27. ¿Por qué lo has hecho Pitt?

466 69 12
                                    

Dedicaciones: helenakiller, angelred-t y angeliiicachacaana

Tengo a dos niños corriendo por todo el salón mientras su padre prepara pizzas en el horno y yo me dedico a buscar en internet alguna película infantil para comer con tranquilidad y tener a los pequeños de la casa concentrados en algo que no tenga nada que ver con moverse o hacer ruido.

-Leena, Leena, ¿has encontrado alguna peli ya? –me pregunta Luke tirando un poco de mi camiseta mientras mira la pantalla.

-No, cariño, aún no... ¿Qué peli prefieres ver?

Buscando a Nemo! ¡Porfa! –salta Ashton por detrás del rubio y este último asiente energéticamente con la cabeza. Yo escribo el título de la peli y en nada lo tengo todo listo.

-¡Ya está! Ahora a preparar la mesa, ¡vamos chicos! –digo caminando hacia la cocina siendo seguida por los chicos. Les doy cuatro vasos y platos mientras yo cojo un mantel para no ensuciar la mesa del salón.


Una de las tres pizzas que he comprado esta tarde ya ha desaparecido y ahora vamos a empezar con la segunda. Los niños están en silencio mirando la película con atención y Mark y yo conversamos sobre nuestras vidas: mis días en el hospital, su trabajo, la bruja de Celestine...

-Todos en el hospital me tomaban por loca, aun no entiendo cómo me dejaron ir... -bromeo con diversión consiguiendo una sonrisa sincera y divertida por parte de Mark. Quedamos unos segundos en silencio tomando de nuestras cervezas antes de que hable.

-Oye, Leena... Mañana tengo mucho trabajo y no llegaré hasta muy tarde a casa. Ed solo puede encargarse de los niños por la mañana y esto me supone un gran problema. No puedo dejarlos solos... Y menos con Celestine dando vueltas por ahí. ¿Es mucha molestia que te los quedes tu toda la tarde y la noche?

-¡Por supuesto que no! Así tengo algo que hacer en este aburrido edificio...

Llaman a la puerta y la burbuja en la que me había metido desaparece, perdiendo así todo aire hogareño que se había creado. Me siento tan bien con esta familia, como si fuera la hermana de los pequeños y la hija de Mark. Vuelven a llamar y me siento obligada a levantarme para abrir.

-Buenas noches, ¿qué ocurr-...? ¿Helen?

-Hola Leena, ¿puedo pasar? Pitt se ha ido con Ed, el del 4ºA, a El Toronto. Dice que necesita pensar o yo que sé...

-Esto, si... Pasa, pasa... -me aparto para que entre.- Estamos viendo Buscando a Nemo y comiendo pizza.

-¿Estamos? ¿Con quién estás? Hoy Mike trabaja hasta tarde... -pregunta levantando una ceja.

-Estoy con Mark y sus hijos. –digo antes de llegar al salón y encontrándome con los dos niños en el sofá medio dormidos y Mark mirándolos protectoramente mientras les pone una manta por encima antes de girar la cabeza y mirarnos con una sonrisa feliz.

-Hey Helen, cuanto tiempo sin verte.

-¡Lo mismo digo, Mark! –se saludan con un amigable abrazo.- Te veo bien, ¿cómo están Ashton y Luke?

-Genial, aquí los tienes, dormidos...

Helen se sienta en la alfombra al lado de la mesa y toma un trozo de pizza, comiéndolo con gusto. Hablamos los tres animadamente hasta que termina la película y Mark decide que es hora de volver a casa.

-Nos vemos mañana, chicos. Leena, Helen... -se despide de nosotros cargado con un niño a cada lado de su cintura. Lo acompañamos hasta la puerta de salida y le ayudamos a salir.

-¡Adiós Mark! –decimos los dos antes de que el padre se gire y camine hacia el ascensor.

