Recuérdame en Invierno

48. Así que... ¿Nos conocíamos de antes?

Dedicaciones: belhyu

Helen's POV

-Slender, por favor, cálmate. –digo en un susurro antes de que alguno de los dos reaccione. Slendy está mostrando su verdadero yo, se debe haber quitado el disfraz para dormir y no se habrá acordado de ponérselo de nuevo al ver que Leena no estaba. -No querrás asustarla, ¿verdad?

-¿Se lo has dicho, Helen? ¡No me jodas! ¿Has llegado a pensar en las consecuencias de decirle tal cosa?

-Sí, lo he hecho. Y me he dado cuenta de que no puede vivir una mentira por el resto de su vida. ¿Qué vamos a hacer? ¿Cuidarla desde las sombras? Has visto como ha acabado por culpa de Sonic.exe, no podemos dejar que vuelva a ocurrir. Debe saberlo todo, aunque lo veas peligroso. Es por su bien...

Siento la pesada respiración de Leena detrás de mí, nerviosa y desconcertada, mientras que Slender sigue en una posición bastante a la defensiva, inseguro de hacer cualquier movimiento o decir cualquier cosa. Me giro para mirar a Leena, quien tiene los ojos llorosos.

-No entiendo nada, Helly... ¿Qué está pasando? ¿Por qué Slenderman está aquí y me conoce y-?

-Shh, tranquila, no te preocupes. Dale un momento para que reordene sus ideas y pueda pensar en cómo decirte esto. –susurro, tomándola de los hombros y apretando suavemente. Quiero mostrarle todo mi apoyo de cualquier forma posible.

-¿Decirme el qué? –pregunta finalmente, exasperada, turnando su mirada en mí y el ser detrás de nosotros. Antes de que yo pueda responder, el anfitrión habla.

-Lo que eres, Leena. Lo que eras antes del accidente. Como era tu vida, quien era tu familia y tus amigos, como era todo antes de... De... -empieza a decir con solemnidad, la cual va desapareciendo hasta que queda nervioso y tartamudo al final, perdiendo poco a poco la poca seguridad que había ganado.

-¿La explosión? –termina ella la oración con duda.

-Sí, en efecto. Helen tiene razón... Debes saber lo que ocurrió, por qué estás aquí, todo... Solo, solo dame un momento. Intentaré responder todas tus dudas y explicarte lo mínimo para que entiendas que haces aquí... Lo demás ya lo descubrirás durante el tiempo que permanezcas en la casa. Tu decidirás cuando parar, cuando irte... Nadie podrá impedírtelo...

Ella asiente con la cabeza antes de ver como Slender vuelve a subir al segundo piso, silencioso y moribundo. Nos miramos dudosos y decidimos volver a salir al jardín para tomar un poco de aire y descansar de tan tenso momento.

-Así que... ¿Nos conocíamos de antes?

-Si.

-¿Y éramos amigos?

-Mejores amigos. –corrijo y la miro con una sonrisa algo divertida.

-Wow, es bueno saber que tú eras mi mejor amigo. En estos últimos días he aprendido a confiar en ti y ya te tomaba por mi "mejor" amigo... -sonríe con ternura antes de pasar su brazo por mis hombros y abrazarme con fuerza.

-Me gusta tenerte más o menos de vuelta, echaba de menos charlar contigo de creepypastas guapos y de los cotilleos del bosque. –reímos ligeramente los dos, pero a ella se le escapa un suspiro de más.

-Ay, Helly... ¿Y ahora que voy a hacer?

-No lo sé, puedes quedarte con nosotros, vivir aquí como lo hacías antes... O puedes simplemente irte y empezar de cero tu vida, olvidar todo lo que has visto aquí... O negarte siquiera a verlo.

-Si me conoces tanto como para ser mi mejor amigo sabrás que yo no soy de las que huyen...

-Oh, ¿en serio? No me pareció así cuando te fuiste del hospital sin despedirte siquiera de mí, aún estoy dolido por eso... -dice una tercera voz justo detrás de nosotros.

