente. Sabía que Riker tenía razón —. Ella hará lo que de a para encontrarte, porque si te casas con Maia la fortuna aumentará y eso es lo que ella más añora —finalizó él mayor.

—¡Todo esto es horrible! —se quejó Ross. Se dejó caer en el sofá de la Riker Cueva y en ese momento, su celular comenzó a sonar. Lo tomó entre sus manos y vio que se trataba de él detective, con algo de esperanzas atendió la llamada rápidamente.

Escuchó todo lo que le decían, y sintió que su alma regresaba a su cuerpo, finalmente podía estar tranquilo otra vez.

Al colgar, observó a sus amigos que lo observaban con curiosidad. —¡Laura está en el Hospital! —informó. Los ánimos de los otros dos también mejoraron con aquella noticia tan buena.

—¡Eso es un alivio! —exclamó Vanessa —. Al menos sabemos que se encuentra bien.

—Mañana mismo iré por ella —Ross sonrió decidido. Finalmente volvería a ver a su amada castaña.

—Mañana es Miércoles, ¿no crees que sería más sensato esperar hasta el Viernes? —Ross fulminó con la mirada a Riker.

—¡No lo haré! Para mí es muy importante recuperar a Laura —Riker no dijo nada más, no se atrevió a contradecir a su hermano.

Un amor de ensueño.Where stories live. Discover now