56. En el fondo nunca se fue...

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Dedicaciones: WOODSROSELy ycraM-The-Proxy-Love

Me observo los brazos y el cuerpo. Aún no me creo lo que está pasando. Estoy vestida con algo parecido a una armadura, mis uñas ahora son garras, y siento un ruido electrónico proveniente de mi cabeza. No sé lo que tengo, pero por cómo luce Celestine no puede ser malo. Al menos, no para mí.

Avanzo hacia delante y agarro del cuello con fuerza a uno de los secuaces que se acercaba para atacarme. En pocos segundos ya vuelve a estar en el suelo, sin vida. Hago lo mismo con los tres restantes y quedamos Celestine y yo a solas, una contra la otra.

Intento hablar, pero me es imposible. ¡Qué rabia! Con la de comentarios sarcásticos que tengo para ella... Ella me mira, parece asustada, así que aprovecho para acercarme más. Ella levanta un brazo deteniendo mi camino y gruñe, enfadada.

-Volveremos a vernos, Leena Bronx.

Y desaparece con sus secuaces en una nube de humo negro.

Sin cambiar de forma, vuelvo al bloque, donde los animatrónicos se levantan con dificultad de su apagado forzado. Al verme, se ven asustados hasta que me reconocen.

-¿Leena? ¿Eres tú?

De verdad que tengo ganas de responderles, nunca había querido tanto poder hablar. Como si mi cuerpo me hubiese escuchado, empieza a desaparecer poco a poco la armadura y desciendo hasta que mis pies vuelven a tocar el suelo. Al sentirme de nuevo yo misma, me acerco corriendo a ellos y los abrazo con fuerza. Freddy me toma en sus brazos y suelta una carcajada, muy feliz.

-¡Y vosotros me dijisteis que no le serviría de nada nuestra ayuda! –me vuelve a bajar al suelo y me lo quedo mirando.

-¿Vosotros me hicisteis esto?

-No queríamos que estuvieras desarmada. Así que te hicimos una... mejora.

¿Entonces lo que llevaba era un exoesqueleto de animatrónico o algo así? Paso la mano por la zona donde debería estar la marca, pero mi piel vuelve a ser normal.

-Ya no siento la marca.

-Ya no la necesitas, has vuelto a ser tú misma. Eres fuerte sin nuestra ayuda, y sabemos que ya has hablado con Slenderman, así que tan desarmada no estás.

Yo asiento con la cabeza y miro a mi alrededor. Al ver los primeros rayos del sol aparecer me preocupo, ya que Helen y Mike me pidieron que volviera a casa temprano y aquí estoy. Mierda, mierda, mierda... Esto no acabará bien. Subo por las escaleras a toda velocidad y escucho el movimiento mecánico de los animatrónicos detrás de mí. Cuando llego al noveno, veo la puerta de nuestro apartamento abierta.

Entro silenciosamente y me encuentro con Mike y Helen en el sofá, ambos con el teléfono. Al verme aquí, Mike se despide y cuelga antes de correr a abrazarme, en cambio Helen sigue hablando con quien sea que esté ahí. Eso sí, sin dejar de atravesarme con la mirada. Cuando Mike está por hablar, los cuatro animatrónicos entran por la puerta y se sorprenden al ver a Mike.

-Dios, ¿es un humano? –murmura Bonnie, preocupado.

-Leena, ¿qué cojones son estas cosas? –pregunta Mike, muy asustado mientras se aparta de mí y se aleja hasta la otra punta del salón. Helen ahora sí que se despide y cuelga. Se levanta y camina hacia nosotros. Cuando creo que va a decirme algo a mí, sigue caminando y se queda delante de los animatrónicos.

-¿Estaba con vosotros?

-Sí. –responde Foxy, dando un paso adelante y hablando por el grupo.

-¿Qué ha pasado?

-Han atacado a Leena, hemos interferido para protegerla. Creemos que ha sido Z...

¿Z? ¿Será Z de Zalgo? ¿Creen que ha sido él?

-O sea, ¿ha vuelto?

-En el fondo nunca se fue...

-¿Lee-Leena? –la voz de Mike corta la conversación y me giro para mirarlo. Luce pálido y muy asustado.

-Son amigos, Mike. He sido atacada y ellos me han ayudado.

-¿Te han atacado? ¿Pero cómo? Si ibas con Ed...

-Bueno... En el bar me he encontrado con una mujer que conocí en el hospital. Hemos vuelto charlando y en un momento la he perdido de vista. He sentido que algo me perseguía y he corrido hasta casa. Al llegar, Celestine me ha visto pero no me ha dejado entrar. Cuando iba a ser atacada por los cuatro seres que me perseguían, los animatrónicos han aparecido y me han salvado. Pero Celestine ha aparecido como una bruja o algo así y hemos tenido que acabar con ella.

-Así que al final Celestine sí que estaba metida en esta mierda... -comenta para sí mismo Helen, pero suficientemente alto para que todos podamos escucharlo. –Mierda Leena, esto significa que no podemos irnos.

-¿Qué? ¿Por qué? –pregunto desconcertada. ¿A qué viene esto ahora?

-Si Celestine es peligrosa, podría hacer daño a alguno de nuestros amigos del edificio. Y más aún ahora que sabe que están relacionados con nosotros.

-Tienes razón...

El silencio reina la sala. Todos pensamos en alguna solución. Podríamos llevárnoslos con nosotros, pero así no conseguiríamos nada. Y eso tampoco sería bueno para ellos.

-Nosotros podemos quedarnos aquí y protegerlos. –habla Freddy rompiendo el silencio. Helen, Mike y yo nos giramos hacia ellos.

-¿Estás seguro? ¿Cómo os controlaríais a partir de medianoche? –pregunta Helen, sopesando la idea. Y aquí es cuando me acuerdo de lo que me lleve del hospital.

Sin decir nada, corro en dirección a mi habitación y busco entre las bolsas el objeto deseado. ¡Ajá, aquí está! Vuelvo al salón y les enseño a todos mi tesoro.

-Espera, ¿ese no es-?

-¡Mi pastelito! –exclama Chica felizmente y corre a buscarlo.

-Me lo lleve conmigo después del accidente del hospital. No os volví a ver, así que...

-Está bien, ¿cuál es tu plan? –pregunta Helen, observando a Chica jugar con el pastelito.

-Durante el ataque, recordé que yo sabía "controlaros" con ese trasto. Así fue como conseguí que Ben y yo sobreviviéramos. No me costaría nada mostrarle a Mike como hacerlo. Podríais quedaros aquí, en mi habitación, o en el apartamento de Helen, ahora que quedará vacío.

-Esperad. ¿De verdad creéis que yo sería capaz de controlar estos cuatro...? ¿Qué sois exactamente? –pregunta Mike con el ceño fruncido.

-Animatrónicos. –respondemos los demás al unísono, sonriendo divertidos ante el suceso.

-Sí Mike, confío plenamente en ti. –añado yo, tomando el pastelito de Chica y acercándome al psiquiatra. -Es fácil, y mientras los trates con respeto, ellos te respetarán a ti.

-Antes de seguir con esto, ¿a todos os parece unbuen plan? –pregunta Helen, intentando controlar la situación. Todos asentimosy yo sonrío orgullosa por la idea que he tenido. Mike solo deberá aprendercuales son las piezas básicas para controlar a los animatrónicos y donde deberáponerlas para que todos estén a salvo. –Está bien. Leena, muéstrale a Mike comotrabajar con el pastelito, después de esto nos volvemos a casa.

Recuérdame en InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora