18. Te presento a Leena, la "acompañante" de Mike

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Leena's POV

-Leena... Despierta... -alguien me golpea suavemente en el hombro mientras me susurra, despertándome con dulzura. Abro los ojos lentamente y me encuentro con un Mike sonriente.- Por fin... Buenos días bella durmiente... O, bueno, buenas noches, ya me entiendes... -dice apartándose de mí, dejándome ver detrás de él un edificio bastante alto. Las farolas de la calle alumbran el pequeño camino que lleva hasta la entrada del bloque de pisos. Muchas ventanas, algunas iluminadas por las luces del interior y otras apagadas por la ausencia de vida nocturna, llenan la pared frontal.

Mike me ayuda a salir del coche y mientras cogemos todas las bolsas del maletero, me comenta algunas cosas de la zona.

-Te gustará este barrio de la ciudad, no hay mucho ruido y la gente es muy amable. A quince minutos de aquí hay un gran bosque donde suelen hacerse algunas fiestas y la gente va a inspirarse. Un paseo por esa zona siempre va bien, algún día te llevaré a dar una vuelta por allí, si te parece bien, claro.

-¡Por supuesto que me parece bien! -respondo con una sonrisa encantadora en los labios mientras acabamos de coger las bolsas. Empezamos a caminar hacia el edificio y al llegar, una anciana que estaba fregando la entrada y nos ha visto se apresura a abrirnos la puerta.

-Querido Mike, ¿cómo estás? Hacía tiempo que no llegabas tan temprano a casa... -dice besando las mejillas de mi compañero y se aparta para ir a llamar al ascensor.- ¿Y quién es esta bella muchacha? ¿Por fin te has echado una novia? -dice girándose hacia nosotros.

-No, señora Celestine. Ella es Leena Bronx, una amiga o, más bien, una ex-paciente. Le han dado el alta hoy y no tenía donde ir. -aclara con rapidez y puedo ver un leve sonrojo en sus mejillas.

-Ay, pobrecilla... -clava su vista en mí- Pues que sepas que aquí eres completamente bienvenida. Si quieres mañana, cuando Mike se haya ido a trabajar, podemos ir a saludar a todos los vecinos y te los presento.

-Muy amable por su parte. Mañana cuando despierte y esté arreglada, bajo a buscarla a aquí mismo, ¿qué le parece?

-Una muy buena idea, nos vemos mañana querida. Y tú, -dice mirando a Mike- quiero que descanses y te alimentes bien. Que puedes ser el mejor médico del mundo pero no hay manera de que te cuides... A ver si tú me lo vigilas, señorita. -me guiña un ojo, divertida.

-Sí, sí, hoy cenaré, dormiré las horas necesarias y más... Buenas noches, señora Celestine. -dice Mike, bufando.

-Buenas noches, chicos. -dice con una sonrisa antes de volver a ponerse a fregar el suelo mientras nosotros cargamos el ascensor y subimos hasta el noveno piso.

-¿Hay mucha gente viviendo aquí? -pregunto rompiendo el silencio, una vez dentro del pequeño cubículo.

-¿Lo preguntas por la idea de Celestine de presentarte a todo el bloque? -pregunta con una media sonrisa en los labios. Asiento con la cabeza y lo miro buscando una respuesta.- Tranquila, aunque haya nueve pisos y dos apartamentos por piso, algunos están vacíos o los dueños están de vacaciones o trabajando. No encontraréis a mucha gente a esa hora y la tortura terminará rápido. -los dos reímos animados en el mismo momento que el ascensor llega al último piso. Salimos con torpeza con nuestras bolsas y Mike camina hacia una de las puertas para abrirla. Mientras busca las llaves en sus bolsillos, oímos como la puerta del vecino se abre y aparece un chico al otro lado del amplio y largo pasillo. Es pálido, con el pelo negro y los ojos azules. Su cuerpo alto y robusto está vestido con unos pantalones negros y una chaqueta azul bastante grande que deja ver un poco de la camiseta negra que lleva debajo. Una sonrisa se me escapa al fijarme bien en su chaqueta. Un adorable y tierno pin amarillo de una cara sonriente da color al conjunto que lleva puesto.

Recuérdame en InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora