Recuérdame en Invierno

39. ¿A dónde crees que vas, pequeñín?

Dedicaciones: sareni2004 y SakuraKinomotoXD

Helen's POV

Los besos y los toques continúan, subiendo la temperatura de nuestros cuerpos a cada segundo. Pitt me mueve y me sube a su regazo como antes, frotando nuestras intimidades con solo unas finas capas de separación. Me abraza por los hombros y va bajando las manos por toda la espalda, hasta llegar al borde de mis calzoncillos y meterlas debajo de la ropa, apretando con algo de fuerza la zona y acercándome aún más a él. Nos besamos con excitación, con los labios ardiendo y haciendo que cada toque sea una explosión. Gimo en su boca y por su reacción, sé que esto le vuelve loco.

Cuando sus manos salen de mis calzoncillos y rodean mis muslos, preparado para levantarme y llevarnos a la habitación para continuar con esto en la cama, oímos unos golpes y gritos que provienen del apartamento vecino.

-¿Pero qué? –pregunta Pitt, apartándome levemente y mirando hacia la puerta de salida. Me quito de encima suyo algo asustado y recojo al instante la ropa del suelo para empezar a vestirme con rapidez. -Ey, ey, ¿A dónde crees que vas, pequeñín?

-¿Tú que crees? Acabamos de oír cosas raras provenientes del apartamento de Mike, esto significa dos cosas: O que Mike se ha vuelto loco... otra vez; o que alguien ha entrado a robar o hacer algo ahí dentro. Sabes cómo son las cosas por aquí, tenemos que ir a ver...

Se me queda mirando un par de segundos hasta que hago un movimiento con la cabeza, insistiéndole a que se levante. Rueda los ojos y suelta un grito frustrado, levantándose.

-¡Argh! ¿Por qué siempre tienes razón? –pregunta antes de darme un beso rápido y tomar la ropa para ponérsela.

Salimos del apartamento rápidamente y corremos hasta la puerta del apartamento vecino. Me dedico a golpear con fuerza varias veces la puerta, sin dejar de escuchar golpes y gritos.

-¿Puedes hacer el favor de abrir la puerta? ¡Sabemos que estás ahí! –grito con fuerza, mientras sigo golpeando e intentando forzar la puerta con las manos.

-Apártate, Helly. Vamos a entrar por la fuerza. –dice Pitt antes de apartarme, coger carrerilla y correr directo hacia la puerta, dándole una fuerte embestida con el hombro y abriéndola finalmente.

Entramos directos al salón, viendo como Mike levanta el sofá de dos plazas sin problemas y lo lanza a la otra punta de la habitación, el cual se golpea contra la mesilla para el café y la rompe en pedazos. No creo que le haga mucha gracia ver esto cuando acabemos con el "espíritu" o lo que sea que lo está poseyendo.

-¡Debe recordar! –grita con fuerza, mirando todos los muebles a su alrededor. -Mentiras... Todo mentiras... Debe recordar... -finalmente se encuentra con dos personas más en la habitación. -¡Intrusos!

Puedo verle los ojos. Son tal como los ha descrito Leena esta mañana. Rojos como la sangre.

Corre hacia nosotros con rapidez y se lanza encima de mí para intentar morderme. Pitt lo aparta con un rápido movimiento protector y lo coge con fuerza del cuello con ambas manos, ahogándolo, lo que hace que se enfade aún más y suelte ruidos guturales, como si fuese un animal salvaje. Patalea y araña, hiriendo levemente a Pitt.

-No, Pitt, ¡no lo mates! Solo está poseído, no es cosa suya. –grito advirtiéndole, mientras corro hacia la cocina para tomar algo con que dañarlo y dejarlo indefenso.

Todo está desordenado, al igual que la primera habitación. No hay nada en su sitio, así que tardo un poco más en encontrar algún cuchillo o algo. Después de rebuscar en todos los cajones, suelto un suspiro exasperado y miro hacia arriba. Un momento. Ahí están. De alguna forma, clavados en el techo. Como para no verlos... Me subo a la isla con agilidad y con un salto llego a coger uno de los más grandes. Aterrizo en el frío mármol de la encimera, justo al lado de los fogones, y listo para pelear.