Leena, al girarse y ver quién es nuestro nuevo acompañante, echa a llorar y se muerde el labio con fuerza, mientras niega con la cabeza y se acerca al rubio.

-Lo siento tanto Ben... No quería hacerlo, lo juro. Pero pensé que sería lo mejor para todos... -solloza antes de abalanzarse a los brazos de su antiguo "enfermero". Él le devuelve el abrazo y suspira antes de hablar.

-¿"Lo mejor para todos"? Cariño, lo mejor que me podías dar eran más segundos a tu lado. Cuando te fuiste me sentí tan vacío, pensaba que no volvería a verte jamás... Después de todo lo que nos llegó a pasar ahí dentro...

-Lo siento, lo siento tanto Ben...

Se siguen abrazando con fuerza por varios segundos, meciéndose el uno al otro con ayuda del viento. Los veo desde la distancia y siento la paz que transmite su acto. No es hasta pasado un minuto o dos que Ben vuelve a hablar.

-Drowned. –suelta en un murmuro casi imperceptible que me cuesta escuchar.

-¿Perdón? –se separa unos milímetros la morena para ver a su compañero e intentar comprender que dice.

-Me conocen como Ben Drowned. A ti antes te encantaba jugar conmigo a la consola, un montón. ¿Te suena el nombre, verdad? Solíamos comentarlo en el hospital, entre prueba y prueba o antes de irnos a dormir...

Leena asiente con la cabeza, aunque tenga los ojos algo abiertos por la sorpresa. Vuelve a abrazar a Ben y lo suelta después de un largo rato en el que oímos un carraspeo desde la puerta de salida.

-Siento romper el momento, pero... Creo que deberíamos hablar de esto dentro, pueden estar escuchando... -dice Slender muy nervioso, apoyado en la entrada y "mirando" hacia nosotros.

Todos empezamos a caminar y nos dirigimos al salón, donde nos vamos sentando en los sofás. Leena y yo quedamos en uno de los largos, mientras que Ben y Slender se sientan en el próximo, justo al lado del nuestro. Todos estamos nerviosos, se puede mascar la tensión en el ambiente. Tanto Ben como yo intentamos dar nuestro apoyo a la pareja, cada uno con su compañero de sofá.

-Bien, no sé por dónde empezar... -murmura Slender mientras se frota las manos con insistencia. Leena se adelanta y decide empezar a preguntar, curiosa como siempre.

-¿Esta casa está llena de Creepypastas? –pregunta Leena directa, mirándolo fijamente y a cada una de sus acciones, por mínimas que sean.

-En efecto.

-¿Y yo vivía aquí con vosotros? –Slendy asiente con la cabeza. -¿Por qué?

-Porque éramos tu familia. Te queríamos, respetábamos, cuidábamos... Y tú hacías lo mismo por nosotros. –responde con cierto cariño en el tono. Ben y yo nos miramos cómplices, sabiendo la información que Slenderman se está guardando.

-¿Qué me pasó el día del accidente? ¿Qué pasó después de que cayese inconsciente?

-Nosotros... Nosotros te llevamos al hospital. Nos disfrazamos de humanos y te ingresamos lo antes posible al centro en el que estabas hace menos de un mes, antes de llegar a la ciudad. Pocos días después ya habíamos conseguido hacer que Ben formase parte del cuerpo sanitario y se encargase de ti. Así podría cuidarte, vigilarte e ir informándonos sobre tu estado.

-¿Tú le diste la pastilla negra, verdad?

-¿Aún la recuerdas? –Leena asiente algo seria, pero sé que no está molesta, solo está pensando.

-Claro, de un día para otro, gracias a una misteriosa pastilla que me había dado Ben y que nadie más sabía de su existencia, me recuperé del todo y pude salir de ese infierno... No creo que fuera el suero ese o la ayuda de algún dios, lo que me curo...

-Sí, fui yo quien la hizo, y por lo que estoy viendo funcionó bastante bien.

-Gracias por eso...

Y se miran durante unos largos segundos, esta vez menos tensos, antes de continuar.