Helen y yo volvemos a entrar y nos dirigimos al salón para limpiar un poco. Tiramos las cajas de la pizza y limpiamos la vajilla con rapidez. Aunque odiemos estas tareas, ambos queremos hablar de lo que ha pasado con Pitt.

-Así que Pitt se ha ido con Ed al bar porque "necesitaba pensar"... -digo yo haciendo comillas mientras me tiro al sofá y me acurruco con la manta que han utilizado antes los niños.

-Si, aunque no entiendo lo que quiso decir con eso...

-¡Oh, vamos! ¿Cómo puedes estar tan ciego?

-¿De qué hablas?

-¡Ha ido al bar para aclararse sobre vuestra situación! –Helen se me queda mirando un par de segundos y se sienta a mi lado, mirándome con ojos esperanzados.

-¿Enserio crees eso?

-No lo creo, lo afirmo. –el chico delante de mí me regala una sonrisa de oreja a oreja y me abraza con fuerza mientras murmura con emoción. Llaman a la puerta de nuevo y nos miramos confundidos.- Mike no llega hasta dentro de una hora... -digo mirando la hora en el reloj de la pared.

-Puede ser Mark... -dice Helen mientras me levanto y camino hacia la puerta. Miro por la mirilla y veo algo que no me gusta.

-Helen... ¿Puedes venir, por favor...? –digo mientras abro la puerta.

Cuando Helen llega, nos encontramos con un Pitt borracho que ya no puede ni aguantarse por si solo, apoyado en el marco de la puerta de entrada.

-Ey Leena... Estoy buscando a mi Helly... -dice arrastrando las palabras mirándome, al girarse levemente lo ve a mi lado y en su rostro aparece una sonrisa torcida.- Oh Helly... Te he echado de menos... No puedo abrir la puerta, no tengo llaves... -Helen suspira y se gira para mirarme. Yo me encojo de hombros sin saber que decir o hacer, así que ayudo a "Helly" a llevar al borracho de nuestro amigo al apartamento B. Mientras el más bajo busca las llaves para abrir la puerta, yo me dedico a evitar que Pitt se lance encima de Helen para abrazarlo o haga cosas peores...

Una vez dentro, llevamos al mayor a su habitación y lo tumbamos. Helen se queda en la puerta mirándolo y niega con la cabeza.

-¿Por qué lo has hecho Pitt? –pregunta en un susurro.

-Porque no me entiendo... Hace tiempo que no me entiendo... No nos entiendo... -dice en un balbuceo casi incomprensible.

Siento que en este momento sobro así que me acerco a Helen y le susurro que ya me lo contará todo mañana, me despido y salgo del apartamento, yéndome al mío.


Me despierto por los matutinos rayos de sol que entran por la ventana de mi habitación y lo primero que hago es coger el móvil para ver la hora. 9:30. Joder... Me levanto con pesadez y voy directa al baño para asearme y ducharme. Una vez lista, salgo de mi habitación y camino aun dormida hacia la cocina para hacerme el desayuno. Abro la nevera para buscar añgo de comida, cuando unos brazos me rodean la cintura y me abrazan por detrás. Asustada, pego un codazo a quien sea que esté ahí y al girarme me encuentro con un Mike encogido por el dolor del golpe.

-¿Pero qué demonios te pasa, imbécil? –pregunto aun asustada, con una mano en el pecho.

-Eso mismo debería preguntarte yo a ti... Estaba en el salón cuando has aparecido y has ido directa a la cocina. Incluso te he saludado. –dice levantándose con lentitud, aun con una mueca en su rostro. Yo me lo quedo mirando por unos largos segundos, en los que siento como mi enfado y susto se convierten en gracia, una sonrisa traicionera se escapa de mis labios.- ¿Qué te hace tanta gracia?

-No lo sé, ¿tu dolor? –pregunto divertida mientras me encojo de hombros y me giro para buscar el pan y preparar unas tostadas. Oigo como suelta una pequeña carcajada por detrás y se acerca a un armario para coger dos tazas.

-Voy a preparar café, ¿quieres uno?

Recuérdame en InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora