Recuérdame en Invierno

69. ¿Acaso ves que me esté riendo?

Dedicaciones: Serena_Schweet y Luckyblaze1408

No puedo creerlo. Es él. De verdad.

Mi corazón salta de alegría, toda clase de emociones bombardean mi sistema. Quiero llorar, reír, gritar. Quiero correr a sus brazos. Abrazarlo con fuerza. Siento que me voy a morir por lo intenso que es todo, pero al mismo tiempo quiero tomar la vida con fuerza y no soltarla nunca. Mis ojos se llenan de lágrimas.

-Oh dios mío... Te he echado tanto de-

No.

-¿Leena?

¿Qué estoy haciendo? Se supone que abandoné la casa hace diez meses porque me traicionaron. No puedo volver a caer.

-¿Qué haces aquí? ¿Dónde estamos?

-Este lugar es seguro, estoy usando una conexión telepática. Vengo a hablar contigo.

-¿De qué? Yo no tengo nada que hablar contigo.

-¿Por qué te comportas así?

-¿Así cómo?

-¿Cómo si fuera tu enemigo?

-¿Acaso no lo eres?

Hui de esa casa en busca de protección. No puede aparecer este ser así como así y hacer que cambie de opinión...

-¿De qué hablas Leena? He venido a-

-¡Me da igual a lo que hayas venido! Si me fui será porque no quería pasar más tiempo con mentirosos como vosotros.

No puede, ¿verdad?

-¿Mentirosos?

-¡Me utilizasteis! Vosotros mismos provocasteis la explosión, ¿no es así? Vosotros fuisteis los que me mandasteis al hospital. ¡Vosotros me habéis convertido en lo que soy ahora!

-¿Cómo puedes pensar que nosotros hicimos tal cosa?

-Tengo pruebas.

-Permíteme verlas.

-No, no creas que voy a volver a caer en tus estúpidos juegos, Slenderman. Aléjate de mí.

-Yo... Yo solo venía a ayudarte. Quiero sacarte de ahí, quiero que vuelvas con nosotros.

-Estoy bien aquí. Estoy segura en este lugar. Confío en mis compañeros.

-No, Leena. Te estan engañando-

-¡HE DICHO QUE ME DEJES!

-Leena...

-Ahora soy mucho más fuerte y poderosa. Tengo a mis aliados listos para defenderme en cualquier momento. No me obligues a hacerte daño...

-¿Me estás amenazando?

-Te estoy advirtiendo, Slenderman.

Veo como su cuerpo se tensa, parece que se haga más grande con el paso de los segundos. Sus facciones se endurecen y el ambiente se vuelve gélido. Saca a la vista sus tentáculos oscuros, esos que solo muestra ante sus presas. Se mueve lentamente hacia mí, en silencio. Acerca su rostro al mío e inconscientemente cierro los ojos. Todo está en completa quietud hasta que vuelve a hablar, dejando mi piel de gallina.

-Ten cuidado con lo que deseas, Leena Bronx...

Cuando voy por abrir los ojos para contestarle, me mareo y siento como el cuerpo pesa demasiado. Caigo desplomada al suelo antes de perder el conocimiento.

Me despiertan unas voces discutiendo a gritos. Abro los ojos con rapidez, pero vuelvo a cerrarlos al sentir un fuerte mareo. Me levanto lentamente de la cama y camino hasta la puerta de la habitación. Los gritos aún se escuchan, creo que vienen del piso inferior.

Dudo momentáneamente si salir o quedarme en la habitación. Finalmente decido que si actúo rápido y en silencio nadie tiene porque enterarse. Abro la puerta con llave y vuelvo a cerrar con esta al estar fuera. No me gustaría que alguien entrase y no me viese ahí. Guardo la llave en el bolsillo del pantalón de pijama y marcho dirección al piso de abajo, donde se encuentran la cocina, el comedor y el gran salón.

Camino en silencio por el largo pasillo que distribuye las habitaciones y me detengo justo en la puerta del salón. Está entreabierta y puedo ver más o menos lo que hay dentro: Zalgo está hablando acaloradamente con Brenda, quien parece estresada.

-No entiendo por qué has tenido que decirle nada sobre la luna de sangre.

-Oh, vamos, Brenda. Es divertido.

-¿Acaso ves que me esté riendo?

-No sé el porqué de tu preocupación. Mañana lo habrá olvidado todo, siempre lo hace.

¿Eh?

-Lo sé, lo sé. Pero, ¿y si le da por pensar?

-¿Leena? ¿Pensar? La tenemos en el bote. En un par de semanas llamaremos a los creepypastas y vendrán como moscas a por su dulce dama en apuros. Entonces atacaremos. Tan solo debe seguir creyendo que sus primos... ¿Aún los buscas?

-¿A esos estúpidos críos? Nunca los he llegado a buscar. Deben llevar muertos una larga temporada ya.

-¡Brenda! Que irresponsable por tu parte...

-Pero Amo-

-¡Nada de peros! Quiero que salgas a por información. No regreses con las manos vacías. Es una orden.

-Sí, Amo...

Los pasos de Brenda hacia mí me alarman, pero Zalgo la detiene antes de que abra la puerta y me descubra. Corro a esconderme detrás de unas largas cortinas carmesí que decoran parte de la pared. Detrás de estas puedo ver levemente lo que hay al otro lado. Tal vez pueda parecer un escondite tonto, pero al estar el pasillo a oscuras no creo que nadie se dé cuenta.

-Brenda, ¿sabes algo de Sonic.exe y Celestine?

-Estás sanos y listos para atacar, señor.

-Perfecto. Entonces contacta con ellos y diles que se preparen. Ya queda poco para la batalla.

Brenda retoma su camino y sale de la habitación. Justo cuando creo que puedo salir para volver a mi habitación, alguien se detiene delante de mí. Gira la cabeza y me mira.

¿Cómo me habrá visto? ¿Quién es?